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Internacional de la educación
Internacional de la educación

Declaración conjunta en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

publicado 25 noviembre 2013 actualizado 25 noviembre 2013

La violencia de género (VG) constituye una violación fundamental de los derechos humanos. Es una de las peores manifestaciones de la discriminación de género, que afecta desproporcionadamente a niñas y mujeres, constituyendo un obstáculo considerable para el logro de la igualdad de género. Es un fenómeno mundial carente de límites geográficos, culturales, étnicos, económicos o de otro tipo.

La violencia de género en la escuela (VGE) afecta cada año a millones, e incluso a miles de millones, de niñas y niños en el mundo. La VGE se define como todo acto o amenaza de violencia sexual, física o psicológica que se produce dentro o en las inmediaciones de escuelas y centros educativos como resultado de determinadas normas de género y una dinámica de poder desigual entre los géneros. Esta incluye actos de intimidación, acoso sexual o verbal, contacto sin consentimiento, violación y agresión. Si bien niñas como niños pueden ser objeto de la VGE, las niñas son las más vulnerables.

La VGE es un obstáculo importante al derecho de las niñas a la educación, no sólo debido a las graves implicaciones que supone para la salud física y psicológica, sino también porque genera un deterioro del entorno de aprendizaje en general. La experiencia o incluso la amenaza de VGE suele dar lugar a una asistencia irregular, absentismo y abandono escolar, a un bajo rendimiento académico y baja autoestima. Además, la VGE se ve a menudo agravada en países afectados por conflictos y durante situaciones de emergencia. Muchas veces la VGE pasa desapercibida, no se denuncia e incluso se pasa por alto en la escuela, que es precisamente la institución social donde los niños y las niñas deberían poder sentirse seguros, protegidos y fortalecidos. El profesorado, las escuelas y los sistemas educativos son también imprescindibles en la transformación de las prácticas, las actitudes y los valores. La educación de calidad para todos y todas sólo puede hacerse realidad en unos entornos de aprendizaje que ofrezcan seguridad y apoyo.

La VGE constituye un serio obstáculo para la consecución de la Educación para Todos (EPT) y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y para el logro de la igualdad de género. Al tiempo que aceleramos nuestros esfuerzos para cumplir las metas de la EPT, y que elevamos nuestras ambiciones educativas para las niñas y los niños en el programa de desarrollo posterior a 2015, es fundamental que mantengamos nuestro compromiso para con la igualdad de género en la educación de calidad y a través de ésta.

Con ocasión de este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en apoyo a la Iniciativa Mundial “La educación ante todo” del Secretario General de la ONU, los asociados de la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI)y la Internacional de la Educación, en representación de más de 30 millones de docentes en el mundo entero, están aunando esfuerzos para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas así como a todas las formas de violencia de género, sobre todo dentro y en las inmediaciones de las escuelas.

Instamos a la comunidad internacional, a los Gobiernos, a los sindicatos y organizaciones de docentes, a la sociedad civil, a investigadores, a profesores y profesionales, a donantes y demás  asociadas, que reconozcan y tomen medidas contra la VGE. Para ello es preciso promover la igualdad de género y la potenciación de las niñas, adoptando una óptica que tenga en cuenta la perspectiva de género en los planes de estudios escolares, en la formación docente y en los materiales didácticos del estudiantado, forjando alianzas de múltiples partes interesadas, apoyando los enfoques integrados, exhaustivos y multisectoriales impulsados por los propios países, incluyendo sistemas sólidos de presentación de informes y de seguimiento, y la integración de estrategias dotadas de suficientes recursos en los planes nacionales del sector educativo, para eliminar la VGE. Además las niñas, los niños, los profesores y las profesoras también tienen que ser reconocidos como participantes clave en todas las intervenciones.

Les invitamos a que actúen, uniéndose a los 16 días de Activismo contra la Violencia de Género, y a que sitúen la VGE entre las máximas prioridades del programa de desarrollo a fin de garantizar que las escuelas sean lugares seguros donde todos los niños y las niñas puedan aprender sin miedo. Todos y todas podemos participar en estos esfuerzos y contribuir a provocar un amplio efecto multiplicador. Las generaciones presente y futura de niñas y mujeres no se merecen menos.