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Los/as sindicalistas docentes de la República Democrática del Congo (RDC) han instado a las autoridades públicas a que respeten su promesa de pagar a las “nuevas unidades” docentes a partir del mes de abril de 2020.

Los/as docentes catalogados como “nuevas unidades” en las escuelas públicas o privadas de la RDC, cuyos salarios no provienen directamente del presupuesto público, llevan meses sin cobrar.

Estas “nuevas unidades” docentes están muriendo lentamente, según Jacques Taty Mwakupemba, coordinador nacional de la Fédération nationale des enseignants du Congo(FENECO-UNTC).

Permiso obligatorio

Esta situación llega en el contexto del cierre de escuelas e instituciones educativas a causa de la pandemia de la COVID-19. Todo el profesorado se encuentra en una situación de permiso obligatorio desde que el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, declarara el estado de emergencia sanitaria.

Aunque el Estado se ha hecho cargo de los/as docentes a sueldo de las arcas públicas, no ha actuado de la misma manera con las “nuevas unidades” docentes.

Estos/as docentes se encontraban a punto de beneficiarse de la casi completa integración de las listas de las “nuevas unidades” en los presupuestos del Estado —un proceso supervisado por el ministro de Enseñanza Primaria, Secundaria y Técnica, Willy Bakonga—. Aunque podrían haber empezado a cobrar el 20 de abril, el pago de los salarios se interrumpió con la epidemia de la COVID-19, que ha privado al Estado de la RDC de recursos financieros.

Fondos prometidos, pero no desembolsados

Según Mwakupemba, el presidente Tshisekedi había conseguido en marzo de 2020 una promesa en firme de cerca de 1000 millones de dólares estadounidenses para destinar a la educación básica, pero el Banco Mundial aún no ha efectuado ningún desembolso y las “nuevas unidades” docentes continúan esperando su remuneración.

Aunque el acuerdo de financiación fue aprobado el 15 de junio y firmado el 24 de junio en Kinsasa, Mwakupemba denuncia que los expertos locales no están seguros de en qué consiste el plan de pago. Incluso el presidente de la república comentó esta circunstancia durante el discurso a la nación del 30 de junio, añadió el coordinador de FENECO-UNTC.

Mwakupemba destacó también que, conforme a la ordenanza n.° 91-232, el salario es un derecho: “Ningún docente puede verse privado de salario, salvo que se le aparte de su puesto o concluyan definitivamente sus servicios”. Además, añadió, “la educación es un pilar importante del índice de desarrollo humano y las personas que se dedican a ella deberían recibir un trato digno”.

Financiación innovadora

Aunque Mwakupemba reconoció que la actual crisis derivada de la pandemia de la COVID-19 ha tenido un enorme impacto económico, subrayó la importancia de que el Gobierno se anticipe y cree mecanismos internos adicionales para aportar los suficientes recursos económicos a sus arcas. El coordinador de FENECO-UNTC dio los siguientes ejemplos de “financiación innovadora” en su artículo:

• Destinar una parte de los ingresos de las tasas aeroportuarias (las Go-Pass de los aeropuertos) a los salarios del profesorado.
• Suprimir ciertas estructuras de la república que ya no tienen razón de ser.
• En las tasas mineras y petrolíferas, reservar, por ejemplo, un 1% de cada transacción para el presupuesto de educación.

Reanudación sosegada de las clases

Los sindicatos de la República Democrática del Congo afiliados a la Internacional de la Educación consideran que debe darse prioridad a esta situación para no poner en peligro la gratuidad de la educación primaria, decisión tomada por el propio presidente.

Así, los sindicatos congoleños miembros urgen a “los servicios competentes a tomar las riendas de la parte gubernamental en el diálogo social para resolver todos los problemas a los que se enfrenta nuestro sistema educativo y así retomar las clases de manera sosegada, sobre todo en este período de crisis sanitaria provocada por la COVID-19”.