Todos los niños y niñas tienen derecho a la educación, tal y como se recoge en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. La educación en la primera infancia constituye una parte integral de este derecho.
La educación infantil se imparte antes de la educación obligatoria, ya sea como parte integrante del sistema educativo o de forma totalmente independiente del mismo. Se incluyen en ella los centros de atención infantil, las guarderías, los centros de enseñanza preescolar, los jardines de infancia y otras instituciones afines. Va más allá de lo que algunos denominan la educación preescolar, ya que se trata de una educación por derecho propio, cuyo propósito no es solamente preparar a los niños y niñas para ir a la escuela sino también para la vida, del mismo modo que otras partes del sistema educativo contribuyen en este proceso.
Creemos que la educación en la primera infancia constituye una parte esencial del aprendizaje a lo largo de la vida. Es muy valiosa para todos los niños y debería estar al alcance de todos y todas.
Promovemos una educación infantil financiada con fondos públicos y universalmente accesible. Abogamos por la integración de la educación infantil en los sistemas educativos bajo la competencia de los ministerios de educación y por el desarrollo profesional continuo del personal docente y demás profesionales.