El movimiento sindical educativo se solidariza con los pueblos indígenas y trabaja para promover sus derechos en y a través de la educación, así como en un sentido más amplio en el mundo del trabajo, en la lucha por la justicia climática, los derechos sobre la tierra, la descolonización y más.
Las culturas y lenguas distintivas de los pueblos indígenas, así como sus sistemas de conocimiento y su relación con el mundo natural, enriquecen profundamente a la humanidad y a nuestro patrimonio colectivo. Por tanto, deben ser protegidos.
Como educadores y educadoras, sabemos que los sistemas educativos han sido –y en algunos contextos siguen siendo– desarrollados de manera que estigmatizan, excluyen y niegan a los pueblos indígenas, sus identidades, culturas y sistemas de conocimiento. Estamos decididos y decididas a corregir estas injusticias y garantizar que los sistemas educativos apoyen y empoderen a todo el alumnado, al personal educativo y a las comunidades indígenas.