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En el Reino unido, más de 750.000 docentes y otros empleados públicos y trabajadores de la función pública mantuvieron una huelga de 24 horas para denunciar los drásticos recortes en pensiones que el gobierno estaba tratando de imponer. En más de 10.000 centros escolares repartidos por toda Inglaterra y Gales se suspendieron las clases en la jornada de acción de la Association of Teachers and Lecturers (ATL), el National Union of Teachers (NUT) y el University and College Union (UCU).

Comentando la huelga, Christine Blower, secretaria general de NUT, declaró: “A través de las acciones que se están llevando a cabo por todo el territorio se reflejan la ira y el sufrimiento que este gobierno está causando al profesorado del país. El sinsentido de sus ataques a las pensiones de los docentes es poco menos que vergonzoso”.

Docentes y empleados públicos protestan contra la propuesta de reforma de sus planes de pensiones, consistente en el aumento de las contribuciones de los trabajadores del sector público, la elevación de la edad de jubilación y la reducción del importe de las pensiones. El gobierno sostiene que las medidas eran inevitables a la luz del amplio programa de austeridad diseñado para reducir el enorme déficit presupuestario del Reino Unido, que no ha hecho sino aumentar desde que estallara la crisis económica.

Los dirigentes de los sindicatos participantes en la jornada de acción denunciaron unánimemente la negativa del gobierno a desistir de sus propósitos en ninguno de los tres temas en juego: alargamiento de la vida laboral, aumento de la contribución y reducción del importe de la pensión. EI secretario general de la IE, Fred van Leeuwen, expresó su apoyo a los sindicatos: “Las medidas de austeridad no permiten salir de la crisis, ni mucho menos. La educación es una de las claves de la recuperación económica. Recortar el gasto en un momento de recesión económica está frenando el proceso de recuperación. Está claro que los gobiernos dan oídos a los mercados mucho más que a la ciudadanía”.