Los líderes de la educación combaten el impacto de la crisis económica
Convocados en Bruselas por primera vez desde el Congreso Mundial, el recién elegido Congreso Ejecutivo de la IE ha manifestado su preocupación por el continuo ataque a la educación pública de calidad como consecuencia de la crisis económica y se ha comprometido a tomar medidas para contrarrestar esta tendencia mundial.
Uno de los mensajes clave del Consejo ha sido cómo el fructífero 6º Congreso Mundial de la IE, celebrado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, ha demostrado la unidad y la fuerza del movimiento sindical internacional de la educación.
En concreto, se ha demostrado a través de la aprobación unánime del Documento de política educativa de la IE, que aboga por una perspectiva amplia de la educación al servicio de la sociedad en su conjunto, estableciendo unas bases culturales, democráticas, sociales, económicas y medioambientales.
Junto con la Declaración sobre ética profesional, este documento constituirá un nuevo pilar de valores y creencias de la IE y servirá de herramienta para alcanzar los objetivos de la IE y de sus organizaciones afiliadas.
Los miembros del Consejo Ejecutivo de la IE concluyeron que esta unanimidad y esta fuerza van a ser muy necesarias en estos tiempos de crisis, con el fin de establecer medidas estratégicas que contrarresten los recortes en el gasto impuestos a los presupuestos de educación de todo el mundo.
Recordando la resolución de «Financiación continua de la educación pública en medio de la crisis económica», aprobada en Ciudad del Cabo durante el Congreso, el Consejo Ejecutivo ha afirmado una vez más que la educación es un derecho humano, por lo que es necesaria una financiación pública suficiente y continua que garantice una recuperación sostenible y permita hacer llegar ese derecho a todos.
Para profundizar en el tema, John Evans, secretario general del Comité Asesor Sindical de la OCDE (TUAC), fue invitado para pronunciar un discurso sobre educación y crisis económica. Durante su intervención, Evans señaló que los países de la OCDE tienen mucho que aprender de las actuales economías emergentes como Brasil: «Los gobiernos de Lula y de Rousseff en Brasil nos han enseñado que luchar contra la pobreza y la desigualdad no sólo es un tema social, sino que también debe ser una prioridad política. Combatir las desigualdades es crucial para superar la crisis y alcanzar un crecimiento equilibrado».
