Malí: Docentes enfrentados a la violencia
La IE está preocupada por el reciente intento de golpe de Estado en Mali. Su afiliado, el Syndicat national de l’Education et de la Culture (SNEC), había informado del alarmante nivel de violencia que está azotando el norte del país y que ha provocado el cierre de numerosas escuelas y la desorganización del sistema educativo.
Al menos 30.000 personas han sido trasladadas a Malí y viven en condiciones extremadamente precarias, tras los combates entre el ejército maliense y los grupos armados del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) desde mediados de enero.
Un representante del SNEC ha señalado: «Los desplazados huyen de la violencia en masa, precipitadamente y en condiciones de extrema pobreza. Las últimas evaluaciones que han hecho nuestros responsables sindicales en el norte de Malí son especialmente alarmantes».
El traslado de los docentes fuera de las zonas de conflicto como Ménaka, Aguelhoc, Anderamboukane, Tessalit, Tine Essako y Léré, así como de los pueblos cercanos, ha conducido al cierre de las aulas en todas estas zonas. Muchos padres de alumnos han huido con sus hijos hacia la región de Gao y Tombuctú, de grandes aglomeraciones. Algunos docentes nativos del norte han permanecido en Gao o en Tombuctú y la mayoría se ha refugiado en el sur del país y en Bamako con la esperanza de ser enviados a otras escuelas.
En Aguelhoc, violentos combates han obligado a cerca de 4.000 personas a huir e instalarse en pueblos cercanos, la mayoría en condiciones muy precarias. Algunos desplazados han podido alojarse en familias de acogida, pero la mayoría ha tenido que improvisar un refugio bajo el sol abrasador de esta zona semidesértica.
«Carecen de comida, a lo que hay que añadir que algunos han perdido parte de sus animales en la huida y otros, todos sus bienes », se lamenta un docente del Instituto de formación de maestros de Aguelhoc. «Los docentes, los alumnos-maestros y los alumnos han vivido un verdadero calvario con el ataque del MNLA».
Del mismo modo, los combates ocurridos en Menaka y en Anderamboukane han empujado a más de 15.000 personas, malienses y nigerianos, a encontrar refugio en Níger, cerca de la frontera. Otras zonas afectadas por la rebelión como Niafounké, Tonka y Ténenkou no estarán a salvo si no se hace nada en los próximos días.
La IE condena esta violencia y pide a las autoridades nacionales que hagan todo lo posible por garantizar la seguridad de docentes, estudiantes y de sus familias en las zonas víctimas del conflicto.
La Declaración de la IE «Las escuelas deben ser zonas de paz» exige que «la comunidad internacional, los gobiernos y todas las partes implicadas en un conflicto reconozcan y respeten el derecho de todos los niños y los adultos a recibir una educación segura en un entorno de aprendizaje pacífico y respetar las instituciones educativas como zonas de paz».
El documento añade que «es fundamental que los sistemas educativos y las escuelas se dirijan de modo que fomenten la tolerancia, el entendimiento, el respeto por las culturas y las religiones ajenas y la resolución de conflictos, de acuerdo con la Recomendación relativa a la situación del personal docente de 1966. De este modo, podrían convertirse en zonas de paz y contribuir activamente a paliar las tensiones e incitar el reconocimiento y el respeto por los lugares de aprendizaje como refugios que deben quedar al margen de cualquier ataque en situaciones de conflicto».