Camboya: violencia contra trabajadores en huelga
La IE ha condenado enérgicamente la violencia continuada y desproporcionada ejercida por las autoridades camboyanas contra trabajadores del sector textil que asistieron a una manifestación. Cinco trabajadores fueron asesinados, decenas resultaron heridos y al menos 39 detenidos. La huelga ha sido detenida pero se siguen manteniendo las peticiones para reivindicar un aumento del salario mínimo.
El movimiento sindical a nivel internacional y en Camboya se ha unido para condenar el comportamiento de las autoridades y apoyar a los trabajadores y a sus sindicatos.
Ante esta situación de tensión, una de las organizaciones nacionales afiliadas a la Internacional de la Educación, la Asociación de Maestros Independientes de Camboya (CITA por sus siglas en inglés), fue amenazada con la retirada de su registro si mantenía la huelga que reclamaba mejoras salariales para los maestros más pobres. El líder de la CITA, Rong Chhung, también dirige la confederación sindical nacional (CCU) que gestiona la huelga de los trabajadores del sector textil.
La huelga de docentes, que debía comenzar el 6 de enero, ha sido aplazada teniendo en cuenta el violento clima social. Además, Chhung ha sido citado a comparecer ante el tribunal, el 14 de enero, por participar en la huelga de los trabajadores del sector textil.
Enfrentamiento mortal en el sector textil
La mayoría de los salarios en Camboya se sitúan muy por debajo de un salario digno y resultan insuficientes para satisfacer las necesidades básicas. Por otra parte, estos niveles salariales son incompatibles con el Artículo 104 del Código de Trabajo de Camboya, que asegura el pago de un salario que "debe garantizar para todos los trabajadores un nivel de vida decente compatible con la dignidad humana".
Los trabajadores del sector textil decidieron abandonar su puesto de trabajo el 24 de diciembre para conseguir un salario mínimo más elevado. En lugar de negociar, el Gobierno optó por recurrir a la violencia y a la intimidación por lo que policías y soldados fuertemente armados abrieron fuego contra los manifestantes.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) ha instado a las autoridades camboyanas a que actúen con la máxima moderación y cumplan con las obligaciones internacionales de derechos humanos. El derecho de manifestación pacífica debe ser protegido y promovido por las autoridades, declaró el portavoz de la OACDH.
Asimismo, la Internacional de la Educación ha escrito a las autoridades nacionales para exigir que la libertad de asociación y de asamblea sea respetada y ha puesto en marcha una negociación, tanto en el sector público como en el privado, con el fin de que el trabajo decente y la justicia social puedan convertirse en una realidad en Camboya.