Ei-iE

Hace unos días se dio la noticia de que los 43 estudiantes mexicanos que desaparecieron en el sur de México en septiembre fueron secuestrados por la policía por orden del presidente municipal (alcalde) de la localidad, y se cree que fueron entregados a una banda de narcotraficantes que los asesinó y quemó sus cuerpos antes de lanzar algunos de sus restos a un río.

“Esta es la conclusión a la que han llegado los investigadores“, anunció el procurador general Jesús Murillo Karam. Sin embargo, advirtió que no podrá saberse con certeza hasta que las pruebas de ADN confirmen la identidad y que esta identificación sería una tarea extremadamente difícil, ya que los fragmentos a medio quemar de los cuerpos hacen difícil extraer el ADN. Un informe de hoy indica que los resultados preliminares de las pruebas de ADN no han encontrado ningún rastro de los cuerpos de los estudiantes normalistas.

La IE ha reaccionado a las noticias mediante la emisión de una carta de enérgica protesta a las autoridades mexicanas, expresando sus condolencias a los familiares y compañeros/as de los estudiantes desaparecidos, exigiendo que no se escatimen esfuerzos para encontrarlos y que se emprenda una investigación independiente sobre todo este asunto.

Algunos de los padres de los estudiantes normalistas reaccionaron a las noticias anteriores indicando que las pruebas nos son concluyentes e insistiendo en que sus hijos siguen vivos. “Nosotros no vamos a creer nada hasta que los expertos nos digan que son ellos”, afirmó Mario César González, padre de uno de los estudiantes. Otro de los padres, Israel Galindo, señaló que el Gobierno daba esta noticia en un intento por parar la protesta generalizada que ha generado la desaparición de los estudiantes y callar a la opinión pública que exige respuestas.

Las víctimas son en su mayoría jóvenes varones de unos 20 años que seguían estudios para ser profesores de educación primariaen una escuela normal rural de Ayotzinapa. El 26 de septiembre, viajaron en autobuses y camionetas a la ciudad cercana de Iguala para protestar por la falta de financiación para su escuela. Desde entonces no se les volvió a ver ni a saberse de ellos.

Tres hombres detenidos en relación con la desaparición de los estudiantes normalistas admitieron haber matado a un gran número de personas que se cree son los estudiantes.

Las autoridades han arrestado en Iguala al presidente municipal José Luis Abarca, considerado el “probable autor intelectual” del secuestro masivo, y a su esposa, María de los Ángeles Pineda. Ambos fueron capturados mientras se escondían en la Ciudad de México a principios de esta semana.

El incidente de Iguala ha provocado protestas en todo México, algunas de ellas violentas. Se han registrado varios actos de vandalismo en el Estado de Guerrero. Los manifestantes han bloqueado carreteras y casetas de peaje en ciudades como Chilpancingo, la capital. También han bloqueado el acceso a los centros comerciales en el balneario de Acapulco. Las protestas se extendieron a la capital, donde decenas de miles de personas marcharon esta semana exigiendo que los estudiantes sean devueltos con vida.