Dinamarca y EE.UU.: Un sindicato danés crea un fondo de asistencia jurídica para apoyar a un docente en formación
El sindicato danés de docentes de preescolar, BUPL, esta tratando de obtener apoyo financiero por parte de otras afiliadas de la IE con el fin de contribuir al pago de los enormes costos legales en los que se está incurriendo para defender a un miembro del sindicato que ha sido acusado de “conducta inadecuada de carácter sexual” en una escuela de preescolar de Nueva York.
Malthe Thomsen, estudiante de pedagogía de Copenhague, comenzó en febrero una pasantía en International Preschools, en el centro de Manhattan, Nueva York. Enseguida se hizo popular en la escuela y empezó a asumir nuevas responsabilidades, acompañando a los niños en excursiones y ayudándoles a aprender a dibujar.
El BUPL señala que la película danesa “The Hunt” (La caza) demuestra la facilidad con que un educador varón puede ser acusado de pedofilia. Por desgracia este riesgo aleja a muchos hombres jóvenes con talento de esta profesión, como docentes o educadores de la primera infancia.
“Las experiencias que hemos tenido en Dinamarca demuestran que el miedo a ser acusado de pedofilia influye en la manera de actuar de los educadores varones”, escribió el Presidente del BUPL, Henning Pedersen, en un artículo sobre el caso de Malthe Thomsen publicado en la revista “Børn&Unge” del sindicato. “En última instancia, el hecho de que los educadores varones puedan descuidar su profesionalismopor temor a levantar sospechas, es algo que repercute negativamente en los niños. Entre 2008 y 2012 se hicieron públicos 67 casos de sospechas de pedofilia contra educadores de Dinamarca, pero sólo uno de los casos llegó a ser sentenciado por los tribunales.”
A finales de mayo, justo cuando se terminaba el curso académico, una compañera de trabajo envió a un supervisor un correo electrónico sobre Malthe Thomsen en el que alegaba que este había tenido una conducta inadecuada de carácter sexual con los niños que estaban bajo su cuidado. Los responsables de la escuela estuvieron observando discretamente a Thomsen y también interrogaron a sus compañeros. Varios días después, dado que no encontraban ningún indicio de sospecha, decidieron cerrar la investigación y despidieron a la denunciante, que se negó a proporcionarles las pruebas que decía tener.
“Los directores y otros educadores que pasaron bastante tiempo con los niños de la clase de Thomsen, declararon que no habían observado ningún comportamiento inadecuado por parte del becario y elogiaron profusamente su trabajo con los niños”, dijo más tarde la directora de la escuela, Donna Cohen, en un correo electrónico enviado los padres – uno de los siete correos que se enviaron en los días posteriores al arresto. La escuela indicó que había recibido varias cartas de recomendación para Thomsen.
Malthe Thomsen, de 22 años, mantuvo su puesto en International Preschools y empezó a trabajar en el programa de verano del establecimiento. No obstante, la compañera que le había acusado presentó su denuncia a las autoridades, y a finales de junio la policía interrogó a Thomsen. Varias horas después obtuvieron una declaración que la fiscalía describió como una confesión. Fue arrestado como sospechoso de haber tocado de forma inadecuada a 13 niños.
Los agentes de la policía no quisieron hacer comentarios sobre el interrogatorio realizado a Thomsen. Pero una abogada del acusado, Jane H. Fisher-Byrialsen, ha dicho que la policía utilizó técnicas engañosas para intimidarle. Dijo que Thomsen no estaba acostumbrado a las duras tácticas que emplea la justicia estadounidense. Al parecer le habían dicho a Thomsen que tenían videos de su comportamiento lascivo y que, a diferencia de los violadores de menores, que son encarcelados durante muchos años, él podría simplemente seguir un tratamiento médico en Dinamarca para solucionar sus problemas. No está claro si los videos realmente existen o no; la fiscalía no ha querido hacer comentarios sobre las pruebas que había recabado.
En una entrevista televisada, Thomsen dijo que confiaba en la policía y que estaba desconcertado por la insinuación de que habían visto vídeos en el que él aparece tocando a los niños de forma inapropiada. “Yo no recuerdo haber hecho ninguna de las cosas de las que me acusan”, indicó.
Según la legislación del estado de Nueva York, la policía puede mentir a la hora de interrogar a un sospechosos, siempre y cuando no sea de forma coercitiva. Stephen J. Schulhofer, profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York, dice que mentir sobre la existencia de vídeos o huellas dactilares es una técnica habitual. “Aunque no dispongan realmente de un video, ellos pueden inventárselo todo y decir: ‘¿Cómo explica usted eso?’”.
Schulhofer dice que la policía podría haberse excedido al haber sugerido que la única consecuencia para Thomsen habría sido tener que someterse a un tratamiento médico, puesto que eso le podría haber incitado a hacer una confesión falsa. Pero indica que no está claro qué es lo que se dijo exactamente durante el interrogatorio.
La fiscalía sostiene que la policía no grabó el interrogatorio. En una audiencia de fianza celebrada este mes, la fiscal Rachel Ferrari dijo que Thomsen “no fue en ningún momento engañado ni manipulado para hacer estas declaraciones”.
La indignación de los padres de los niños ante la falta de información oficial ha hecho que algunas familias contraten a sus propios abogados para investigar el caso. La mujer que le acusó, que ha dicho que fue despedida por represalias de la escuela, también ha contratado a un abogado. El equipo jurídico de Thomsen dice que el acusado fue víctima de una profesora que a menudo se quejaba de sus compañeros de trabajo, y víctima también de los detectives que le engañaron indebidamente para que confesara crímenes que no ha cometido.
Thomsen no ha sido imputado formalmente; la fiscalía está recabando pruebas para presentar ante un jurado. Sus padres, que se están alojando con él en Manhattan, han tenido que hipotecar varias propiedades que tienen en Dinamarca para ayudarle a pagar la fianza de 400.000 dólares y obtener su libertad provisional del complejo carcelario de Rikers Island.
Los amigos y familiares de Thomsen en Dinamarca han recaudado más de 50.000 dólares para ayudarle a pagar los honorarios legales. Su caso ha llamado la atención de los periodistas daneses, que han escrito sobre las duras condiciones que existen en Rikers, donde Thomsen había sido detenido.
En una entrevista reciente en un canal de televisión danés, Thomsen negó las acusaciones, diciendo que tocar a los niños con intenciones sexuales es “algo que siempre he considerado como una de las peores cosas que alguien puede hacer”.
El padre y la madre de Thomsen trabajaron ambos en el sector de la educación de la primera infancia, y Thomsen esperaba obtener a finales de este año una licenciatura en educación de la University College Capital de Copenhague.
Los procesos judiciales en EE.UU. tienen fama de ser muy caros. De momento ya ha superado las 600.000 coronas danesas (aproximadamente 80.600 euros). El alquiler, los gastos de mantenimiento y los billetes de avión ascienden a cerca de 40.000 coronas (alrededor de 5.300 euros) al mes.
Las contribuciones financieras al fondo de asistencia jurídica pueden realizarse por medio de:
- Transferencia bancaria al Jyske Bank: número de registro: 5016; número de cuenta: 0001269381
- PayPal
También pueden apoyar a Thomsen a través de la página de Facebook “Support the teacher student detained in New York”(Apoyar al docente en formación detenido en Nueva York), y/o firmando la petición `Free Malthe’.