Por lo que luchan los/las docentes de Kenia
La lucha por condiciones de vida dignas y salarios justos es la razón del cierre de escuelas en Kenia después del paro de los/las docentes de escuelas públicas del país que piden un convenio colectivo aceptable.
Después de que las negociaciones sobre aumentos salariales con el empleador, la Comisión de Servicios de Docentes (TSC, por sus siglas en inglés), y el gobierno fracasaran, el Kenya National Union of Teachers (KNUT) y el Kenya Union of Post-Primary Education Teachers (KUPPET), ambos afiliados a la Internacional de la Educación (IE), pidieron a los/las docentes que no fueran a trabajar a partir del 5 de enero hasta que se alcanzara un convenio colectivo satisfactorio. Los 27.949 establecimientos educativos de todo el país están cerrados, lo que ha afectado a más de nueve millones de estudiantes.
“Pedimos a nuestros miembros que permanezcan unidos y escuchen una sola voz, la del Secretario General como portavoz de los/las docentes. No se deben escuchar otras voces que intentan diluir nuestra noble lucha por los derechos de los trabajadores en la profesión más noble hasta que el gobierno hable con nosotros a través de los foros adecuados”, dijo el presidente nacional del KNUT, Mudzo Nzili.
Negociaciones en curso
El sindicato de Nzili está en negociaciones con el gobierno desde enero del año pasado para adoptar un nuevo convenio colectivo después de que el último convenio, firmado en 1997, venciera en 2011. El año pasado se celebraron 26 reuniones conjuntas entre los sindicatos y el ministerio de Educación, el ministerio de Economía y la TSC. Las últimas conversaciones entre los sindicatos y el gobierno, incluido el ministerio de Trabajo, el 7 de enero fueron infructuosas.
Desafiando una orden de la TSC que pedía a todos/as los/las docentes que volvieran a las escuelas sin condiciones, o se atuvieran a consecuencias no especificadas, el 8 de enero y calificaba la huelga de ilegal, Nzili pidió a los miembros “que no fueran a las escuelas hasta que se hubiera alcanzado una solución amistosa”. Asimismo, lamentó una “situación tensa, desagradable y desafortunada para un sistema educativo que lucha por alcanzar la Educación para Todos/as, así como los muchos puntos del programa de desarrollo relacionados con la educación, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.
Salarios insuficientes para vivir
“Los salarios de los/las docentes no han sido revisados desde 1997, mientras que el coste de la vida ha aumentado constantemente”, destacó Lucy N. Barimbui, directora ejecutiva del KNUT.
Los sindicatos creen que los salarios de los/las docentes deben experimentar un aumento de al menos 100-150 por ciento para garantizar condiciones de vida aceptables. Un/a docente en el tramo inferior de la escala salarial gana actualmente de un mínimo de 16.692 chelines kenianos (unos 155 euros) al mes a un máximo de 21.304chelines kenianos (unos 200 euros), mientras que los/las docentes en el tramo superior de la escala ganan entre 94.252,896chelines kenianos (unos 880 euros) hasta un máximo de 144.928 chelines kenianos (unos 1.350 euros) al mes.
El sindicato también quiere que el subsidio de vivienda existente aumente en 50 por ciento para que los/las docentes en grandes ciudades puedan permitirse un alojamiento decente. El/la docente con el salario más bajo gana un máximo de 3.500 chelines kenianos (unos 30 euros) al mes como subsidio de vivienda, “apenas suficiente para una casa incluso en los barrios marginales de Nairobi”, añadió Barimbui.
El Congreso de Sindicatos de Kenia, que representa a todos los sindicatos de funcionarios/as y docentes, ha apoyado al KNUT y KUPPET y ha pedido al gobierno que resuelva rápidamente el problema. La Organización Central de Sindicatos también se ha mostrado preocupada ante la lentitud del gobierno a la hora de resolver el problema.