Los defensores bareiníes de los derechos humanos y sindicales reciben un galardón mundial
La Internacional de la Educación celebra que se haya concedido el Premio Internacional Arthur Svensson por los Derechos Sindicales a los líderes de su afiliado bareiní, un reconocimiento a su lucha por la educación de calidad y los derechos humanos y sindicales.
Mahdi Abu Dheeb y Jalila al-Salman, presidente y vicepresidenta de la Bahrain Teachers’ Association (BTA), han recibido hoy oficialmente en Oslo (Noruega) el Premio Internacional Arthur Svensson por los Derechos Sindicales. Este premio, creado y otorgado anualmente por Industri Energi, un sindicato noruego, pretende promover y fortalecer los sindicatos y los derechos sindicales en todo el mundo.
Ambos líderes sindicales han sido nominados para este premio por la Internacional de la Educación (IE), en colaboración con el Union of Education Norway, la Norwegian Association of Researchers, el Skolenes Landsforbund y otros afiliados de la IE en todo el mundo.
Fueron encarcelados en 2011, torturados y humillados por haber animado a los docentes a ir a la huelga.
Mahdi Abu Dheeb, actualmente encarcelado, fue sentenciado a cinco años de prisión. Su salud está empeorando debido a la falta de asistencia médica básica y vital. Está reconocido por Amnistía Internacional como un preso de conciencia.
Jalila al-Salman fue liberada después de casi seis meses en prisión, pero aún se le prohíbe trabajar y se le ha restringido el derecho a la libertad de expresión. Sí que pudo, sin embargo, viajar a Noruega para recibir el premio.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el príncipe Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein, en su discurso ante la 29. ª Sesión del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, el 15 de junio, pidió que todos los prisioneros de la cárcel de Jaw en Baréin detenidos por realizar actividades pacíficas sean liberados. Abu Dheeb es uno de ellos.
«La solución para garantizar la paz, la estabilidad y la prosperidad para todos los bareiníes es que haya un verdadero diálogo entre el Gobierno y la oposición, sin precondiciones», ha dicho, pidiendo también que se investiguen los abusos de derechos humanos en Baréin.
La Internacional de la Educación ha sabido además que en marzo de este año la prisión ha vivido una amplia y brutal represión hacia los reclusos, que incluía palizas, insultos, tratos vejatorios y la negación de tratamiento médico y de los derechos fundamentales, como la higiene.
«No podemos trabajar como una organización como solíamos hacer antes de 2011, cuando llegó el nuevo régimen, y queremos que la profesión docente vuelva al menos al punto en que se encontraba en 2011, cuando comenzó su declive», comentaba al-Salman a la IE en una entrevista en diciembre de 2014.
Lamentó que los docentes estén siendo castigados a causa de la negociación colectiva. Por ejemplo, se les traslada de su lugar de trabajo si las autoridades públicas creen que pertenecen al BTA o que reciben ayuda del sindicato.
Lo que más me afecta es que hay niños en prisión; en Baréin todavía se detiene a los niños y los docentes desde dentro de las escuelas —condena—, lo cual «es ilegal en todo el mundo pero cuando intentamos que no ocurra, en Baréin no nos escucha nadie».
Al-Salman también ha subrayado que recibir el Premio Internacional Arthur Svensson por los Derechos Sindicales ayudará a «dar a conocer el caso de la BTA, la educación, los estudiantes y los docentes en Baréin».
En su discurso en la ceremonia, el secretario general de la IE Fred van Leeuwen reiteró que durante los últimos cuatro años la IE ha prestado todo su apoyo a la Bahrain Teachers’ Association.
«Me siento muy orgulloso y honrado de estar hoy aquí junto a Jalila, cuyo galardón no solamente reconoce su valiente lucha, sino que encarna la razón por la que debemos seguir luchando por los derechos sindicales en nombre de todos aquellos a los que se les niegan», ha dicho el secretario general de la Internacional de la Educación (IE) en su discurso en la ceremonia de entrega de premios.
Van Leeuwen ha subrayado que la situación actual de Baréin impide el desarrollo de la democracia, el pluralismo y la estabilidad del país; por eso, para desviarse de este peligroso camino, hacen falta docentes cualificados, bien representados y con el apoyo suficiente.
«El galardón de hoy es una oportunidad más para instar a las autoridades bareiníes a que estén a la altura de sus responsabilidades morales y liberen incondicional e inmediatamente a mi buen compañero Mahdi Abu Dheeb», afirma. «También es un claro ejemplo de que por muy lejos que un régimen esté dispuesto a llegar para abolir los derechos humanos y sindicales, no conseguirán quebrantar la pasión y fortaleza de los que luchan por la justicia».