Progreso, poder, participación: los momentos culminantes del informe del Secretario General en vídeo
“Nuestros esfuerzos colectivos se reflejan en los progresos considerables realizados en materia de cabildeo, fortalecimiento de la capacidad, investigación, comunicaciones y solidaridad… como no hay todavía ‘un test estandarizado’ para las organizaciones internacionales, tendrán que calificarnos basándose en el sentido común”.
Los comentarios iniciales que hizo el Secretario General de la Internacional de la Educación (IE), Fred van Leeuwen, a unos 2.000 delegados en el 7° Congreso Mundial de la IE plasman la combinación de realidad, ingenio y pasión que caracterizó el Informe de Actividades cuatrienal. A continuación, les ofrecemos los comentarios más destacados de su discurso, el cual se encuentra en la página web de YouTube https://www.youtube.com/watch?v=2siQZVoR9r0, y resaltamos en negrita los tiempos de reproducción.
Van Leeuwen dejó claro que los progresos realizados en cuestiones tales como el crecimiento de la membresía de la IE, la abrumadora respuesta a la campaña de la IE Unámonos por una educación de calidad y la inclusión de la educación en tanto que Objetivo de Desarrollo Estratégico post-2015 independiente pendiente de aprobación deben equilibrarse con los desafíos persistentes, entre los que se incluyen los millones de niños que todavía no están escolarizados y el crecimiento tanto de la aplicación de políticas conservadoras como de la desigualdad y la pobreza en todo el mundo.
Con respecto a este último punto, van Leeuwen dijo(9:55) que se nos dice una y otra vez que la solución “milagrosa” deberá proceder del sector privado. No obstante, éste no es en absoluto el caso cuando se trata de pagar sus impuestos. En otoño de 2011, completamos un estudio sobre el impuesto de sociedades en la economía real que muestra cómo las empresas globales evitan y eluden el pago de impuestos mediante diversos métodos internos y externos. Se han perdido enormes sumas destinadas a las arcas públicas; por lo menos cientos de miles de millones de dólares. En la cumbre del G-20 celebrada en 2012 en México, hice frente a Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI, a causa de estas cifras asombrosas y sugerí que el FMI empezara a ayudar a los gobiernos a cerrar estas lagunas fiscales y a recaudar los ingresos ocultos en lugar de presionarlos a reducir los presupuestos en materia de educación. Ella se comprometió a examinar este tema. Pues bien, de momento no han vuelto a llamar. (Deben haber estado) demasiado ocupados acosando a Grecia.
Van Leeuwen reprendió a “los políticos de casi todas las tendencias políticas” por su persistente fracaso a la hora de hacer frente a la crisis económica y a la evasión fiscal causadas por los intereses comerciales mundiales: “Es tan difícil como para un profesional de la educación admitir que quizás haya, de hecho, algunas personas que simplemente no puedan ser educadas”.
Sin embargo, dijo(14:43), no estamos en contra del mercado. No nos oponemos a las empresas que construyen escuelas ni a las que crean materiales educativos. Lo han hecho desde la invención de la imprenta en el siglo XV. Trazamos el límite cuando las empresas administran nuestras escuelas como negocios con fines de lucro e incrementan la desigualdad social, cuando se establecen cadenas de suministro o cuando se invade el espacio profesional de los docentes y se dicta qué y cómo enseñar.
En un sobrio análisis de la violencia contra los estudiantes y los docentes, van Leeuwen preguntó, “¿quién iba a pensar cuando nos reunimos por última vez en Ciudad del Cabo hace cuatro años que la educación de las niñas se convertiría en objeto del extremismo religioso?”. Se refirió al saldo brutal en Pakistán y Afganistán, así como a la masacre de Peshawar, en la que murieron 141 personas, entre ellas docentes que trataron de salvar a sus alumnos; a Nigeria, donde cientos de docentes fueron asesinados y más de 200 niñas secuestradas; y a Turquía, donde 32 estudiantes fueron asesinados cuando se dirigían a construir bibliotecas para los refugiados sirios.
(40:16)Compañeros y compañeras, sentimos escalofríos, protestamos y estamos consternados por las respuestas débiles e ineficaces de nuestras autoridades públicas. Contrastan fuertemente con el increíble coraje demostrado por los docentes que trataron de proteger a sus estudiantes y detener a los hombres fuertemente armados que invadían sus aulas. Defendieron los derechos de sus estudiantes. Se negaron a dejar de enseñar y a cerrar sus escuelas. Pero pagaron el precio más alto que una persona puede pagar. Que sus almas sean bendecidas.
Mientras van Leeuwen daba cuenta con estadísticas detalladas de cómo las filas crecientes de los miembros de las afiliadas de la IE habían ayudado a desarrollar y a magnificar la educación de calidad, los derechos humanos y sindicales, y labor colaborativa de cabildeo de la IE, fue contundente en su llamamiento a los delegados y dirigentes para que aumentaran en los próximos meses y años.
(44:01) Compañeros y compañeras, cuando no se toman nuestros 393 sindicatos miembros como instrumento de medida para la participación de la membresía, sino sus 32 millones de miembros, las cifras no son muy impresionantes. En las aulas todavía hay demasiados docentes y personal de apoyo a la educación que no están familiarizados con el impacto de una reforma global de la educación en su trabajo cotidiano ni con las importantes contribuciones que pueden aportar a nuestro trabajo de cabildeo y a nuestros debates y campañas en línea. En efecto, somos una organización de organizaciones que cree firmemente en la representación democrática, y nunca, jamás vamos a renunciar a ello. Pero somos algo más que una alianza de líderes sindicales de la educación. Un cabildeo internacional exitoso depende también y cada vez más de la capacidad de crear y movilizar a un público en línea.
Le pido a ustedes – y no por primera vez – que hagan una mayor publicidad de la Internacional de la Educación en sus publicaciones, en su sitio web y en sus conferencias. Ayúdennos a llegar a todos sus miembros. Ayúdennos a sindicar, ayúdennos a “crecer digitalmente”.