Alemania: los investigadores defienden los salarios decentes en la educación
La considerable presión de las profesiones sociales y educativas debe evaluarse adecuadamente para lograr una mejor remuneración de los educadores, explica el sindicato Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft, tras el llamamiento de los investigadores a la política y la sociedad.
En Alemania más de 1,4 millones de personas ejercen su actividad profesional en los ámbitos social, educativo y formativo. En el sector del bienestar y de la atención a niños y jóvenes, 700.000 de estos profesionales ayudan a los niños, a los jóvenes y a sus familias a tener una vida decente. Más de 400.000 educadores trabajan en el ámbito de la educación de la primera infancia.
Los investigadores se han solidarizado con ellos enviando un mensaje a nivel nacional difundido el 19 de agosto a través de la página web del Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft, afiliado a la Internacional de la Educación.
Destacan que las tareas sociales cada vez se trasladan más a la fuerza de trabajo de los sistemas sociales, educativos y formativos, predominantemente formada por mujeres. Al mismo tiempo, cada vez se exige más a estos trabajadores en cuanto a sus habilidades y la calidad de sus actividades. La atención política y social que se presta a las obligaciones de los educadores, los trabajadores sociales y los formadores contrasta profundamente con la remuneración económica y el reconocimiento social de sus obligaciones profesionales, explican los investigadores encargados de estudiar las cuestiones relacionadas con la educación, la formación y la atención y el cuidado.
Por ello, apoyan firmemente las reivindicaciones de estos empleados de que se reconozca su actividad profesional. Señalan también que, como trabajadores sociales, educativos y formativos, aseguran la calidad de vida y la sostenibilidad de nuestra sociedad y se merecen una compensación económica que se corresponda con los servicios que prestan.
Los esfuerzos financieros que hacen falta para llevar a cabo semejante reevaluación financiera de los profesionales sociales, educativos y formativos no pueden depender únicamente de los empleadores municipales, aseguran los investigadores. Subrayan que, mediante una importante contribución financiera, se anima a que las autoridades competentes, en las regiones (Länder) y especialmente a nivel federal, ayuden a hacer realidad el reconocimiento de las profesiones sociales, de la educación y la formación.
Los investigadores aseguran también que la remuneración de los empleados debe ajustarse a su importancia social, su influencia y su productividad. Insisten en que los estudios empíricos demuestran que mediante una remuneración justa los trabajadores de profesiones sociales, de la educación y de la formación obtendrían por fin lo que la sociedad les debe: reconocimiento.