Burkina Faso: los sindicatos docentes y la sociedad civil, agentes decisivos para poner fin al golpe de Estado
Las federaciones sindicales y otros sindicatos independientes de Burkina Faso se reunieron bajo la Unión Action Unit. Los sindicatos miembro de la Internacional de la Educación actuaron de manera enérgica para poner fin al reciente golpe de Estado que tuvo lugar en el país.
Dentro de la Unidad de Acción Sindical (UAS - Unité d'action syndicale), el Syndicat national des enseignants africains du Burkina(SNEAB) y el Syndicat national des enseignants du secondaire et du supérieur, dos sindicatos afiliados a la Internacional de la Educación, desempeñaron un papel muy activo contra el golpe que sacudió a Burkina Faso.
El presidente de la transición, Michel Kafando, su primer ministro, Isaac Zida y algunos/as ministros/as fueron tomados/as como rehenes por los soldados del Regimiento de Seguridad Presidencial (RPS), una unidad de élite de unos 1.300 soldados presidida por el general Gilbert Diendéré y encargada de garantizar la seguridad del presidente. Este general, anterior jefe de personal del expresidente Blaise Compaoré, se autoproclamó jefe de Estado. El golpe finalizó el 23 de septiembre de 2015, tras el discurso de Michel Kafando a la nación en el que anunció el final del golpe de Estado y la nueva toma de posesión de su cargo como presidente .
Desde el principio, los/as docentes se declararon en huelga condenando así la toma de rehenes de los miembros gubernamentales y pidiendo su liberación inmediata e incondicional. Así mismo hicieron un llamamiento “al pueblo de Burkina Faso apelando a su larga tradición de organización, resistencia y lucha para derrotar el golpe de Estado militar” y a “activistas de todos los sindicatos para movilizarse y resistir hasta la rendición de la junta militar que organizó el golpe de Estado.
Llamamiento para la disolución de la RPS
“Estábamos decididos a no reanudar la enseñanza en las escuelas hasta que la RPS fuera disuelta oficialmente por decreto”, explicó Séma Blegne, secretario general nacional de la SNEAB.
Blegne hizo una firme declaración en lo relativo a la cuestión de impunidad: es intolerable pensar que personas que tomaron las armas frente al pueblo sean capaces de escapar de la situación sin enfrentarse a sus cargos, los políticos deben permitir a los tribunales dictar “una sentencia que sirva de ejemplo para que los soldados no se vean tentados de acometer un golpe de Estado”. 17 personas murieron y 120 resultaron heridas, "¡No pueden ser ignoradas!”, añadió.
Así mismo señaló que el golpe tuvo lugar cuando los/as docentes regresaban a las escuelas, no los/as estudiantes, que debían volver el 1 de octubre. Ningún establecimiento escolar o docentes se vieron afectados.
Los sindicatos y la sociedad civil unidos firmemente en defensa de Burkina Faso
"Tenemos la suerte de contar con una sociedad civil fuerte. Aunque el movimiento sindical pueda estar fragmentado, pueden estar también muy unido como nación en momentos de emergencia”.
Blegne cree que la victoria del pueblo de Burkina Faso llegó desde las provincias y no desde la capital, Ouagadougou, donde la resistencia surgida frente al avance de los partidarios del golpe de Estado se concentró en los suburbios.
En cada región se establecieron órganos coordinados integrados por sindicatos, partidos políticos y sociedad civil ya que “estábamos en situación de guerra”, explicó, y añadió que los oficiales del ejército tuvieron que asumir su responsabilidad debido a la importante movilización en las regiones.
Nuevas elecciones previstas
Blegne también indicó que su sindicato tiene como objetivo garantizar que las elecciones que tendrán lugar en noviembre se lleven a cabo de una manera transparente y democrática.