Los docentes refugiados se arriesgan a perder derechos básicos
Mientras que la crisis de refugiados sigue dejando secuelas en las vidas de los migrantes, determinadas políticas que los excluirían de las condiciones de trabajo nacionales – como por ejemplo que se les pagaran sueldos inferiores al salario mínimo – podrían forzarlos a una exclusión aún mayor.
La Internacional de la Educación (IE) ha apoyado el llamamiento de la Confederación Sindical Internacional (CSI) a los líderes internacionales para que se abstengan de promover políticas de exclusión que repercutan en los derechos básicos de los trabajadores refugiados, y para que ofrezcan en cambio oportunidades que les permitan encontrar un lugar adecuado en el mercado laboral.
Exclusión en el nombre de la integración
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (IMF) Christine Lagarde presentó en el Foro Económico Mundial (FEM), celebrado este año en la ciudad de Davos (Suiza), la recomendación “ The Refugee Surge in Europe, Economic Challenges” (La llegada masiva de refugiados a Europa: desafíos económicos). El texto solicita “derogaciones temporales y limitadas al salario mínimo para los refugiados” – una propuesta que ha provocado un enérgico rechazo por parte de la CSI y otras federaciones sindicales internacionales como la IE.
El informe de 50 páginas, que “se centra en los desafíos económicos que representa el flujo de refugiados para Europa”, indica en primer lugar que “el potencial de los refugiados puede ser aprovechado para el beneficio de todos”, pero a continuación añade que esto requiere una integración rápida de los migrantes en la economía, a través del mercado laboral y de un sistema adaptado de dos niveles, basado en condiciones laborales distintas.
La CSI advierte en un comunicado al FMI que instar a este tipo de estructura salarial de dos niveles “basada exclusivamente en la condición migratoria de un trabajador, es discriminatorio, contraviene el Derecho internacional y no es económicamente consistente”. El Secretario General de la Internacional de la Educación Fred van Leeuwen se ha mostrado afín a las inquietudes de la CSI de que proponer que los refugiados sean objeto de un trato desigual “implica el riesgo de respaldar la opinión de quienes consideran que las poblaciones de refugiados no son dignas de ser miembros de pleno derecho de sus comunidades, además de ser fuente de preocupación para los trabajadores con bajos niveles de remuneración (…) que temen que la creciente competencia por los escasos puestos de trabajo perjudique sus perspectivas de futuro y las de sus familias. Ninguno de estos hechos repercutiría positivamente en la causa constructiva que el FMI tiene intención de promover”.
La OIT advierte de las devastadoras consecuencias sociales y políticas
En su sitio web dedicado a la crisis de refugiados sirios, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la califica como “una de las mayores y más prolongadas y complejas emergencias humanitarias de la era moderna”, y hace hincapié en las presiones a las que se enfrentan las comunidades de acogida, a saber:
una creciente oferta de mano de obra, lo que da lugar a una mayor competencia por los puestos de trabajo así como a una presión a la baja sobre los salarios;
una reducción del acceso y la calidad de los servicios públicos, la sanidad y la educación; y
un aumento del trabajo infantil entre los refugiados y residentes de las comunidades de acogida, incluyendo las peores formas de trabajo infantil.
En el marco de la amplia respuesta por parte de la ONU a la crisis, la OIT ha adoptado una estrategia centrada en el desarrollo e impulsada por el empleo, destinada a apoyar a las comunidades de acogida y a los refugiados con el fin de mantener y reforzar la estabilidad social y económica de los países vecinos afectados (Jordania, Líbano, Turquía y Egipto), con proyectos por un valor total de casi 22 millones USD. Consultar el documento de estrategia.
En una entrevista por vídeo, el director general de la OIT Guy Ryder explica la situación laboral de los refugiados sirios, insistiendo en que es posible conjugar los intereses de los trabajadores locales y de los refugiados. Recuerda que el 90% de las personas que han huido a Jordania viven en la pobreza y que es realmente urgente encontrar vías legales para que los refugiados puedan acceder a los mercados laborales locales.