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Teniendo en cuenta el papel esencial que desempeñan los docentes en la consecución de una educación de calidad inclusiva y equitativa y de un aprendizaje permanente para 2030, la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge reunió a destacados responsables políticos para abordar los desafíos y las oportunidades del futuro.

La Internacional de la Educación (IE), el Centro de Liderazgo para el Aprendizaje de la Universidad de Cambridge, las Fundaciones para una Sociedad Abierta (OSF, por sus siglas en inglés) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se reunieron en Cambridge, Reino Unido, para hacer una “Reflexión sobre los docentes, la enseñanza y la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030”, los días 18 y 19 de abril.

El evento se centró en el Objetivo 4 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 desde la perspectiva de los docentes y la profesión docente.

El grupo de oradores estuvo liderado por Pauline Rose de la Universidad de Cambridge, Montserrat Gomendio de la OCDE y Antonia Wulff de la IE, que integraron un grupo especial sobre las repercusiones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La primera medida de éxito es el grado en que los ODS reflejan las necesidades de los docentes, los estudiantes y las personas, dijo Wulff antes de dar la visión de los docentes sobre el nuevo programa, sobre sus puntos fuertes y sus puntos débiles.

Adoptando un enfoque humanizado ante los ODS, a menudo sumamente basados en estadísticas, Wulff trasladó la Agenda 2030 al aula a fin de suscitar el debate sobre los peligros a los que se enfrentan los docentes y el sistema educativo. Entre los peligros se encuentran los recortes en el gasto público y el aumento de soluciones orientadas a la privatización que irrumpen en la esfera pública, lo cual, dijo, amenaza la calidad y la equidad de los sistemas educativos y fundamentalmente la consecución del ODS4.

Al situar a los docentes en el centro de las cuestiones relativas al ODS, Wulff reconceptualizó el ámbito político para facilitar que los docentes puedan desarrollar las soluciones encaminadas a salvar la brecha entre la realidad del sistema y las metas de los ODS.

“Para ello, es necesario ampliar el alcance del diálogo social y permitir que las experiencias y los conocimientos de los docentes configuren la aplicación del ODS en materia de educación”, dijo. “Los docentes deben participar en la formulación de las estrategias que deben aplicarse”.

Aunque la IE celebra la meta específica del ODS relativa a los docentes cualificados y la atención que se concede a los docentes en tanto que elementos fundamentales para la calidad de la educación, la organización advierte que no hay que tener la expectativa de que los docentes pueden resolver todos los problemas sistémicos con los que se enfrenta la educación o, incluso, la sociedad en su conjunto. Es preciso apoyar a los docentes en el ejercicio de su profesión, proporcionándoles unos salarios y unas condiciones de trabajo decentes, así como oportunidades de desarrollo profesional continuo, y garantizando que estén representados en la toma de decisiones políticas.

Por último, describió las prioridades futuras de la IE. En primer lugar, los gobiernos deben demostrar voluntad política para aplicar e integrar las metas del ODS en sus planes nacionales de educación. En segundo lugar, los gobiernos tienen que trabajar con las organizaciones de los docentes para definir y desarrollar estrategias. Y en tercer lugar, los gobiernos tienen que asignar suficientes recursos financieros para conseguir que el ODS4 se convierta en realidad.