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Nada puede reparar el daño infligido a los cientos de vidas destrozadas en un instante por el gatillo de una pistola, pero el odio de un hombre no puede resistir las manifestaciones de apoyo exhibidas por todo el mundo.

Al tiempo que familias, amigos y la comunidad LGBTIQ mundial lamentan los asesinados perpetrados el domingo en el centro de Florida, personas de todas las condiciones y ámbitos sociales han respondido con dolor y pesar por las víctimas. Todo el mundo ha adoptado una postura colectiva frente a la violencia que se produjo a primeras horas de la madrugada del domingo en una discoteca gay.

Aunque nada puede devolver la vida a las decenas de personas que sucumbieron a los disparos de un asesino, las imágenes muestran por doquier a personas de diferentes creencias, razas y género unidas. Un ejemplo de esto es un vídeo en el que aparecen cientos de personas en Orlando aguardando para donar sangre.

Para la Internacional de la Educación (IE), que hace apenas una semana celebró un simposio sobre educación en materia de derechos humanos en Riga (Letonia), este incidente no hace sino intensificar sus esfuerzos para generar comprensión y aceptación frente a las diferencias particulares que existen en el seno de la sociedad.

“En la IE estamos todos tristes y conmocionados por los terribles acontecimientos que se han producido en Orlando”, ha declarado Fred van Leeuwen, Secretario General de la IE. “Se trata de un cruel recordatorio de que los valores que tanto apreciamos en nuestras sociedades libres siguen siendo frágiles y vulnerables a los ataques de quienes se oponen a la manifestación de diferentes puntos de vistas, religiones y estilos de vida. Queda mucho por hacer para concienciar a la gente y dirigirla hacia el lado correcto de la Historia”.