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La desigualdad de género, combinada con cargas de trabajo excesivas y ataques a sus salarios y condiciones de trabajo, amenaza con hacer que las mujeres abandonen la profesión docente en el Reino Unido.

Más de la mitad de las profesoras dicen sentirse en general muy pesimistas en cuanto a su futuro en la profesión docente. Esta fue la opinión expresada por las mujeres en la Conferencia de Consulta de Profesoras organizada por la National Association of Schoolmasters Union of Women Teachers (NASUWT), en Birmingham la semana pasada. NASUWT es una de las afiliadas de la Internacional de la Educación en el Reino Unido.

Una encuesta electrónica realizada en tiempo real a las asistentes a la Conferencia también reveló que:

•Dos tercios dicen que su salud mental y física se ve perjudicada por el volumen de trabajo

•Tres cuartos dicen que no disfrutan de una conciliación razonable de la vida personal y profesional

•La presión en el trabajo y el volumen de trabajo son los factores principales que afectarían a su decisión de permanecer en la profesión dentro de cinco años

•Más de un quinto (21 por ciento) dijo que la prioridad máxima en su carrera ahora mismo es abandonar la docencia

•Más de la mitad (52 por ciento) de las mujeres dijeron que estaban enfadadas por la situación salarial durante los últimos años y el 55 por ciento piensa que  es probable que la situación empeore

•Más de un tercio de las mujeres (36 por ciento) de las mujeres dicen haber recibido un trato menos favorable en el trabajo en el último años por ser mujer

Barreras inaceptables

“Aunque las mujeres constituyen la mayoría de la mano de obra en la profesión docente, está claro que demasiadas todavía se enfrentan a barreras inaceptables y desigualdades en cuanto a sus carreras y profesionalismo”, dice Chris Keates, Secretaria General de NASUWT. “Las profesoras han expresado su profunda indignación por la forma en la que se las ha tratado durante los últimos años y los sucesivos ataques a su salario, condiciones de trabajo y seguridad laboral”.

Añadió que la desigualdad se había visto exacerbada por una serie de políticas gubernamentales que han socavado las protecciones relativas a la igualdad de los trabajadores y han dejado a los/las docentes a merced de prácticas inaceptables de los empleadores.

Es necesario valorar a las profesoras

Las cargas de trabajo excesivas y los ataques a las condiciones de trabajo de los/las docentes también están teniendo un efecto sumamente negativo en la salud mental y física de las profesoras y socavando la calidad de la educación de los/las niños/as y jóvenes.

“El número de mujeres que dicen que se sienten pesimistas sobre su futuro en la profesión y el número de profesoras que dicen que su prioridad en abandonar la docencia deben hacer que los empleadores y el Gobierno reflexionen sobre la necesidad urgente de crear una profesión docente que valore y apoye verdaderamente a todas las profesoras”, concluyó Keates. “No es una exageración decir que el futuro de la profesión docente depende de ello”.