¡Adelante! Campaña de docentes y alumnos por la movilidad
Al graduarse en la universidad, Predrag Lazetic, estudiante serbio, tuvo la satisfacción de ser admitido en un curso de posgrado en Alemania. Mucho antes del inicio del curso, solicitó un visado de estudiante; el plazo de expedición era, en principio, de unas cuatro o cinco semanas.
Pero pronto se dio cuenta de que algo fallaba: empezando por que la solicitud de visado le costó 75 euros. La cosa siguió con el desembolso de unos 200 euros por la traducción de los documentos requeridos. Al final Predrag tardó nada menos que tres meses en recibir la respuesta a su solicitud de visado.
Temiendo que el curso empezara sin él, consideró la posibilidad de solicitar otro tipo de visado que le permitiese entrar en el territorio de la Unión Europea. Desgraciadamente, no se admitió la concurrencia de procedimientos de solicitud.
No fue hasta transcurridos dos meses del inicio del curso cuando Predrag obtuvo el visado de estudiante y por fin pudo incorporarse al curso en Alemania.
Los ministros europeos responsables de la enseñanza superior vienen colaborando desde 1999 en el denominado Proceso de Bolonia, orientado a establecer un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que atraiga el interés de los estudiantes e investigadores, tanto los europeos como los extracomunitarios. El EEES tiene entre sus objetivos la promoción de la movilidad académica de alumnos, profesores y personal universitarios.
Muchos estudiantes, como Predrag, siguen haciendo frente a la frustración de la espera, del coste de los trámites y de la pérdida de oportunidades educativas, a pesar de las promesas hechas y de la intensa colaboración intergubernamental.
De hecho, siguen llegando a la Internacional de la Educación (IE) y al Sindicato Europeo de Estudiantes (ESU) una multitud de informes sobre barreras económicas, falta de reconocimiento de méritos académicos adquiridos en el extranjero y discriminación por motivos de género, edad u origen cultural, todos ellos obstáculos a la movilidad.
La IE y el ESU están convencidos de que la movilidad es, para el alumnado y el personal académico, un factor de adquisición de competencias, de sensibilización sobre la importancia de la cooperación internacional y de aprendizaje laboral en entornos multiculturales. Las instituciones de educación superior sólo podrán desarrollar y perfeccionar su nivel de enseñanza si cuentan con la orientación internacional de sus docentes y estudiantes. La identidad europea necesita para desarrollarse la libre movilidad transfronteriza de las personas. La paz y la prosperidad requieren de una ciudadanía de alto nivel educativo y con capacidad de interacción intercultural.
La IE y el ESU reclaman la concesión de becas de movilidad, al menos, al 20% de los alumnos; el reconocimiento, a efectos de contratación y promoción, de todos los periodos de trabajo realizados en el extranjero; la gratuidad de las clases de idiomas en todas las instituciones de educación superior y para el conjunto del alumnado y el personal; la concesión de visados y permisos de residencia gratuitos a los estudiantes y docentes de enseñanza superior; la transferencia transfronteriza en Europa de las prestaciones sociales y regímenes de pensiones; y la definición de una carta europea de la movilidad de los docentes universitarios.
La IE y el ESU, con el fin de animar a los gobiernos del EEES a cumplir con sus compromisos y objetivos, están llevando a cabo la campaña “¡Adelante!”, diseñada para determinar los últimos obstáculos a la movilidad académica europea y formular propuestas. La campaña concluirá, en octubre de 2008, con la celebración de una conferencia en la que se presentarán a los titulares de los ministerios europeos de Educación las demandas de alumnos y docentes.
Para más información acerca de la campaña, consultar el sitio web: www.letsgocampaign.net.