Los sindicatos reivindican la justicia económica
"¡Invertir en las personas!" Este es el mensaje que la IE enviará a los gobiernos y los principales organismos internacionales en los próximos meses a medida que el mundo busca un camino para la recuperación de la crisis económica mundial.
Esta primera gran conmoción de la economía globalizada comenzó como una crisis financiera, ya que fueron los bancos y otras instituciones financieras los que se derrumbaron o fueron sacados de apuros por los gobiernos y congelaron los créditos. Muy rápidamente, la espectacular caída de la producción y el comercio se ha convertido en una crisis económica. Ahora, con el aumento en millones de las cifras de desempleo, muchos países se enfrentarán en los próximos meses a una grave crisis social.
Las proyecciones pintan un panorama sombrío. Entre noviembre de 2008 y abril de 2009, los organismos oficiales y la mayoría de los gobiernos han revisado sus estimaciones a la baja. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informa que este año habrá en el mundo 50 millones más de personas desempleadas. Las últimas cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectan que la economía mundial en realidad se contraerá en 2009 por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, en un 1,3% en todo el mundo.
La Unión Europea perderá el 4% de su PIB de este año, Rusia el 6% y Ucrania e Irlanda el 8%, mientras que Singapur y los Estados bálticos perderán un enorme 10%. Los Estados Unidos perderán el 2,8% de su PIB, una pérdida inferior a la de muchos otros países debido al rápido e intensivo programa de estímulo del gobierno federal. El crecimiento de China se reducirá a la mitad, el 6%. El FMI señala que estas cifras habrían sido mucho peores si muchos gobiernos no hubieran introducido paquetes de estímulo de emergencia.
Los expertos también están modificando sus estimaciones respecto a los plazos de recuperación. El FMI ahora afirma que la recuperación no comenzará antes de finales de 2010, cuando muy pronto. Y aun esta estimación es considerada como optimista por algunos economistas.
El impacto sobre la educación, los docentes y demás personal de la educación varía considerablemente según los países. Se calcula que el paquete de estímulo de Obama en los EE.UU. ha salvado 500.000 puestos de trabajo en la educación, pero sólo a corto plazo: para los años 2009 y 2010. En los Estados bálticos, ya se han cerrado escuelas. Varios países, incluidos algunos de Europa oriental, carecen de reservas o de la capacidad para financiar déficits a fin de orientarlos a paquetes de estímulo y han llamado a las puertas del FMI para solicitar ayuda de emergencia. Lamentablemente, pese a que el FMI promueve el estímulo a escala mundial, las condiciones de sus préstamos de emergencia suelen exigir recortes en los presupuestos del sector público, lo que crea el efecto contrario.
Una gran preocupación son las repercusiones que amenazan a los países en desarrollo, que pronto se enfrentarán a dramáticos recortes en los flujos financieros procedentes de otros países. La ayuda oficial para el desarrollo, la ayuda a través de organizaciones no gubernamentales y fundaciones y la inversión privada están agotándose. La OIT y el Banco Mundial advierten que más de 200 millones de personas podrían volver a caer en la pobreza. El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), incluida la Educación para Todos, cuyo plazo se vence en 2015, parece bastante problemático.
Aun en los países donde todavía no se han recortado los presupuestos del sector público, las presiones aumentarán en los próximos meses. Disminuirán los ingresos públicos a causa de la desaceleración experimentada en todo el mundo y se incrementarán las demandas de financiación de prestaciones de desempleo y otros servicios sociales.
Hasta ahora, los organismos como el Banco Mundial, el FMI, la UNESCO, la OCDE y muchos gobiernos han pedido que se proteja el gasto dedicado a la educación. Pero, ¡no basta con limitarse a decir “Defendamos la educación pública"! Esta es la razón por la que el Consejo Ejecutivo de la IE ha resuelto llevar a cabo una estrategia proactiva. La IE insta a todos sus sindicatos miembros a movilizarse juntos en torno al mensaje "Invertir en las personas" y a la idea de que la educación y la formación son fundamentales para la recuperación. La UNESCO y la OCDE sostienen este planteamiento.
La inversión en las personas a través de la educación y la formación es la clave para la recuperación sostenible, para una economía futura que resulte más fuerte, más transparente y más justa. El Plan de Acción de la IE sobre la Educación y la Economía se basa en:
- una visión clara del papel de la educación en la sociedad;
- argumentos de peso para invertir en las personas;
- la capacidad de movilización a nivel mundial, nacional y local, ganar apoyo público y político y
- una estrategia de propuestas.
La IE promueve contundentemente estas posiciones en todas las principales instituciones y reuniones mundiales. Nuestras posiciones en defensa de la educación y la necesidad de lograr los ODM se reflejan en la Declaración de los líderes de la Cumbre del G20 celebrada en Londres en abril de este año. Pero es sólo el principio. Debemos velar porque los gobiernos cumplan sus promesas. La clave para lograrlo es la movilización, aunar nuestra defensa a nivel mundial con nuestra acción a escala nacional y local. Lo que nos guía es la convicción de que los sindicatos de la educación pueden hacer la diferencia.
Debe construirse una nueva economía mundial sobre una base más sólida: basada en la educación, la preparación y las capacidades de los ciudadanos, basada en la equidad y la justicia y basada en servicios públicos de calidad. Hay mucho en juego, porque a la crisis financiera y económica viene a sumarse a otras crisis: la crisis alimentaria en muchos países en desarrollo, los desplazamientos de refugiados, los migrantes y los trabajadores, los conflictos entre culturas y, por último, pero ciertamente no menos importante, el cambio climático. Este es el gran reto ante el que se encuentra la IE en el plano mundial y cada sindicato miembro en el plano nacional.