Discurso de la Secretaria General Adjunta de la IE en el pleno de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer
A continuación se expone el discurso de Jan Eastman, Secretaria General Adjunta de la IE, en el pleno de la 54ª sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer (CSW).
Presidente, delegados, compañeros:
Me complace hacer estas declaraciones en nombre de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Internacional de la Educación (IE), representando a más de 200 millones de miembros de todo el mundo.
La 54 edición de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer -con ocasión de la revisión Beijing +15, es un encuentro crucial. Es el momento y el foro para reflexionar sobre las 12 áreas de la Plataforma, para evaluar los logros y, sobre todo, para determinar qué deben hacer aún los gobiernos en colaboración con los sindicatos y la sociedad civil para llevar adelante y alcanzar realmente la igualdad entre mujeres y hombres.
El movimiento sindical y la sociedad civil han sido imprescindibles para avanzar los derechos de las mujeres.
Hoy me gustaría expresar nuestra desilusión con el proceso. En esta sesión tan importante , la prioridad debería ser recoger las opiniones de los sindicatos y de la sociedad civil. Sin embargo, nos hemos encontrado con dificultades infranqueables para acceder y poder participar.
Y han silenciado nuestra voz.
El documento final de esta Comisión, una declaración política, fue una primera conclusión, negociada y acordada antes incluso de que comenzaran las reuniones de la CSW. Esto no nos hace avanzar en ningún modo. A pesar del énfasis que siempre ha puesto el Secretario General Ban Ki-moon en la importancia de la sociedad civil para avanzar en los derechos de la mujer, no ha sido fácil negociar ni participar.
En estos momentos de crisis global, es esencial que se incluyan todas las voces en el proceso de decisión y que los Estados Miembro tengan la ocasión de estudiar las cuestiones, muy legítimas, que la sociedad civil y los sindicatos les presentan.
Conocemos la realidad de nuestros afiliados y sabemos de la lucha de la mujer en el trabajo, en el hogar y en la sociedad, por acceder a un trabajo decente y a servicios públicos de calidad, especialmente en el ámbito de la salud y la educación, así como poder disfrutar de agua limpia y energías renovables. Es importante que participen en los procesos de toma de decisiones, de liderazgo, y que tengan representación en todos los trabajos.
Demasiadas mujeres trabajadoras ocupan puestos precarios, cobran un salario bajo y apenas tienen acceso a la protección social. El trabajo de cuidadoras, no remunerado, es uno de los principales factores que contribuyen a la desigualdad de género y a la pobreza de las mujeres. La desigualdad en la paga continúa siendo un problema, incluso en los países nórdicos la diferencia salarial sigue siendo del 12% y en algunos países llega al 50%.
Recomendaciones:
- Hacemos un llamamiento a Naciones Unidas y a los gobiernos para que inviertan en infraestructuras sociales, en atención social y salud pública,no solo para paliar los efectos de la crisis económica mundial sino para encaminar a los países hacia un desarrollo sostenible que tenga en cuenta el género.
- En este sentido, resulta tremendamente importante aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT y la Resolución de la OIT sobre igualdad de género en el corazón del trabajo decente.
- Hacemos además un llamamiento a Naciones Unidas y a los gobiernos para que inviertan en educación pública y que ésta sea un medio de recuperación económica y de hacer avanzar a mujeres y niñas.
- Damos la bienvenida a las resoluciones elaboradas por los gobiernos, especialmente aquellas que buscan dar más poder a las mujeres. En este sentido, abogamos especialmente por: -Incluir la perspectiva de género en las políticas socio-económicas -Dar más poder a las mujeres a través de la educación. -Evitar las discriminaciones laborales y las desigualdades. -Implementar la remuneración equitativa por el mismo trabajo o por un trabajo de igual valor.
Hacemos además un llamamiento a Naciones Unidas y a los gobiernos para que hagan del diálogo social una realidad, y les manifestamos con todo el respeto que lo que ha estado ocurriendo en la CSW de este año NO es un diálogo con la sociedad civil.
- Mientras Naciones Unidas avanza con la Reforma de la Arquitectura de la ONU para la Igualdad de Género (campaña GEAR, por sus siglas en ingles), la sociedad civil y los sindicatos deben formar parte de un proceso de consulta.
Los sindicatos poseemos y podemos ofrecer especialización en la mayoría de las 12 áreas de la revisión Beijing +15, particularmente en todo lo referido a las mujeres y la economía global, la educación y formación. Teniendo en cuenta nuestra prioridad en promover el acceso y participación de las mujeres en la educación y la formación, en la ciencia y la tecnología, así como en el pleno empleo y el trabajo decente, nuestra participación activa en la preparación de la sesión de la Comisión del año que viene es de vital importancia.
- Estamos aquí como miembros de la sociedad civil. Promover respeto e igualdad para todos es nuestra premisa. La Organización de Naciones Unidas debe ser también NUESTRA Organización de Naciones Unidas.