Costa de Marfil: Los docentes sometidos a horarios demasiado largos y clases sobrepobladas
En la última reunión regional africana sobre el programa EPT/SIDA, 28 docentes sindicalistas de todo el continente abordaron la sempiterna cuestión de garantizar el acceso a la educación para todos los niños y niñas, sin dejar de garantizar una enseñanza de calidad. Asimismo, compartieron sus experiencias sobre el apoyo que ha de prestarse a los compañeros y compañeras que viven con el VIH y la promoción de un cambio de comportamiento para prevenir el VIH.
La visita a una escuela primaria pública local en Grand Bassam, en el sureste de Costa de Marfil, con sus oscuras aulas repletas de filas de los alumnos sentados en toscos bancos de madera, brindó la oportunidad de saber qué piensan los docentes sobre los efectos que producen la escasez de personal, las clases sobrepobladas y los escasos recursos de las escuelas.
Las largas jornadas de clase, que empiezan antes de las 8 de la mañana y terminan hasta las 5 de la tarde, afectan negativamente y por igual tanto a docentes como a alumnos. “Además de lo cansado que puede resultar para nosotros los docentes, los alumnos tienen dificultades para prestar atención después de un cierto tiempo", señaló un docente que tiene a su cargo 50 alumnos.
Con nada menos que 13 asignaturas por impartir, así como un curso y marco de enseñanza en plena evolución, otro docente con 13 años de experiencia nos confió: “Tenemos demasiadas cosas que hacer, cada vez se añaden a nuestras responsabilidades propias de la docencia más obligaciones extracurriculares; el trabajo puede resultar abrumador”.
Un compañero expresó su frustración ante la constatación de que el objetivo haya dejado de ser la educación, para convertirse simplemente en la obligación de terminar el curso. “Llegué a la enseñanza por vocación. Me motivó un imperioso deseo de trabajar para educar a los niños. Hoy, mi motivación se encuentra un tanto vapuleada ante las dificultades del plan de estudios, las condiciones financieras y la burocracia del sistema educativo”.
Marie-Josée Mangle, Inspectora de Educación Infantil y Primaria de la zona, supervisa 41 escuelas con 12.500 alumnos y más de 300 docentes. Se lamentó de que el tamaño de las clases puede exceder los 75 alumnos. “Con ese nivel de hacinamiento resulta imposible que los docentes trabajen bien en clase”. Visto el número de docentes formados que buscan empleo, Mangle opina que las autoridades deberían abrir más centros de enseñanza primaria y ampliar las posibilidades educativas para la primera infancia.
Fomentar el respeto
Los docentes aplaudieron la decisión de dejar atrás las formas tradicionales de castigo corporal, especialmente teniendo en cuenta las repercusiones legadas por la guerra civil, pero señalaron que la disciplina es un desafío constante en su lucha por encontrar incentivos para que los niños y las niñas asistan con regularidad a clases y hagan los deberes.
Un profesor responsable de la Comisión de Derechos del Niño describe la tendencia hacia un enfoque centrado en el niño, el cual pone de relieve sus derechos y responsabilidades. “Una vez que los niños son conscientes de sus responsabilidades, podemos promoverlas y así mejorar el comportamiento general que conduce a un nuevo enfoque en la comunicación entre docentes y alumnos, entre los propios alumnos y entre ellos y sus padres”, señaló.
Otro compañero docente hizo hincapié en la importancia del respeto en un contexto más amplio. “Nuestro empleador, el gobierno, no muestra hacia nosotros ningún respeto. La forma en que hablan de nosotros hace que resulte, a su vez, difícil para los padres el respetarnos”.
La acción sindical
Todos los docentes consideraron que sus sindicatos están haciendo todo lo posible para mejorar las condiciones de la enseñanza, teniendo en cuenta que el gasto nacional dedicado a la educación sigue siendo inferior al 7% del PIB prometido por los gobiernos de África occidental hace una década. Paul Gnelou, Secretario General del sindicato de docentes de la enseñanza primaria SYNEPPCI, declaró: “Mi trabajo consiste en representar los problemas de los docentes y estamos trabajando en relación con muchas problemáticas a la vez.”
En 2009, los sindicatos de Costa de Marfil encabezaron la creación de comités regionales para hacer frente a la escasez de docentes en Bonduku y San Pedro. Durante el primer semestre de 2010, los sindicatos de docentes de Costa de Marfil darán formación a más de 150 docentes sobre cómo promover la no violencia en las escuelas y llevarán a cabo un estudio sobre las condiciones de aprendizaje en las escuelas de Port Buet, con el objetivo de mejorar las instalaciones escolares.