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Los resultados de un estudio financiado por la UE: “La hora del aprendizaje centrado en los estudiantes”, muestran que los docentes están comprometidos con la mejora de sus prácticas pedagógicas y dispuestos a escuchar las opiniones de sus alumnos al respecto.

Las respuestas a los cuestionarios enviados a sindicatos de docentes y estudiantes de toda Europa muestran que los docentes son partidarios de políticas que mejoren sus métodos pedagógicos, para atender mejor las necesidades de sus estudiantes. En ese sentido, están dispuestos a evaluar y mejorar sus prácticas junto a sus alumnos como asociados en la comunidad académica. Sin embargo, se muestran escépticos con respecto a los esfuerzos por implicar a los empleadores, ya que éstos promueven un modelo mercantilista de la educación, donde la calidad no es prioritaria. La enseñanza y la investigación han constituido tradicionalmente las dos dimensiones del trabajo académico. Según el estudio, los alumnos perciben ahora que la profesión académica se basa sobre todo en la investigación, mientras que la enseñanza es secundaria. Proponen, por consiguiente, otorgar más peso a la enseñanza en la carrera de los profesores. Los docentes, por su parte, preferirían tener menos que ver con tareas administrativas y enseñar más. Les gustaría tener clases con menos alumnos, en las que sientan que realmente pueden motivarles. El estudio insiste en el objetivo del Proceso de Bolonia, que es el de mejorar la calidad de la educación, y subraya un concepto de “comunidad académica” en el que tengan cabida tanto los docentes como los estudiantes. Estos hallazgos deberían ser un catalizador para las instituciones de la educación superior y los gobiernos, para que pongan en marcha medidas de apoyo al desarrollo pedagógico, en un marco que favorezca la libertad académica y el profesionalismo. Para más información sobre el proyecto, por favor visite (en inglés): www.t4scl.eu.