Resolución sobre el trabajo infantil
El Primer Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, reunido en Harare (Zimbabwe) del 19 al 23 de julio de 1995: 1. Recuerda la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas donde se establece que todos los niños (según la Convención, se entiende por niño todo ser humano desde su nacimiento hasta los 18 años de edad, salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad) tienen derecho a una educación obligatoria gratuita por lo menos hasta el nivel básico elemental, el Convenio de los Derechos del Niño donde se afirma que todos los niños tienen derecho a ser protegidos contra todo tipo de negligencia, crueldad y explotación y el Convenio No. 138 y la Recomendación No. 146 de la OIT relativos al mínimo de edad requerido para trabajar;
2. Apoya las reflexiones del Director General de la OIT: "La infancia es un período en la vida que debería ser dedicada a la educación y a la formación, y no al trabajo; por su naturaleza y por las condiciones de trabajo en que se hace, el trabajo infantil compromete la posibilidad que tienen los niños de convertirse en adultos productivos y útiles a la sociedad; por último, el recurso al empleo del trabajo infantil no es inevitable, y el progreso hacia su eliminación es posible donde hay la voluntad política de oponerse con determinación."
3. Observa que a pesar de que existe mayor conciencia de esta escandalosa explotación de los más débiles en nuestra sociedad, el trabajo infantil sigue existiendo en sus más variadas formas, incluyendo el trabajo forzado;
4. Tiene en cuenta que esta explotación infantil va en aumento tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo;
5. Condena el hecho de que los gobiernos de muchos países cierran los ojos frente a la grave situación de los niños en abandono, los niños de la calle, los niños sometidos a la explotación sexual y económica, los niños en la prostitución y la utilización de niños como soldados;
6. Condena a los empleadores que explotan a los niños para aumentar sus ganancias y que por ello les deniegan el derecho a la educación y a la infancia;
7. Denuncia a los gobiernos que han fallado en promulgar o hacer cumplir la legislación adecuada sobre este asunto;
8. Da la bienvenida a las acciones que, en aumento, vienen llevando a cabo la OIT, el UNICEF, la UNESCO, la CIOSL y los SPI de la CIOSL;
9. Apoya el boicot sobre las importaciones de artículos fabricados por niños y nuevas medidas para eliminar la explotación del trabajo infantil.
El Congreso determina que la Internacional de la Educación debe: 10. Continuar a publicar material por sí sola y conjuntamente con la CIOSL y los Secretariados Profesionales Internacionales sobre el tema del trabajo infantil;
11. Continuar a trabajar con otras organizaciones apropiadas desarrollando estrategias apropiadas para desarrollar la campaña; 12. Trabajar con los afiliados de la IE en los países donde prevalece el trabajo infantil para buscar consejos y asistencia y haciendo particular hincapié en el hecho de que la provisión de una educación primaria apropiada así como la provisión de comidas escolares gratuitas son el componente más importante en cualquier programa encaminado a atacar el problema.
El Congreso hace un llamamiento a las organizaciones afiliadas para:
13. Reconocer que toda actividad sobre el trabajo de los niños requerirá una estrecha colaboración entre la IE y sus organizaciones afiliadas;
14. Colaborar con la CIOSL, la OIT, el UNICEF y la UNESCO y así encontrar maneras de eliminar el trabajo infantil; 15. Promover en toda ocasión posible el derecho a la educación obligatoria y gratuita para todos los niños;
16. Adoptar un enunciado de políticas sobre el trabajo infantil y participar de manera activa en los programas que se vienen desarrollando para acabar con el trabajo infantil;
17. Abogar por reformas educativas que hagan más accesible la educación y la pongan al alcance de las posibilidades de los niños provenientes de familias pobres;
18. Presionar a los gobiernos para asegurar que los niños pobres reciban algún tipo de nutrición durante las jornadas escolares;
19. Colaborar con otras ONG y las agencias intergubernamentales para diseñar programas que permitan una transición de la escuela al trabajo con mayor éxito;
20. Exponer el asunto del trabajo infantil a todos los niveles de sus organizaciones y de la sociedad. Esta información debe estar dirigida a movilizar esfuerzos para educar a las comunidades y padres de familia sobre los costos y peligros que el trabajo infantil tiene para los niños, las familias, las comunidades locales y la sociedad en general;
21. Promover que el docente se convierta en un monitor en la lucha contra el trabajo infantil, colaborando en evaluar el grado de ausencia escolar y su relación con el trabajo infantil;
22. Apoyar los programas de alfabetización y de educación básica para adultos, de mujeres en especial, como medidas fundamentales en la lucha contra el trabajo infantil;
23. Presionar a sus gobiernos para que ratifiquen los Convenios sobre los Derechos del Niño sin excepción alguna cada vez que las informaciones proporcionadas por la Internacional de la Educación indican que éste no es el caso.