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Los sindicatos como apoyo de los docentes en la negociación de las cuestiones profesionales y la repercusión de los datos en la educación fueron los temas principales de la Red de Investigación de la Internacional de la Educación.

El modo en que los datos conducen a una percepción «simplista» e «ingenua» de los sistemas educativos y la necesidad de atender las peticiones de apoyo de los docentes fueron los temas tratados por los investigadores principales en educación congregados en la reunión de la Red de Investigación (ResNet) de la Internacional de la Educación, celebrada del 31 de mayo al 1 de junio en Bruselas (Bélgica).

Los sindicatos y la identidad profesional del docente

La sindicación de los docentes y el desarrollo del potencial de la profesión fue lo más destacado de la conferencia. El informe fue encargado por el Instituto de Investigación de la Internacional de la Educación. Howard Stevenson, de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), destacó el aumento de la carga de trabajo que han sufrido los docentes. Afirma que la educación se considera clave para la mejora de la competitividad en el mercado económico, lo cual ha llevado a los padres a ser más exigentes en aras de un futuro mejor para sus hijos.

Stevenson ha destacado que las mayores amenazas tienen que ver con las cuestiones profesionales, dada la menor influencia que ejercen los docentes en las políticas de negociación y las políticas profesionales.

También ha lamentado la tendencia actual a tildar la profesión docente de desprofesionalizada, individualizada e inmersa en los datos para justificar la labor que deben realizar los docentes, y en la que cada vez hay más competitividad.

Ha explicado que el déficit de recursos en los sindicatos de docentes representa un obstáculo para tomar medidas reales y enfrentarse a retos como el aumento de trabajo, la desprofesionalización, la privatización, los ataques contra la democracia y los derechos de los trabajadores y los cambios duraderos en la participación de los sindicatos (docentes) y la sociedad civil.

Ahora lo más importante es lograr un apoyo sindical suficiente que satisfaga una demanda de afiliación creciente, así como los recursos necesarios para atender esa demanda, ha dicho Stevenson. Esto se puede hacer buscando nuevas formas de dotar de capacidad a los sindicatos de docentes recurriendo a la fuerza colectiva de sus miembros de base, asegura.

Stevenson también ha subrayado el concepto de «sindicalidad», esto es, el hecho de que los sindicatos sean parte fundamental de la identidad profesional de los docentes. «Un docente debería decir: «no puedo ser el docente que quiero ser a menos que me afilie a un sindicato».

Para que la profesión docente pueda hacer frente a los actuales desafíos, tiene que respaldar a sus miembros y animarles a ser líderes, insiste Stevenson. Lo idóneo sería que un docente se dijera a sí mismo: «Me involucro y participo en mi sindicato y soy un líder dentro del sindicato».

Aunque lamenta que se infantilice el modo en que los docentes entienden su profesión, Stevenson está convencido de que la manera de plantear el discurso influye en las soluciones políticas, por lo que los docentes y sus sindicatos, que son organizaciones colectivas democráticas, tienen que formular el discurso sobre las cuestiones educativas y crear alianzas, especialmente con los empleadores.

La datificación de la educación

Phil McRae, director ejecutivo de la Alberta Teachers’ Association y profesor adjunto de la Facultad de Educación de la Universidad de Alberta, también suscitó gran interés al ahondar en cómo está afectando el que haya más inversión y actividad dedicada a la medición, evaluación y calificación digital del aprendizaje del alumno en la labor de enseñanza y aprendizaje en Canadá y, cada vez más, en todo el mundo.

También mostró la investigación acerca del valor e impacto que perciben los docentes y los directivos de los centros en lo que respecta a las calificaciones, la evaluación y la medición del bienestar digitales. Y ayudó a identificar tendencias mundiales relacionadas con la tecnología educativa, la datificación del aprendizaje y la emergencia de nuevos mercados para la comercialización de los sistemas de educación pública.

Lamentando la percepción «mecanicista» de los sistemas educativos, que también calificó como «simplista» e «ingenua», McRae insistió en la necesidad de que los sindicatos de educación eduquen e informen a miembros y padres acerca de las implicaciones que tienen los datos que se recogen en los centros y entre los estudiantes.