La Jornada Suiza de la Educación se centra en la salud de los educadores
Con ocasión de la Jornada Suiza de la Educación, los sindicatos de docentes reclamaron que los empleadores dediquen esfuerzos a proteger mejor su salud, con el eslogan “Escuelas sanas – buenas escuelas”.
Pero esfuerzos individuales no serán suficiente para mantener a los docentes en activo saludables y motivados a largo plazo, se requieren mejoras sistémicas. Este fue el mensaje esencial enviado por el Dachverband Lehrerinnen und Lehrer Schweiz(LCH) y el Syndicat des Enseignants Romands(SER) el 31 de agosto, Jornada Suiza de la Educación, que se celebra cada dos años. Los dos sindicatos de docentes presentaron reivindicaciones que obligarían al empleador a contribuir para proteger mejor la salud de los docentes.
Estudios alarmantes
Un estudio encargado por LCH reveló que 70 por ciento de los profesores de lengua alemana trabajan a tiempo parcial, la tercera parte de ellos por motivos de salud. En la primavera de 2017, otro estudio a cargo de SER reveló que cerca del 37 por ciento de los docentes habían reducido sus horas de clase en los últimos cinco años, la mayoría por motivos de salud o para reducir su carga laboral.
Un tercer estudio demostró también que las lesiones declaradas ocasionadas por aulas con condiciones inadecuadas, calidad del aire o de la iluminación, así como una alta interacción constante pueden tener repercusiones negativas sobre el bienestar y el rendimiento de los alumnos. Según otro estudio realizado en Suiza, la incidencia entre los docentes por motivos profesionales representa 37,6 millones de francos suizos (32,8 millones de euros) al año.
Declaración sindical conjunta
Todos estos resultados empujaron a las asociaciones de docentes a unir sus fuerzas para defender la salud del profesorado.
Unos 170 invitados tomaron parte en el evento organizado con ocasión de la Jornada Suiza de la Educación celebrado en Berna, desde actores y dirigentes del sector educativo hasta políticos y representantes de sanidad, para debatir en torno a cómo pueden desarrollar los docentes su trabajo sin perjudicar su salud.
Por medio de su proyecto de salud, LCH ha identificado ya las mejoras necesarias a nivel municipal, cantonal y federal. El documento elaborado junto con el SER, detalla claramente cuatro requisitos:
• Mandato del puesto de trabajo: Ha de estar conforme con los recursos disponibles.
• Edificios escolares: Deben cumplir las normas de salud y seguridad.
• Gestión de la salud: Las escuelas deben contar con recursos adecuados, a fin de aplicar medidas para proteger la salud.
• Medidas de apoyo: Deben estar disponibles para aquellos docentes con problemas de salud.
Docentes y entornos educativos sanos revierten en mejores resultados escolares
“Más de seis de cada 10 docentes consideran que su salud se ha deteriorado en los últimos años. Esta cifra resulta particularmente preocupante y debe llevar a las personas responsables a adoptar las medidas necesarias para mejorar rápidamente la salud del personal docente”, indicó el presidente del SER, Samuel Rohrbach, informando sobre la investigación publicada recientemente por su sindicato.
En su declaración final, el presidente de LCH, Beat W. Zemp, recalcó que, en última instancia, todos los actores de la educación comparten los mismos problemas: “Nuestro objetivo común es mejorar la calidad de la educación. Está demostrado que unos docentes sanos en un entorno de enseñanza sano repercuten en mejores resultados escolares de los alumnos, frente a docentes estresados que se ven obligados a impartir clases en aulas que no cumplen las normas legales o donde se exceden con mucho los límites de CO2”.
Además del documento de posición, durante la Jornada se presentaron unas nuevas directrices para las escuelas, autoridades e instituciones para la formación inicial y en prácticas, mostrando por qué la salud de los docentes es un requisito indispensable para contar con unas buenas escuelas.