Una educación de calidad constituye la mejor garantía contra el trabajo infantil
Todos los años la Internacional de la Educación celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil el 12 de junio. Así pues, la IE insta a los sindicatos de la educación a que participen en actividades públicas con el fin de demostrar el compromiso asumido por los docentes y el personal de apoyo educativo para erradicar el trabajo infantil y promover una educación pública de calidad para todos y todas.
Según la Organización Internacional del Trabajo OIT, 152 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil, concentrada principalmente en la agricultura y la economía informal. En los últimos veinte años se han realizado progresos en la eliminación del trabajo infantil y el trabajo forzoso, pero es preciso acelerar considerablemente el ritmo a fin de alcanzar la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para el año 2025.
Para la Internacional de la Educación (IE), la escolarización a una edad temprana constituye la forma más efectiva de apartar a niños y niñas del mercado laboral y de ofrecerles la oportunidad de adquirir las habilidades necesarias para encontrar un trabajo decente en el futuro. La educación y la formación son importantes para el desarrollo social y económico, por ende, requieren financiación y responsabilidad públicas. No obstante, en muchos países, los centros educativos accesibles para las familias desfavorecidas no gozan de una financiación adecuada, están mal equipados y no cuentan con suficiente personal cualificado.
En ocasión del Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2018, los sindicatos de la educación reivindican:
· Una educación pública de calidad, gratuita y obligatoria para toda la niñez, al menos hasta que alcancen la edad mínima de admisión al trabajo o al empleo, así como medidas para llegar a la población no escolarizada;
· Inversiones en materia de educación y en programas de protección social;
· La eliminación de todos los costes, directos e indirectos, relacionados con la educación y la puesta en marcha de programas de incentivos que fomenten la escolarización;
· La contratación de nuevos docentes, así como el disfrute de sus derechos y condiciones profesionales adecuadas (Recomendación de la OIT/UNESCO sobre el estatus del personal docente);
· Un enfoque centrado en el proceso de transito de la escuela al mundo de trabajo decente.
Así se pronunciaron representantes de los Gobiernos y las organizaciones de empresarios y trabajadores ante la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil, celebrada en Buenos Aires del 14 al 16 de noviembre de 2017. En la declaración final se comprometieron a "Fortalecer las políticas y programas encaminados a garantizar la igualdad de acceso a la educación gratuita, pública y obligatoria para todos los niños; mantener a los niños, en particular a las niñas y a otros niños que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, en sistemas educativos de calidad e inclusivos …".
Además de las actividades de incidencia, numerosos sindicatos de trabajadores y trabajadoras de la educación afiliados a la Internacional de la Educación participan en acciones directas en su lucha contra el trabajo infantil. Por ejemplo, en Malí, Nicaragua, Uganda y Zimbabue, entre 2014 y 2017 más de 16,000 niños y niñas fueron retirados del trabajo para ser escolarizados o evitar el abandono escolar, gracias a la creación de las zonas libres de trabajo infantil. Los sindicatos docentes han contribuido al desarrollo de estas en cooperación con las autoridades locales y otras organizaciones de la sociedad civil. La participación de las afiliadas de la IE en dichos proyectos ha incrementado su influencia en el diálogo social, visibilidad y la afiliación a nivel local.