«Los sindicatos de la educación: fundamentales para satisfacer las necesidades profesionales del personal educativo»
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por Howard Stevenson
Son muchos los países que se enfrentan a enormes problemas a la hora de contratar personal educativo para las escuelas, los institutos y las universidades y crear las condiciones laborales que permitan retenerlos en ese trabajo. De acuerdo con varios estudios de investigación, el profesorado rara vez tiene acceso al tipo de desarrollo profesional de alta calidad que necesita para ser todo lo efectivo que desea ser en su trabajo. Nuestro estudio se enmarca dentro del proyecto del CSEE cofinanciado por la Comisión Europea « Education Trade Unions for the Teaching Profession: Strengthening the capacity of education trade unions to represent teachers’ professional needs in social dialogue» (Sindicatos de la educación para la profesión docente. Fortalecimiento de la capacidad de los sindicatos de la educación para representar las necesidades profesionales de los docentes en el diálogo social). En el estudio, los autores sostenemos que el hecho de dejar desatendidas las necesidades profesionales del personal docente es una cuestión sindical —y que los sindicatos de la educación ya desempeñan un papel fundamental para satisfacer las necesidades profesionales del personal educativo.
A pesar de que la importancia y los beneficios del desarrollo profesional para el profesorado ya se han reconocido de forma generalizada, la realidad de las experiencias del personal docente casi siempre es negativa. En este sentido, nuestro estudio ha identificado dos explicaciones:
- Un acceso limitado: el acceso del profesorado a las actividades de desarrollo profesional (DP) suele ser limitado. Raramente gozan de garantías contractuales para acceder a algún tipo de DP y si desean participar en actividades de DP suelen verse forzados/as a hacerlo de manera independiente, en su tiempo libre y/o haciéndose cargo de los gastos.
- Mala calidad: el personal educativo sostiene que el DP, cuando se ofrece, suele ser de mala calidad o inapropiado. En muchas ocasiones, se ofrece DP al personal docente para contribuir a la consecución de metas impuestas a nivel central. Los profesionales de la educación sienten que apenas tienen control sobre la identificación y la satisfacción de sus propias necesidades profesionales. En lugar de apoyar el desarrollo de capacidades fundamentales, el DP suele considerarse una oportunidad perdida de adquirir competencias.
Nuestro estudio, realizado entre sindicatos de la educación de toda Europa (dentro y fuera de la Unión Europea), mostró que los sindicatos de la educación tienen un papel fundamental que desempeñar para acometer los problemas de acceso y calidad mencionados anteriormente. El estudio reveló cinco estrategias adoptadas por los sindicatos de la educación. Dichas estrategias no son mutuamente exclusivas y muchos sindicatos utilizan varias de ellas, e incluso todas ellas en algunos casos. Se ofrecen como posibles enfoques que los sindicatos de la educación pueden adoptar en función del contexto y las circunstancias en las que trabajen.
Satisfacer las necesidades profesionales del personal educativo: cinco estrategias sindicales
- Elaborar una agenda de negociación amplia: la importancia del diálogo social. Transformar las cuestiones profesionales en procesos de diálogo social, incluida la negociación colectiva, garantiza que el personal docente tenga una voz real e independiente y que su derecho al desarrollo profesional esté protegido contractualmente. Las cuestiones profesionales son cuestiones de negociación colectiva.
- Satisfacer las necesidades profesionales del personal educativo: educar a los educadores. Los sindicatos de docentes desempeñan un papel fundamental a la hora de asegurar el acceso del profesorado al desarrollo profesional ofreciéndoles directamente oportunidades de formación, ya sea de forma independiente o en colaboración con otros actores. En el informe completo, ofrecemos numerosos ejemplos de cómo se involucran los sindicatos de docentes para ofrecer un desarrollo profesional de gran valor y calidad a su membresía.
- Facilitar la autoorganización. Comprometerse con las necesidades profesionales del personal educativo brinda oportunidades de autoorganización que permiten a la membresía trabajar unida para identificar y abordar sus propias necesidades profesionales. Se trata de una labor basada en los principios sindicales tradicionales de la autoorganización de los trabajadores e implica, por ejemplo, que los miembros organicen su propio desarrollo profesional, reuniones de docentes y grupos de lectura. Estos enfoques proponen una alternativa a los modelos de DP verticales y ofrecen al personal docente propiedad y control sobre su propio desarrollo profesional.
- La formulación del discurso sobre educación y apoyo de calidad a los profesionales de la educación. Los sindicatos de la educación actúan como defensores de la educación de calidad y la inversión en la educación como bien público. Esta labor es fundamental en la formulación del discurso sobre la educación pública y puede ayudar a cambiar la opinión popular sobre la inversión en los recursos necesarios para abordar los problemas identificados en nuestro informe.
- Crear alianzas y establecer asociaciones. Los sindicatos de la educación trabajan con un amplio abanico de órganos gubernamentales y no gubernamentales para garantizar que se aborden las necesidades profesionales del profesorado. En el informe ofrecemos numerosos ejemplos de cómo los sindicatos de la educación trabajan con federaciones sindicales, universidades, institutos de investigación y pedagógicos especializados, ministerios y organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de abordar de manera más efectiva las necesidades profesionales del profesorado. Varios sindicatos emplean fondos de la UE cuando esta los ofrece.
Sindicatos de la educación: representar al personal educativo en todos los aspectos de su trabajo
En ocasiones se dice que las «cuestiones profesionales» no deberían ser asunto de los sindicatos de la educación, su interés debería centrarse en aspectos cotidianos como los salarios y las condiciones laborales. Esta distinción entre aspectos «profesionales» y «sindicales» del trabajo del personal docente no solo tiene escasa utilidad, sino que además es perjudicial. Un/a educador/a no es un profesional o un trabajador, ni es profesional en un momento dado y trabajador en otro. Siempre es ambos, de forma simultánea. Las cuestiones como el salario, el rendimiento, la carga laboral y el desarrollo profesional son inseparables. Si se desvirtúa algún aspecto del trabajo de un/a docente, le será más difícil progresar en cualquier otro.
El profesorado desea influir y controlar de forma significativa todo su trabajo, tanto en calidad de profesionales como de trabajadores. El personal educativo desea el espacio, la autonomía y la confianza para ejercer su criterio profesional independiente dentro de un marco de rendición de cuentas adecuado y proporcionado. A tal fin, es imprescindible contar con unas condiciones laborales adecuadas y una cantidad de tiempo y recursos apropiados. Además, el personal docente debe disponer de los conocimientos profesionales y el sentido de agencia colectiva que les permitan defender lo que creen que es el interés de sus estudiantes.
Los sindicatos de la educación son las únicas organizaciones colectivas, independientes y democráticas que pueden representar la voz del personal educativo en todos los aspectos de su trabajo. Nuestro informe muestra las distintas formas en que los sindicatos de la educación de toda Europa trabajan para apoyar al personal docente en todos los aspectos de su trabajo, a menudo en circunstancias difíciles. Este planteamiento es fundamental si queremos que los sistemas de educación pública sean capaces de responder de forma efectiva a los enormes retos a los que se enfrenta Europa y también el resto del mundo. El informe concluye asimismo que si el personal docente desea mejorar cualquier aspecto de su trabajo, la organización colectiva con sus compañeros/as a través de sus sindicatos es la forma más efectiva de impulsar cambios y conseguir progresos reales. En momentos difíciles en los que no hay más alternativa que trabajar juntos y organizarse, los sindicatos de la educación ofrecen el espacio adecuado para ello.
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Howard Stevenson es profesor de Liderazgo Educativo y Estudios Políticos en la Universidad de Nottingham. Sus intereses de investigación están relacionados con la política, la profesionalidad del personal docente y las relaciones laborales en el sector de la educación. Es el coautor, junto con Nina Bascia, del informe de la Internacional de la Educación titulado « Sindicar al personal docente: desarrollar la fuerza de la profesión».
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.