Los sindicatos de la educación establecen las prioridades para responder mejor a las necesidades de los sindicatos cooperantes
Los representantes de los sindicatos de la educación discutieron las prioridades de la cooperación para el desarrollo y las formas de atender mejor las necesidades de los socios tanto receptores como donantes.
La Internacional de la Educación (IE) presentó y debatió con los representantes de los sindicatos docentes los resultados de una encuesta realizada a las afiliadas sobre las prioridades y la financiación de las políticas en materia de solidaridadycooperación para el desarrollo (CD). Entre las prioridades de los que respondierona la encuesta figuraban incrementar el número de miembros, el diálogo social, la renovación sindical y los jóvenes líderes.
No obstante, parece que los temas de los proyectos de CD no coinciden necesariamente con las prioridades y las necesidades de las afiliadas.
Todas las afiliadas pueden ofrecer su apoyo a otras
El objetivo principal del debate sobre la encuesta era reflexionar sobre cómo podía mejorarse el apoyo que todas las afiliadas necesitan.
Los participantes estuvieron de acuerdo en que todas las organizaciones miembro, en el marco de la cooperación para el desarrollo, pueden ofrecer su apoyo a otras. Este apoyo puede brindarse mediante asistencia económica o el intercambio de experiencias.
Como lo expresó Yamile Socolovsky de CONADU / Argentina, “nuestro mayor desafío en América Latina es recordar que los sindicatos que reciben ayuda también deberían dar algo a cambio, algún tipo de ayuda e intercambio. Los sindicatos consideran a menudo a la IE como una organización que da, no como una organización a la que deben dar algo. La cooperación para el desarrollo debe ser una vía de doble sentido y deberíamos tenerlo siempre presente”.
El desafío entonces es encontrar un mejor equilibrio entre los donantes y los receptores, subrayó el equipo de CD de la IE.
La necesidad de un replanteamiento conceptual de las actividades de CD
Robert Gustafsson, de Lärarförbundet/Suecia, insistió en la importancia de adoptar un nuevo marco conceptual, un modelo en el que se puedan observar cambios positivos en ambas partes, que fortalezca a los diversos socios.
Los participantes también destacaron que los socios de un proyecto de un mismo país deberían conocer el contexto y no dispersar sino reunir sus fuerzas para llevar a cabo los proyectos, y que los sindicatos receptores deberían asumir rápidamente la “propiedad” del proyecto de CD.
“En África”, enfatizó Assibi Napoe de la oficina regional de la IE en África, “los sindicatos que necesitan ayuda a veces no participan en las actividades de CD porque los donantes quieren ver resultados, tienen su manera de evaluar las necesidades, pero a veces los resultados son difíciles de conseguir porque el sindicato de la educación es demasiado débil y no puede seguir los procesos de la CD”.
El equipo de CD de la IE concluyó la sesión explicando que los debates habían puesto de manifiesto la necesidad de replantear los objetivos de la CD y tener en consideración la viabilidad de los proyectos de CD. Si bien ciertamente hay un margen de mejora, y las oficinas regionales de la IE tienen que desempeñar una función esencial al respecto, el equipo transformará este debate en propuestas concretas para los participantes y sus sindicatos.