“El personal de apoyo educativo: dar visibilidad a la fuerza laboral invisible», por Philippa Butler.
Suscríbase
Subscríbase al boletín de Mundos de la Educación.
Suscríbase
Subscríbase al boletín de Mundos de la Educación.
Gracias por subscribirse
Algo salió mal
El personal de apoyo educativo (PAE) es una parte fundamental de la fuerza laboral educativa. Ayuda a llevar a cabo todas las tareas de fondo y que no vemos a primera vista pero que garantizan que el personal docente pueda enseñar y el alumnado pueda aprender. Junto con los docentes y la dirección, el PAE se encarga de crear y mantener una cultura escolar donde pueda tener lugar el aprendizaje.
A pesar de que las escuelas e instituciones educativas de todo el mundo cuentan con estos profesionales, no sabemos mucho sobre quiénes son, cómo los contratan o qué necesitan.
La Internacional de la Educación reconoce la importancia del PAE en todo el mundo. Hace un tiempo encargó un estudio sobre el papel, el impacto, el estatus y las condiciones de trabajo del PAE como parte de su actual trabajo sobre este personal. Para llevar a cabo este estudio se utilizó una encuesta enviada al PAE y otra encuesta enviada a los dirigentes sindicales, con el fin de analizar las diferencias y similitudes entre siete casos de estudio de países: Brasil, Canadá (Quebec), Francia, Nueva Zelanda, Filipinas, Estados Unidos y Zimbabue. Las encuestas se centraban en las características del PAE, sus condiciones de empleo y de trabajo y el apoyo que reciben de sus sindicatos.
El PAE está integrado principalmente por mujeres de una edad comprendida entre 40 y 60 años y con un salario bajo. La mayoría tiene salarios mucho más bajos que el salario medio de su país. A pesar de que la mayor parte de este personal tiene contratos fijos, las condiciones laborales en algunos casos son muy precarias. Sus salarios no cubren las vacaciones y muchos no saben hasta pocos días antes de que acabe el periodo vacacional si se les va a contratar para el siguiente curso escolar.
Además, se observó un gran desequilibrio entre el bajo estatus del PAE y la importante contribución que presta a la comunidad educativa. De hecho, mayoría de estos profesionales están satisfechos con sus funciones de apoyo educativo y se sienten seguros a la hora de llevar a cabo las tareas asociadas a sus empleos. También sienten que realizan un trabajo relevante tanto para el alumnado como para los docentes. Sin embargo, a pesar de sentirse respetados por los docentes, la dirección escolar, los estudiantes y los padres con los que interactúan a diario, consideran que la sociedad en su conjunto les atribuye un estatus medio o bajo.
El acceso a oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional continuo varía en función del país. En los casos donde sí tienen acceso a este tipo de oportunidades, estas tienen lugar generalmente una vez al año. La mayor parte del PAE no recibe oportunidades de formación para mejorar sus competencias, ni de promoción, ni de asumir mayor responsabilidad, aun cuando esto les ofrecería la posibilidad de desarrollar sus conocimientos sobre sus funciones.
Las conclusiones también muestran que el PAE se siente comprometido con su trabajo: pese a los bajos salarios y la preocupación sobre la continuidad o la seguridad laboral a largo plazo, la mayoría estima probable o muy probable permanecer en el mismo empleo en los siguientes cinco años. El escaso reconocimiento que reciben por su trabajo no se corresponde con la energía y el compromiso que invierten en él.
El PAE dejó muy claro su deseo de que los sindicatos defiendan sus derechos y su reconocimiento como parte fundamental de la fuerza laboral educativa. Los sindicatos respondieron a este reto organizando campañas sobre una remuneración decente, seguridad laboral y condiciones de trabajo y empleo justas.
Las conclusiones del estudio dejan patente la necesidad de que los sindicatos actúen en defensa del personal de apoyo educativo. A tal fin, los sindicatos pueden:
- Ofrecerles información sobre sus derechos y responsabilidades legales;
- Defender los puestos fijos y salarios más altos;
- Abogar por mejores oportunidades de aprendizaje, desarrollo profesional continuo y progreso en la carrera;
- Defender que el aprendizaje y desarrollo profesional continuo y la adquisición de cualificaciones deben ir acompañados de aumentos salariales;
- Abogar por la participación del PAE en la toma de decisiones;
- Sensibilizar sobre las funciones y las condiciones de trabajo del PAE entre el personal docente y de dirección; y
- Reconocer el trabajo que realiza el PAE al apoyar a los estudiantes y fomentar el buen funcionamiento de las escuelas y otras instituciones educativas.
Continuar investigando sobre esta cuestión ayudará a establecer una argumentación sólida sobre la importancia del PAE y la necesidad de que su figura se reconozca y se valore. A partir de ahora sería útil:
- Centrarse en las diferencias y las similitudes entre el PAE de las diferentes categorías profesionales. El personal de apoyo engloba un amplio abanico de puestos en las escuelas, como el personal administrativo, los técnicos de laboratorio, el personal de mantenimiento, los bibliotecarios o las personas que suministran la comida para los alumnos. Cada grupo puede tener un grado de visibilidad mayor o menor, y estar valorado en mayor o menor medida por el personal docente y los estudiantes.
- Entrevistar al PAE para recopilar más testimonios sobre sus trabajos y los retos a los que se enfrentan. Sus historias podrían ayudar a conocer mejor sus trabajos y condiciones de empleo y destacar el esfuerzo de tantas personas reales en favor de los estudiantes pese a recibir un salario precario y un escaso reconocimiento.
Realizar la encuesta sobre el PAE en más países y repetirla en un plazo de unos cinco años para realizar un seguimiento de las condiciones de empleo y trabajo del PAE en todo el mundo y a lo largo del tiempo.
El informe completo de las conclusiones de la encuesta sobre el PAE (en inglés) está disponible aquí.
El informe ejecutivo en español está disponible aquí.
Philippa Butler es investigadora en el Instituto de Educación en la MasseyUniversity, Nueva Zelanda. Su función está orientada totalmente a la investigación e incluye trabajar en proyectos de investigación y evaluación financiados tanto de forma interna como externa. Es experta en metodologías de la investigación y en investigación educativa y antropológica. Posee un Doctorado en Antropología social, centrado en personas que se identifican con múltiples grupos étnicos.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.