RDC: la IE y sus afiliadas hacen campaña por una educación pública gratuita
Si bien el personal docente de la República Democrática del Congo ha acogido con satisfacción la gratuidad total de la enseñanza primaria y la supresión de los gastos de matrícula por parte del gobierno, sigue reiterando su preocupación por los salarios del personal docente y la necesidad de encontrar una financiación sostenible para la educación pública.
En este curso escolar 2019-2020 tendrán lugar varios cambios en el sector de la educación de la República Democrática del Congo (RDC), cambios que el presidente Félix Tshisekedi comunicó oficialmente el pasado 2 de septiembre en la escuela Mokengeli de Lemba.
Educación gratuita y aumento salarial para el personal docente
En primer lugar, a partir de ahora habrá un ministro de Estado para la enseñanza primaria, secundaria y profesional.
Por otro lado, tal como ha decidido el presidente, la enseñanza preescolar, primaria y secundaria serán totalmente gratuitas. De hecho, ya es así en la educación primaria, donde los padres no pagan nada. En infantil y en secundaria los padres solo pagan los gastos de funcionamiento, que representan un máximo de una décima parte de los gastos para cubrir los salarios de los maestros.
El Estado ha aceptado asumir y aumentar los salarios del personal docente en tres etapas y hacerse cargo también de los gastos de funcionamiento de las escuelas públicas de primaria y de las oficinas de gestión.
La primera etapa de aumentos salariales ya se ha iniciado y los trabajadores de menor rango del sector educativo recibirán un mínimo de 100 dólares. La segunda y la tercera etapa de aumentos salariales tendrán lugar el próximo año. Tras la última etapa, estos trabajadores de menor rango recibirán un mínimo de 250 dólares, además de los subsidios.
Las afiliadas a la Internacional de la Educación (IE), a saber, la Centrale de l'Education Nationale et de la Recherche Scientifique(CSC-Enseignement), la Fédération nationale des enseignants du Congo(FENECO-UNTC) y el Syndicat des Enseignants du Congo(SYECO), han aplaudido esta medida, necesaria desde hace tanto tiempo, y el hecho de que la educación por fin sea gratuita, aunque lamentan que no se haya solucionado todo para el comienzo de este nuevo curso escolar. También se mantienen vigilantes en lo que respecta a la aplicación de las medidas necesarias para mejorar la situación de la profesión docente y el desarrollo de la República Democrática del Congo.
Algunas incertidumbres persisten
Un punto de discordia entre el gobierno y los sindicatos es el carácter trimestral de la programación de los salarios de los funcionarios, dado que estos ajustes salariales no entrarán en vigor hasta octubre de 2019.
Además, los sindicatos sostienen que cuando se aplique la primera etapa el próximo mes, solo se concederán subsidios para la vivienda y el transporte a los maestros de Kinshasa y otras capitales de provincia. En su opinión, esto dará lugar a diferencias salariales entre los docentes de las capitales de provincia y los del interior del país.
Los sindicatos también lamentan profundamente la falta de diálogo y de negociaciones en torno a la decisión sobre la gratuidad de la educación y su aplicación.
Además, creen que esta medida será difícil de aplicar. El presupuesto necesario para llegar a la «última etapa» es de alrededor de 2600 millones de dólares, casi el 50 % de los ingresos del país. Por tanto, será necesario encontrar recursos permanentes para garantizar la sostenibilidad de la educación gratuita a largo plazo, así como su extensión a otros niveles educativos.
Por otro lado, los sindicatos lamentan que no se haya previsto incluir al profesorado de secundaria no remunerado en los planes del gobierno. De hecho, el país cuenta con 132 000 docentes en este nivel educativo y, aunque están reconocidos por el Estado desde hace varios años, no reciben ningún tipo de remuneración. Aun así, el próximo mes solo se incluirá al personal docente de primaria.
Por tanto, la contribución económica de los padres seguirá siendo necesaria para pagar al personal docente de secundaria, además de los gastos de funcionamiento. Por consiguiente, los sindicatos reivindican que la gratuidad implantada en las escuelas de primaria estatales y religiosas se amplíe hasta la secundaria.
Ante las dificultades para aplicar la política sobre la gratuidad de la educación, los sindicatos se han embarcado en una campaña mediática centrada en el personal docente y la opinión pública para garantizar la aplicación de esta decisión presidencial.