Ei-iE

La educación y la investigación desempeñan un papel crucial para el medio ambiente y para el futuro de la humanidad

Resolución del 8º Congreso Mundial

publicado 17 septiembre 2019 actualizado 17 octubre 2024

El 8º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Bangkok (Tailandia) del 21 al 26 de julio de 2019:

a) Actualmente, los seres humanos y todo el conjunto de seres vivos del planeta se enfrentan a problemas medioambientales globales sin precedentes derivados del cambio global —incluido el cambio climático— relacionado con la antropización (colapso de la biodiversidad y de la biomasa, contaminación de los ecosistemas marino y continental, desertificación, degradación de los suelos y el riesgo de colapso de la productividad agrícola, la sobreexplotación de los recursos acuáticos, emergencia de patógenos, epidemias, etc.). Varias decenas de millones de seres humanos son víctimas del cambio climático que está provocando muertes, migraciones y pérdidas de bienes. A pesar de que ningún país puede escapar a las trágicas consecuencias del cambio global, las desigualdades entre los países con respecto de este cambio y con respecto de las capacidades de afrontarlo son abismales. Como también lo son las desigualdades entre los grupos sociales.

b) Frente a tal situación, los Estados deben implementar urgentemente una serie de medidas y de compromisos que respondan, entre otros, a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, al Acuerdo de París sobre el cambio climático y al Convenio sobre la diversidad biológica, para que podamos luchar eficazmente contra los procesos en curso que amenazan la integridad de la vida en el planeta.

c) El incremento en la temperatura global del planeta debe permanecer por debajo de +1,5 °C. Sobrepasar este nivel provocaría una cadena de catástrofes cuyas consecuencias son imposibles de evaluar por los científicos.

d) La movilización internacional, incluida la movilización juvenil, en favor del clima y en general en favor del medio ambiente y la justicia social está alcanzando niveles sin precedentes. En vista de los peligros globales del siglo XXI, esta movilización constituye un impulso a la lucha contra el cambio global, un cambio al que todos los países y todos los sectores deben dar respuesta con el fin de implementar una transición justa hacia un modo de vida más responsable desde el punto de vista ambiental y más equitativo socialmente.

e) El 8º Congreso Mundial de la IE, reunido en Bangkok del 21 al 26 de julio de 2019, sostiene que la contribución de la educación a todos los niveles — primera infancia, primaria, secundaria y terciaria—, así como la contribución de la investigación pública, son esenciales para hacer frente a la crisis medioambiental. Por este motivo, la IE apoya las recomendaciones siguientes:

a) Los Estados deben ampliar la cooperación internacional en materia de educación e investigación que contribuye:

(i) al desarrollo y al intercambio de conocimientos científicos relacionados con el cambio climático, los seres vivos y, de forma más general, con el sistema terrestre;

(ii) al desarrollo y el intercambio de tecnologías que permitan incrementar la eficiencia energética y poner fin al uso de combustibles fósiles y la fisión nuclear, en favor de sistemas energéticos que no pongan en riesgo el medio ambiente, que no requieran la utilización de minerales de tierras raras y que, además, respondan a las necesidades energéticas básicas de todos los países y sus poblaciones;

(iii) al desarrollo y la generalización de una agricultura y una industria que respeten el medio ambiente y la salud de los seres vivos y que respondan a las necesidades básicas del conjunto de las poblaciones del planeta;

(iv) al desarrollo y la difusión de propuestas alternativas al sistema económico y financiero mundial actual, orientadas a satisfacer las necesidades medioambientales, culturales, sanitarias y sociales sometiendo los acuerdos económicos y comerciales a estos criterios.

b) Estas cooperaciones internacionales deben prolongar y ampliar en gran medida aquellas que existen actualmente. Asimismo, deben respetar las condiciones esenciales para el ejercicio de las libertades pedagógicas y científicas, para la consideración de la temporalidad de las actividades de enseñanza y de investigación y, de forma más general, para el pleno desarrollo e intercambio de conocimientos.

c) El personal docente, el personal científico y sus organizaciones sindicales deben interactuar con las organizaciones sindicales de los trabajadores y de los ciudadanos de todos los países con el fin de apoyar los movimientos que luchan contra la crisis ecológica y social global y obligar a los gobiernos a adoptar políticas educativas y de investigación que permitan garantizar que los seres humanos pueden vivir en un planeta sostenible en materia de agua potable, alimentos, salud, energía, desarrollo urbano, economía y empleo.

d) La Internacional de la Educación abogará para que los ministerios de Educación colaboren con la profesión docente con el fin de desarrollar planes de estudio significativos relacionados con el cambio climático