Resolución urgente en solidaridad con Hong Kong
Resolución del 8º Congreso Mundial
El 8° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE), reunido en Bangkok, Tailandia, del 21 al 26 de julio de 2019:
1. Observando que cientos de miles, incluso millones, de valientes manifestantes han salido a las calles de Hong Kong para la que posiblemente sea la mayor serie de manifestaciones desde que Hong Kong fuera devuelto a China en 1997;
2. Y dado que, desde el Movimiento Paraguas de 2014, el Partido Comunista de Pekín ha dejado claro que no tiene intención de introducir ninguna reforma política hacia la democracia, como se prometió en la Ley Fundamental; y
3. Observando, además, que el gobierno de la Región Administrativa Especial de Hong Kong muestra una tolerancia cada vez menor a la disidencia —a pesar de ello, los manifestantes se han enfrentado a las porras de las fuerzas policiales, a las balas de goma y al gas lacrimógeno en las manifestaciones no violentas; y
4. CONSIDERANDO QUE, a primera vista, las protestas están relacionadas con un proyecto de ley que afecta a la extradición pero en realidad, la ley, de ser promulgada, marcaría un giro desastroso para el estado de derecho en Hong Kong, ya que ninguna persona —estudiantes, activistas de derechos humanos, dirigentes sindicales, periodistas o empresarios disidentes— podría escapar al temor de ser extraditada repentinamente a China continental, donde aquellos que contradicen al partido gobernante apenas tienen posibilidades de tener un juicio justo. Este temor no existía en el pasado en el marco de «un país, dos sistemas», puesto que Hong Kong tiene un sistema jurídico independiente del sistema del continente; y
5. CONSIDERANDO QUE el 81 % de los miembros del sindicato Professional Teachers’ Union de Hong Kong se opuso al «Proyecto de Ley (Enmienda) sobre Delincuentes Fugitivos y Asistencia Legal Mutua en Asuntos Penales 2019»; y
6. CONSIDERANDO QUE el gobierno de Hong Kong no garantiza la seguridad de los ciudadanos de Hong Kong; y que es probable que Hong Kong entre en la anarquía. Los altos funcionarios no han resuelto las preocupaciones de los manifestantes; y que, por tanto, la protesta continúa. La situación es cada vez más grave y más peligrosa. La intimidación, las amenazas y la violencia desatadas por la policía siguen aumentando; y
7. CONSIDERANDO QUE la antigua colonia británica fue devuelta a China en 1997 bajo la fórmula de «un país, dos sistemas» que permite libertades que no se disfrutan en China continental, incluida la libertad de protesta y un poder judicial independiente. Pero la situación está empeorando:
• los sustitutos de Pekín siguen dominando las opciones políticas de Hong Kong, e incluso expulsando a los legisladores electos que los desafían;• los líderes de las protestas siguen siendo condenados a largas e injustificadas penas de prisión;• los medios de comunicación, anteriormente independientes, están siendo presionados para que se autocensuren;• la interferencia con la libertad académica en los campus es cada vez mayor; y• los derechos de negociación colectiva apenas se reconocen y la protección contra la discriminación antisindical es débil e ineficaz.
El 8º Congreso Mundial:
8. Reafirma la solidaridad con el sindicato Professional Teachers’ Union de Hong Kong, con los defensores de la democracia en Hong Kong y en apoyo a los valores de igualdad, dignidad, democracia, justicia y libertades; e
9. Insta al gobierno de Hong Kong a:• retirar el proyecto de ley de extradición;• retractar la calificación del enfrentamiento del 12 de junio como una revuelta;• retirar todos los cargos contra los manifestantes del asedio;• establecer una investigación independiente para investigar el uso de la fuerza por parte de la policía; e• introducir una reforma política mediante sufragio universal.
10. Resuelve que los recientes disturbios en las calles de Hong Kong no deben ser utilizados como pretexto para lo que podría ser una represión catastrófica del Ejército Popular de Liberación; y
11. Resuelve que la Internacional de la Educación debe reafirmar su influencia en los foros internacionales —como las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la UNESCO— para que cualquier compromiso con Pekín esté subordinado a la condición de proteger la democracia y los derechos humanos en Hong Kong.