Crece la estrategia de investigación y promoción de la Internacional de la Educación en el contexto de la COVID-19
La Internacional de la Educación congregó a más de 170 académicos, expertos, sindicalistas y activistas para explorar cómo la investigación puede apoyar la defensa de una educación de calidad, con ocasión de la 15ª reunión de la Red de Investigación (ResNet) celebrada en línea los días 28 y 29 de octubre.
La tecnología y el futuro de la profesión docente figuraron como elementos centrales de los debates liderados por el equipo de investigación de la Internacional de la Educación (IE).
El secretario general de la IE, David Edwards, subrayó la importancia de la investigación para la Internacional de la Educación. “En el contexto de la exacerbación de los problemas que estamos afrontando de momento, ustedes sacan a la luz lo que está ocurriendo de manera que se pueda actuar al respecto”. Describió el momento actual como paradójico. La promesa de la tecnología como panacea, defendida desde hace tiempo intereses privados y algunos críticos de la educación, ha defraudado a estudiantes, docentes y padres de alumnos cuando la crisis de la COVID-19 de hecho impuso la tecnología en las comunidades docentes.
Tecnología al servicio de la pedagogía
El primer día de la ResNet giró en torno al lugar de la tecnología en la educación, especialmente en vista del cierre de las escuelas a causa de la COVID-19. Los participantes compartieron sus estudios al respecto y se presentaron las principales conclusiones del último estudio publicado por el Instituto de Investigación de la Internacional de la Educación (EIRI por sus siglas en inglés) titulado “Una revisión de la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje” y elaborado por la Dra. Alison Egan del Marino Institute of Education en Dublín, Irlanda.
El estudio revela que la introducción de la tecnología en la educación representa una situación muy compleja. Aunque permite acceder a la educación durante el cierre de centros escolares, también obliga a docentes y alumnos a adaptarse, algo que no siempre resulta fácil, y ciertamente no es fácil para todos. Y aunque cada vez se habla más de tecnología, la pedagogía debería seguir siendo la prioridad esencial para los educadores, y la tecnología limitarse a apoyarla. El informe incluye recomendaciones sobre áreas preocupantes como pedagogía, formación de docentes, y desarrollo profesional continuo.
Capacidad para capturar datos digitales
Janja Komljenovic compartió importantes reflexiones sobre la educación superior y las plataformas educativas. “La digitalización en y de la educación forma parte ya del orden mundial”, señaló, poniendo de relieve que el aumento de plataformas digitales estaba vinculado a su capacidad para recopilar datos digitales. Comentó que la inversión en el sector educativo digital se basaba en el concepto de la educación en tanto que servicio y en el potencial económico que representa recoger datos personales a través de plataformas educativas. Komljenovic manifestó su preocupación por la escasez de estudios y la ausencia de suficiente regulación sobre la privacidad de los datos. Son cuestiones que deberán ser abordadas por los responsables de políticas y por los sindicatos de la educación, añadió.
Preocupaciones por el uso de tecnología en la educación superior
Yamile Socolovsky, secretaria internacional de CONADU, Argentina, y miembro del consejo del EIRI compartió el análisis de su sindicato desde la perspectiva de la educación superior. Vinculó la discusión a la labor del grupo de referencia de la Internacional de la Educación sobre el futuro del trabajo. Puso de relieve algunas importantes inquietudes respecto a la utilización de tecnología en la educación superior, particularmente
- La reorganización del trabajo del profesorado
- Trabajo y condiciones laborales cada vez más precarios
- Cuestiones de desigualdad incluyendo las dificultades particulares que encuentran las mujeres
Frente a la respuesta insuficiente por parte de las instituciones públicas en cuanto a la tecnología en la educación, Socolovsky subrayó la importancia de la negociación colectiva y de establecer estrategias para mejorar la situación de los educadores en la enseñanza superior. Alentó a los participantes a reflexionar sobre dos cuestiones: ¿Qué tecnología necesita el sector educativo y qué tipo de educación necesitamos para cambiar el mundo?
Promover el profesionalismo
El segundo día de la reunión, Haldis Holst, secretaria general adjunta de la Internacional de la Educación, destacó la importancia de la investigación para la organización. Indicó que la Internacional de la Educación ha puesto en marcha planes estratégicos para adaptarse a la situación de la COVID-19 y puso énfasis en que el profesionalismo de los educadores –tema central del segundo día de ResNet– constituye un elemento central del trabajo de la IE.
Holst subrayó asimismo la importancia de la autonomía del profesorado y de su seguridad a la hora de ejercer su profesión. “Nuestro papel en tanto que sindicatos es promoverla y mejorarla”. Rindió tributo a Samuel Paty, el profesor asesinado recientemente en Francia. Por último, Holst alentó a las organizaciones miembros a participar en la encuesta sobre el estatus de la profesión docente, que servirá de base para la elaboración de políticas y prácticas de la IE.
Impacto de la pandemia
La Dra. Marisol Vázquez Cuevas presentó los resultados de un estudio en curso sobre la Autonomía Profesional de los Docentes en el contexto de la pandemia de COVID-19. El estudio destaca cuestiones como: ¿Repercute la pandemia positiva o negativamente en la autonomía profesional de los docentes? ¿Puede la crisis considerarse una oportunidad para poner de relieve la colaboración entre docentes? ¿Cómo está afectando la crisis el liderazgo y la autonomía de los docentes?
Sam Sellar de la Universidad de Manchester presentó los resultados de su estudio sobre evaluaciones y autonomía de los docentes. Se centró particularmente en las evaluaciones de ‘nueva generación’ y en las respuestas que puede aportar la profesión a nivel de estrategia de investigación. Animó a los sindicatos y académicos a organizarse para establecer sus propias redes, llevar a cabo sus propias investigaciones y efectuar su propia evaluación alternativa de la tecnología junto con los docentes. “Necesitamos alternativas a las promovidas por la industria de la tecnología educativa”, subrayó.
El equipo de investigación de la Internacional de la Educación, encabezado por Martin Henry, presentó nuevos estudios realizados y en curso que contribuirán a las estrategias de representación y las políticas de la organización. Incluyen temas como la igualdad de género en América Latina, la privatización y comercialización de la educación, la autonomía profesional de los docentes, y el estatus actual de la encuesta sobre docentes. Los participantes debatieron también sobre el futuro de la red de investigación y la manera en que la estrategia apunta a fomentar la capacidad de investigación de las oficinas regionales, a influir en las políticas educativas a distintos niveles, utilizando los estudios para cabildeo y promoviendo el activismo conjunto.
John Bangs, asesor especial de la Internacional de la Educación y presidente del Grupo de Trabajo sobre Educación y Formación de TUAC, además de miembro del EIRI, destacó la importancia de la investigación para la organización durante y después de la pandemia. Temas candentes como la autonomía profesional, planes de estudio, evaluaciones y pedagogía en relación con la tecnología están siendo tratados por el Instituto, indicó. Recordó a los participantes que la educación es el sector más sindicalizado, y que tal como indican estudios de la Internacional de la Educación esto se debe a que los docentes están convencidos de que los sindicatos pueden accionar las palancas necesarias para promover y proteger la profesión. “No hay nada inevitable sobre el rumbo que estamos siguiendo. Los docentes y los sindicatos tienen poder para encauzarlo”, recalcó.