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La Internacional de la Educación y la Confederación Sindical Internacional (CSI) se solidarizan con los trabajadores, estudiantes, docentes y académicos y todos los ciudadanos de Bielorrusia.

A partir de agosto de 2020, los ciudadanos de Bielorrusia han estado ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y han llevado a cabo protestas públicas pacíficas debido a unas elecciones fraudulentas. Los estudiantes se encuentran en el centro de la movilización civil. Los trabajadores, los estudiantes y los docentes que participan en manifestaciones más amplias a favor de la democracia se han enfrentado a detenciones, represión violenta y privación de derechos. La administración estatal y las fuerzas de seguridad se ven obligadas a ejercer presión sobre los manifestantes, los huelguistas y sus familias. Así pues, más de 25000 ciudadanos han sido sancionados por participar en protestas, cientos de personascumplen diferentes penas de cárcel y varios miles han tenido que huir del país.

A principios de septiembre, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instó al gobierno de Bielorrusia a“hacer todo lo que esté asu alcance para evitar que se cometan violaciones de los derechos humanos y garantizar el pleno respeto de los derechos y las libertades de los trabajadores”. En la carta también se puso de manifiesto que las recomendaciones de la Comisión de Investigación de la OIT de 2004, muchas de las cuales mencionaban graves interferencias con los sindicatos, así como el registro obligatorio de los sindicatos y sus miembroscomo medio para intimidar a los trabajadores, aún no se han aplicado completamente.

Lamentamos que la dirección de varias universidades haya sucumbido a la presión de las autoridades y se haya sumado a estas medidas represivas, amenazando e implementando en la práctica sanciones contra los manifestantes. El personal universitario y los estudiantes se han enfrentado a presionespor parte de las administraciones universitarias porcrear organizaciones sindicales e intentar afiliarse al Free TradeUnionofBelarus(SPB), miembro del Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos (BKDP) afiliado a la CSI. Al menos 180 estudiantes han sido expulsados, y catedráticos y académicos han sido despedidos. Creemos que la educación tiene la misión única de promover y defender estos derechos y libertades, y la democracia en general.

Hacemos un llamamiento al gobierno de Bielorrusia y a las autoridades educativas para que respeten los derechos y las libertades fundamentales de los estudiantes y del personal universitario, incluida la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica y la libertad de asociación, así como la libertad académica y la autonomía profesional de profesores y académicos. Instamos a las autoridades a que se abstengan de hacer uso de cualquier forma de violencia o amenaza contra los manifestantes pacíficos y escuchen las aspiraciones democráticas del pueblo de Bielorrusia.

La Internacional de la Educación y la CSI se solidarizan con los trabajadores, los estudiantes, los docentes y los académicos y con todos los ciudadanos de Bielorrusia. Su valor y determinación para restaurar la democracia y recuperar sus derechos y libertades legítimos son una fuente de gran inspiración para el mundo entero. La IE y la CSI escuchan sus voces y los respaldan.

David Edwards, secretario general, Internacional de la Educación

SharanBurrow, secretario general, Confederación Sindical Internacional