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Alemania: El personal de la educación de la primera infancia se encuentra sometido a una enorme presión

publicado 14 diciembre 2020 actualizado 16 diciembre 2020

Los sindicatos de la educación de Alemania han pedido a las autoridades públicas que se otorgue un mayor reconocimiento al papel desempeñado por los educadores y las educadoras de la primera infancia durante la pandemia de COVID-19. Han solicitado que se incrementen los recursos destinados a sufragar los gastos de personal y la financiación de las escuelas KiTa –educación de la primera infancia (EPI).

GEW: Investigación sobre la transmisión y la incidencia de la COVID-19 en el sector de la EPI

Según Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW), la situación en la EPI ha empeorado significativamente desde el mes de octubre: hay menos personal, más infecciones de COVID-19 y más casos sospechosos.

La incidencia de la COVID-19 en el sector de la EPI se controla a escala nacional y se actualiza constantemente, a diferencia de la situación en las escuelas, según el sindicato. La página web Corona-Kita-Studie.de contiene informes mensuales y trimestrales detallados. Este sitio web, creado por el Instituto Robert Koch (RKI) –una agencia del gobierno federal alemán e instituto de investigación que se ocupa del control y la prevención de enfermedades– y el Instituto Alemán para la Juventud (Deutsches Jugendinstitut, DJI)–uno de los mayores institutos de investigación en ciencias sociales de Europa–, muestra cuántos centros de EPIse encuentran afectados por las infecciones y los presuntos casos de COVID-19, y da detalles sobre la situación de su personal.

Las infecciones están aumentando

El número de casos de COVID-19 notificados por las instituciones de la EPI está aumentando de forma constante y significativa, señaló la Presidenta de GEW y Vicepresidenta de la Internacional de la Educación, Marlis Tepe. Tepe citó a la Ministra Federal de la Familia, Franziska Giffey, quien anunció a mediados de octubre que “solo una de cada cien personas estaba infectada”. La primera semana de noviembre esta cifra era del 9,2%, casi una de cada diez personas. Aunque no se indica si son los niños o los educadores quienes están infectados, la proporción de personal que “dejó de trabajar debido a la COVID-19, por ejemplo, dándose de baja por enfermedad”, pasó del 2,7% al 4,5% en el plazo de un mes, según el sindicato.

Cuestiones de organización

GEW señaló que se plantean problemas de salud, pero también de organización. A modo de ejemplo, cada semana, las instituciones de la EPI indican en una escala del 1 al 6 lo difícil que les resulta proporcionar una atención basada en las necesidades. A principios de octubre, la puntuación media del grado de dificultad proporcionada por los responsables de los centros escolares de la EPI y el personal de la EPI era de 2,3 puntos; un mes después, era de 2,7 puntos.

“Los centros de la EPI están llegandopoco a pocoa sus límites”, explicó el profesor Bernhard Kalicki, uno de los responsables del estudio Corona-KiTa del DJI. “¿Qué personal se va a asignarahora, cuando hace falta planificar con mayor precisión que antes de la pandemia?”.

El deterioro constante de la situación no sorprende al profesor Walter Haas, uno de los directores del estudio del RKI. En octubre, declaró que el creciente número de infecciones tendría un impacto en el cuidado de los niños y las niñas.

Investigación

Sin embargo, todavía no se ha investigado del todocómo intervienen los niños en el proceso de infección. Ahora bien, la iniciativa COALA –que forma parte del estudio del coronavirus en la EPI–, a través de la cual,a nivel nacional, en unas 15-20 guarderías donde se produjeron infeccionesse recogen frotis y muestras de sangre de los empleados y las familias, debería proporcionar información sobre hasta qué punto y en qué condiciones las instituciones de la EPIcontribuyeron a la transmisión de la COVID-19. Por otra parte, un estudio denominado CATS (Corona-KiTa-Surveillance) tiene por objeto analizar los datos a gran escala de las autoridades sanitarias. Los resultados de estos dos estudios no se obtendrán hasta 2021.

VBE: Un estudio de la OCDE confirma la escasez de personal cualificado en las instituciones de la EPI y la necesidad urgente de adoptar medidas

Verband Bildung und Erziehung (VBE) se ha hecho eco de la necesidad de apoyar a las escuelas de EPI y de incrementar el número de educadores y educadoras en la EPI.

Al comentar el segundo informe de los resultados del Estudio Internacional sobre Enseñanza y Aprendizajede la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Starting Strong, el Presidente Federal de VBE, Udo Beckmann, dijo: “Los resultados confirman lo que hemos comprobado repetidamente a través de nuestro estudio de los responsables escolares de la EPI durante elcongreso anual alemán de representantes del liderazgo de las instituciones de la EPI: hay una alerta roja en la educación de la primera infancia y una necesidad urgente de adoptar medidas”.

“En Alemania, podemos considerarnos afortunados de que los educadores y las educadoras de este país tengan unas excelentes cualificaciones profesionales y desempeñen su trabajo con convicción y motivación”, dijo. Sin embargo, “si las personas que ya lograron hacer cosas extraordinarias antes de la pandemia del coronavirus y que siguen haciendo aúnmás en la situación actual –y esto incluye sin duda alguna a los especialistas de las guarderías– se ven defraudadas por la política, esterrible, no solo para ellas, sino también para los niños y niñas,y para el futuro de nuestra sociedad en su conjunto”.

La inversión en personal y salarios

Beckmanndijo: “Nos dirigimos hacia una situación peligrosacuando el desequilibrio entre la responsabilidad y el reconocimiento en la primera infancia hace que la gente esté cada vez más insatisfecha o enferma, y ahuyenta a los potenciales jóvenes compañeros y compañeras”.

Para él, es necesario que se realicen“inversiones masivas, sostenibles y globales para conseguir unos niveles de personal sustancialmente superiores”a nivel nacional, lo que implica, en particular, que se garantice “una remuneración apropiada y significativamente mejor”, incluso durante el período de formación.

Continuó diciendo que es preciso desarrollar urgentemente la capacidad de formación sin reducir los niveles de cualificación, y que se deben ofrecer suficientes oportunidades de formación en servicio.

Asimismo, Beckmann insistió en la necesidad de ofrecer perspectivas de desarrollo a los especialistas capacitados y de aliviar el trabajodel personal de las escuelas de la EPI, por ejemplo, del personal que realiza tareas administrativas, proporcionando un equipamiento digital adecuado.