76.º aniversario de la liberación de Auschwitz: Sindicatos alemanes, israelíes y polacos se unen para decir “nunca más”
Con el fin de conmemorar el 76.º aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz activo en la Alemania nazi, organizaciones miembro de la Internacional de la Educación de Alemania, Israel y Polonia organizaron un seminario digital el 27 de enero con el título “Un testigo infantil de la historia”.
ZNP: la educación sobre el holocausto es fundamental
Resulta de vital importancia hablar del holocausto en la educación y desarrollar recursos de aprendizaje con ese propósito, afirmó Sławomir Broniarz, presidente del Polish Teachers’ Union(ZNP) y miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional de la Educación. El ZNP asumió un papel destacado en la organización de este evento digital.
Después de mostrar un periódico escolar de 1933-1939 escrito por estudiantes judías de la Escuela General Municipal n.º 15 de Cracovia en el que se mencionaban actividades escolares y eventos importantes del centro, destacó lo siguiente:
“Al leer este periódico, no he podido evitar pensar en que, como adultos, defraudamos a estas maravillosas niñas. No puedo evitar pensar en que, cuando redactaron el último artículo del periódico, esperaban ansiosas la llegada de las vacaciones de verano con una enorme curiosidad, un sentimiento de empatía y llenas de entusiasmo. Querían vivir en su país y contribuir a su desarrollo”.
Broniarz, que también reflexionó sobre cómo se sentirían cuando las echaron de sus casas para llevarlas hasta el gueto por las calles de su querida Cracovia y cómo las deportaron a campos de exterminio, recordó que solo siete de las 50 niñas que colaboraban en aquel periódico sobrevivieron a la guerra.
“Hoy estamos aquí y volveremos dentro de un año. ¡Se lo debemos!”, concluyó.
GEW: los sindicatos abogan por una sociedad en la que el antisemitismo no tenga cabida
Marlis Tepe, presidenta del sindicato alemán Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft(GEW) y vicepresidenta de la Internacional de la Educación, declaró: “Me alegro de que, a pesar de que la pandemia nos impida reunirnos en persona en Auschwitz y Cracovia, podamos volver a estar juntos este año, al menos de forma digital. Como sindicalistas y docentes, consideramos que es nuestra labor luchar para que lo ocurrido en Auschwitz no se repita nunca más”.
También incidió en que quienes sobrevivieron al horror de Auschwitz son importantes para seguir recordando el holocausto en las escuelas y en que, en un futuro, cada vez habrá menos posibilidades de conocer personalmente a supervivientes del holocausto. “La tecnología nos ofrece muchas posibilidades para mostrar cómo era la vida de los judíos, recordar a nuestros vecinos judíos y mantener viva la memoria de los crímenes de los nazis contra los judíos en las generaciones más jóvenes con el fin de acompañarlas en su camino para que se conviertan en demócratas activos”.
Además, añadió que “el profesorado observa con preocupación que el antisemitismo, la xenofobia y el racismo están en auge otra vez en Alemania. Como sindicatos de la educación, defendemos una sociedad abierta, tolerante y libre donde el antisemitismo no tiene cabida”.
VBE: las teorías de conspiración pueden desacreditarse mediante eventos conmemorativos
El presidente del sindicato alemán Verband Bildung und Erziehung(VBE), Udo Beckmann, dejó claro que el “aumento de las teorías de conspiración debería preocuparnos mucho a todos. Determinados grupos de ciudadanos, especialmente los judíos, son objetivo de teorías completamente inventadas. Una cultura activa del recuerdo ayuda a la sociedad a contrarrestar estas fantasías”.
Dado que vivimos en una sociedad conectada mundialmente, cuando surgen situaciones como el acoso a los judíos en un país, estas deben ser motivo de preocupación para los ciudadanos de otros países del mundo, explicó.
Además, señaló que “los niños saben y son capaces de diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Debemos apoyar al profesorado para que ayude a los niños a hacerlo”.
“El nacionalsocialismo trajo consigo un sufrimiento sin precedentes. ‘¡Nunca más!’ no debe ser una expresión vacía, sino el tema principal de la educación política”.
ITU: una educación basada en el respeto de los niños y las niñas
Yaffa Ben David, secretaria general del Israel Teachers’ Union(ITU), honró la memoria del educador y doctor Janusz Korczak, cuyas ideas y valores constituyen la base de innumerables conceptos educativos y el fundamento en el que se inspira la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU. Korczak fue un judío polaco al frente de un orfanato para judíos que tuvo que trasladarse al gueto judío de Varsovia. Como era un personaje público, pudo haberse librado de las deportaciones a los campos de la muerte. Sin embargo, optó por irse con los niños y afrontar una muerte segura en las cámaras de gas.
Ben David señaló que “la educación debe basarse en el respeto por los niños y las niñas, no en la voluntad de los adultos. Uno no puede transmitir valores si los niños sienten la superioridad de los adultos, sobre todo del profesorado”.
Además, insistió en que los sindicatos de la educación deben contribuir al desarrollo y la adaptación de los recursos pedagógicos según la edad de los niños.
Después del seminario, se retransmitió en directo el acto de conmemoración que tuvo lugar en el Museo de Auschwitz-Birkenau.
Información complementaria
El tema principal del 76.º aniversario de la liberación es “El destino de los niños en Auschwitz”.
“Más de 200 000 niños y niñas murieron asesinados en Auschwitz”, declaró el doctor Piotr M. A. Cywiński, director del Museo. “Eran niños y niñas inocentes, buenos, con curiosidad por la vida, que querían a sus seres cercanos, niños confiados. A fin de cuentas, el mundo de los adultos, en ocasiones tan injusto y cruel, nunca ha demostrado con tanta fuerza su falta de humanidad y su maldad. Es un acto que ninguna ideología, opinión o política puede justificar. Este año, queremos dedicar el aniversario de la liberación a las víctimas más jóvenes del campo”.
Al menos 232 000 niños y jóvenes fueron deportados a Auschwitz. De ellos, 216 000 eran judíos, 11 000 romaníes, 3000 polacos y más de 1000 bielorrusos, además de varios cientos de rusos, ucranianos y de otras nacionalidades. Solo unos 700 fueron liberados del campo en enero de 1945.