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Mundos de la Educación

“Educación virtual: no todo da lo mismo”

Por Esteban Magnani

publicado 21 mayo 2021 actualizado 1 julio 2021
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Las grandes corporaciones tecnológicas encontraron en los datos una gran fuente de ganancias. ¿Para qué sirven los datos? ¿Deberían las escuelas transformarse en canales para que acumulen aún más? ¿Cómo evitarlo?

En el marco del ciclo de conferencias “Cultura digital y educación” organizadas por La Internacional de la Educación América Latina (IEAL) y la Universidad Pedagógica Nacional de Argentina (UNIPE) a realizarse entre mayo y diciembre del presente año, Esteban Magnani adelanta un poco de lo que será la primera conferencia del ciclo el día 24 de mayo del 2021.

Las grandes corporaciones internacionales encontraron en los datos la materia prima que funciona como insumo para desarrollar nuevos modelos de negocios inimaginables en el mundo analógico. El conocimiento segmentado de la población da acceso, en palabras de Byung Chul Han, directo al inconsciente colectivo favoreciendo la posibilidad de desarrollar "mercados de comportamientos futuros", como las denomina Shoshanna Zuboff.

De la mano de los datos, inteligencia artificial y enormes recursos financieros las grandes corporaciones tecnológicas producen disrupciones en los mercados en los que ingresan, desde la publicidad al mercado audiovisual, desde las finanzas hasta el transporte. El éxito de estas empresas produce sucesivas crisis de sobreacumulación que las obliga a expandirse hacia nuevos espacios. La educación es uno de los mercados que puede ofrecer la posibilidad de seguir ese crecimiento que parece imparable. En tiempos en que la escuela está en crisis, el aura de modernidad de las corporaciones tienta a los gobiernos a comprar llave en mano una solución que no terminan de entender, pero que cuenta con cierto prestigio.

De esta manera las aulas pueden transformarse en un nuevo espacio de extracción de datos de miles o millones de estudiantes durante su desarrollo cognitivo y su tránsito hacia la adultez. Sus intereses, deseos, dificultades y capacidades, volcadas cotidianamente en la actividad escolar, puede ser almacenados y procesados en busca de patrones. ¿Qué se les puede vender? ¿Cuándo? ¿Quiénes podrán transformarse en buenos empleados? ¿Quiénes descollan en una actividad y deberían ser rápidamente captado para que trabajen en determinadas áreas? ¿Quiénes tienen dificultades en el aprendizaje que los hace menos "empleables"? ¿Quiénes desarrollarán con cierta probabilidad determinadas enfermedades? ¿Quiénes tienen problemas para seguir de manera consistente las tareas? ¿Quiénes tienen conductas peligrosas que hace más riesgoso darles un crédito? Toda esta información es muy valiosa una vez procesada y permite desarrollar y mejorar distintos modelos de negocios.

¿Cuáles son las alternativas en un momento en que la pandemia apura los tiempos? En primer lugar, tener en cuenta el daño potencial de entregar los datos de los estudiantes a corporaciones extranjeras. En segundo lugar, tomar decisiones que permitan avanzar en el desarrollo de respuestas abiertas y libres en los que la tecnología esté al servicio de la pedagogía y no al revés. Esto se logra sobre todo con software libre que permite a los docentes hacer propuestas, pedir cambios que los programadores pueden realizar y que no dependen del deseo de una empresa privada que realizó su plataforma de acuerdo a criterios generales que, posiblemente, tienen poco que ver con las realidades locales. El software libre permite también el alojamiento en servidores propios que dan garantías acerca de la privacidad de los datos. Por otro lado, estas tareas pueden ser provistas por trabajadores locales que de esta manera consiguen empleo y refuerzan la red de conocimientos necesarios para continuar el proceso.

Este tipo de propuestas no son delirantes ni imposibles: en Argentina, el Sistema de Información Universitario, el uso de Moodle en las universidades nacionales, con más de veinticinco años de experiencia en estos desarrollos y una comunidad que ya supera a los diez mil especialistas, demuestra que este tipo de objetivos, si bien pueden ser de largo plazo o requerir una inversión original mayor que la compra llave en mano, generan una serie de efectos secundarios positivos y deseables para las comunidades educativas.

Adentro de la caja de la tecnología hay numerosas variables en juego que no siempre son las primeras en visualizarse. Desde el Estado y la comunidad docente no se pueden tomar decisiones que solo tengan en cuenta lo fácil y lo conocido. Es mucho más lo que hay en juego.

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Todas las conferencias se impartirán vía videoconferencia y se transmitirán en vivo por la página de YouTube de la UNIPE.

Las personas que integran alguno de los sindicatos afiliados a la IE en la región podrán contactar a sus organizaciones para solicitar información sobre el proceso de inscripción y participacion por medio de la plataforma Zoom de la IEAL. Quienes se inscriban por medio de su sindicato tendrán la oportunidad de optar por un certificado de participación.

Más información en el sitio web de la IEAL: https://bit.ly/3haLsgi

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.