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Organización Internacional del Trabajo: la recuperación de la crisis de la COVID-19 requiere invertir en educación y en formación, así como de trabajo decente para los educadores

publicado 1 junio 2021 actualizado 8 junio 2021

Los delegados de la reunión técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el futuro del trabajo en el sector de la educación han acordado que los trabajadores y las trabajadoras de la educación necesitan más apoyo para proporcionar la enseñanza adicional necesaria con vistas a consolidar una recuperación de la pandemia más resiliente y sostenible.

La reunión, que se celebró de forma virtual del 17 al 21 de mayo, contó con la participación de Gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores de todo el mundo.

“El profesorado y demás trabajadores y trabajadoras de la educación son el elemento clave de los sistemas educativos de calidad. Proporcionarles trabajo decente es esencial para garantizar la calidad de la educación”.

Mahlet Hailu Guadey, embajadora de Etiopía, vicepresidenta gubernamental de la reunión de la OIT

Es preciso que el profesorado disponga del apoyo necesario para asumir mayores responsabilidades

Una formación continua adecuada y una educación de calidad para todos son elementos esenciales para mejorar el futuro del trabajo. Para que los docentes y las docentes, los formadores y las formadoras y el personal de apoyo a la educación puedan satisfacer esta necesidad y prepararse para afrontar los retos que se avecinan, tendrán que dominar las nuevas tecnologías y las técnicas de aprendizaje, comprender la demanda del mercado laboral en materia de competencias y obtener apoyo para asumir sus nuevas responsabilidades.

“El futuro va a requerir inversiones en educación y en competencias y necesitamos docentes y trabajadores y trabajadoras de la educación motivados, que cuenten con el apoyo adecuado para preparar al alumnado para la vida y el trabajo”.

Chad Blackman, embajador de Barbados, presidente de la reunión de la OIT

En la reunión se adoptaron una serie de conclusiones que confieren a Gobiernos, empleadores y trabajadores un sólido mandato para invertir en educación y formación de calidad y en trabajo decente para el profesorado. Los participantes insistieron en que la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad pública, no una mercancía.

Tecnología en la educación: el diálogo social es imperativo

Los participantes en la reunión técnica recalcaron la necesidad de abordar los factores que afectan a las condiciones de trabajo del profesorado y señalaron que la mejor manera de hacerlo es a través del diálogo social.

La pandemia de la COVID-19 ha provocado perturbaciones sin precedentes en la educación y ha requerido la rápida introducción de tecnología a escala masiva. Estos cambios, además de las funciones y responsabilidades adicionales, están transformando los trabajos del profesorado, del personal administrativo y del personal de apoyo a la educación.

“El diálogo social es crucial para promover el trabajo decente, en particular la estabilidad laboral, unos salarios adecuados, el bienestar, la gestión de la carga de trabajo, las políticas educativas y la autonomía profesional. Las conclusiones de la reunión también incluyen disposiciones para la negociación colectiva sobre el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, la protección de datos y la privacidad, que serán importantes para garantizar que los educadores puedan pronunciarse sobre los numerosos cambios que configuran la educación”.

Jelmer Evers, vicepresidente de los trabajadores de la reunión de la OIT

Para David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, la inclusión del uso de la tecnología en la negociación colectiva supone una satisfacción:

“Es la primera vez que la OIT incluye recomendaciones sobre tecnología en el sector educativo. Ya es hora de que los Gobiernos presten atención y empiecen a hablar de tecnología con los sindicatos de la educación. Estos resultados de la OIT tienen el potencial de marcar una diferencia real para los profesionales de la educación de todo el mundo. Seguiremos cumpliendo con nuestro cometido y presionando para mejorar las condiciones de todos los trabajadores y las trabajadoras de la educación.”

Mayor atención a la educación y la formación técnica y profesional

Otro de los retos que tenemos por delante es conectar el mundo de la educación con las necesidades de los empleadores e invertir en educación y formación técnica y profesional.

La oferta en materia de educación y formación técnica y profesional debe ajustarse a las prioridades del trabajo decente. Además, para poder preparar adecuadamente a los estudiantes para el mundo del trabajo, el sector debe oponerse a los contratos precarios y a corto plazo para los docentes.

En el próximo período, la Internacional de la Educación trabajará en estrecha colaboración con la OIT para ampliar la Recomendación de la OIT y la Unesco relativa a la situación del personal docente, de 1966, mediante una serie de reuniones regionales entre Gobiernos, empresarios y sindicatos de la enseñanza. La Internacional de la Educación también involucrará a sus organizaciones miembros en torno al diálogo social sobre el uso de la tecnología de la educación, cuya carencia durante la pandemia ha resultado alarmante.