Organización Internacional del Trabajo: la recuperación de la crisis de la COVID-19 requiere invertir en educación y en formación, así como de trabajo decente para los educadores
Los delegados de la reunión técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el futuro del trabajo en el sector de la educación han acordado que los trabajadores y las trabajadoras de la educación necesitan más apoyo para proporcionar la enseñanza adicional necesaria con vistas a consolidar una recuperación de la pandemia más resiliente y sostenible.
La reunión, que se celebró de forma virtual del 17 al 21 de mayo, contó con la participación de Gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores de todo el mundo.
Es preciso que el profesorado disponga del apoyo necesario para asumir mayores responsabilidades
Una formación continua adecuada y una educación de calidad para todos son elementos esenciales para mejorar el futuro del trabajo. Para que los docentes y las docentes, los formadores y las formadoras y el personal de apoyo a la educación puedan satisfacer esta necesidad y prepararse para afrontar los retos que se avecinan, tendrán que dominar las nuevas tecnologías y las técnicas de aprendizaje, comprender la demanda del mercado laboral en materia de competencias y obtener apoyo para asumir sus nuevas responsabilidades.
En la reunión se adoptaron una serie de conclusiones que confieren a Gobiernos, empleadores y trabajadores un sólido mandato para invertir en educación y formación de calidad y en trabajo decente para el profesorado. Los participantes insistieron en que la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad pública, no una mercancía.
Tecnología en la educación: el diálogo social es imperativo
Los participantes en la reunión técnica recalcaron la necesidad de abordar los factores que afectan a las condiciones de trabajo del profesorado y señalaron que la mejor manera de hacerlo es a través del diálogo social.
La pandemia de la COVID-19 ha provocado perturbaciones sin precedentes en la educación y ha requerido la rápida introducción de tecnología a escala masiva. Estos cambios, además de las funciones y responsabilidades adicionales, están transformando los trabajos del profesorado, del personal administrativo y del personal de apoyo a la educación.
Para David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, la inclusión del uso de la tecnología en la negociación colectiva supone una satisfacción:
Mayor atención a la educación y la formación técnica y profesional
Otro de los retos que tenemos por delante es conectar el mundo de la educación con las necesidades de los empleadores e invertir en educación y formación técnica y profesional.
La oferta en materia de educación y formación técnica y profesional debe ajustarse a las prioridades del trabajo decente. Además, para poder preparar adecuadamente a los estudiantes para el mundo del trabajo, el sector debe oponerse a los contratos precarios y a corto plazo para los docentes.
En el próximo período, la Internacional de la Educación trabajará en estrecha colaboración con la OIT para ampliar la Recomendación de la OIT y la Unesco relativa a la situación del personal docente, de 1966, mediante una serie de reuniones regionales entre Gobiernos, empresarios y sindicatos de la enseñanza. La Internacional de la Educación también involucrará a sus organizaciones miembros en torno al diálogo social sobre el uso de la tecnología de la educación, cuya carencia durante la pandemia ha resultado alarmante.