Taiwán: el sindicato consigue que se conceda prioridad al profesorado para la vacunación contra la COVID-19
En Taiwán se ha concedido prioridad al personal docente para recibir la vacuna contra la COVID-19, una gran victoria del sindicato National Teachers Association (NTA) que luchó para conseguirlo durante la segunda ola de la pandemia en el país.
La NTA hizo una labor de presión entre los miembros del parlamento para que priorizaran al profesorado en el plan de vacunación contra la COVID-19, en consonancia con la campaña de la Internacional de la Educación, iniciada el año pasado, que instaba a los gobiernos a conceder prioridad al personal docente y al personal de la educación en general para la vacunación.
El 9 de junio, los Centros de Taiwán para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), confirmaron que el personal docente sería incluido en la séptima fase del plan público de vacunación prioritaria. Es un logro importante en la medida en que el profesorado no había sido incluido inicialmente en esta lista.
No se quedaron atrás ni docentes ni estudiantes
El Gobierno respondió al llamamiento de la NTA para que se considerara al personal docente y al personal de la educación en general como trabajadores esenciales de los servicios públicos, de conformidad con la definición de la séptima lista de prioridades, es decir, “aquellas personas que son esenciales para mantener la seguridad nacional y el funcionamiento de los servicios sociales básicos”. Los primeros de los seis grupos prioritarios del plan de vacunación eran el personal médico y de salud pública de primera línea, el personal de control de fronteras, el personal del servicio diplomático transfronterizo necesario, los cuidadores que trabajan en instituciones de atención a pacientes de edad avanzada o con enfermedades crónicas y las personas de 75 años o más.
Liderazgo y rápida respuesta de NTA a la crisis
La NTA reaccionó rápidamente cuando los centros CDC anunciaron el 15 de mayo el nivel de la COVID-19 de la capital se había elevado de una “alerta” de nivel dos a un “peligro” de nivel tres. La NTA emitió una declaración urgente exigiendo “escuelas seguras primero”, recomendando insistentemente que las escuelas de todos los niveles educativos a nivel nacional:
- Recibieran suficiente equipo sanitario preventivo para el personal docente, el personal de apoyo a la educación y el alumnado tales como mascarillas, termómetros de detección automática y jabón.
- Aplicaran un control estricto del acceso a la escuela, de modo que toda persona que entre y salga de las instalaciones educativas esté obligada a registrarse en línea a través de la plataforma nacional de seguimiento de la salud. Las escuelas también tenían que diseñar horarios, rutas y zonas separadas para los estudiantes que llegan a la escuela, ingresan a las aulas y salen para regresar a casa, y para los padres que recogen a sus hijos después de la escuela.
- Aplicaran las medidas preventivas necesarias, como el control y el registro de la temperatura de las personas dos veces al día, la desinfección diaria de las aulas y del recinto escolar después de las clases, el mantenimiento de algunas ventanas abiertas en las aulas con aire acondicionado para la ventilación, asegurar que las personas usen siempre mascarillas y se laven las manos, etc.
Estas directrices para la prevención en los entornos educativos fueron cruciales para el profesorado organizado, ya que el sindicato demostró ser garante de las mejores prácticas en materia de salud y seguridad. La NTA destacó que cada miembro desempeñó un papel esencial y destacado de primera línea contra el virus en el ámbito de la educación, respondiendo a los desafíos diarios en el aula, así como realizando un considerable volumen de trabajo administrativo adicional. Ha sido importante para los miembros sentir que pueden contar con el respaldo del sindicato NTA, que los apoya y muestra el camino a seguir durante esta crisis de salud pública.
Recomendaciones sindicales adoptadas por el Ministerio
El Ministerio de Educación, parte interesada y socio clave de la educación, adoptó varias de las recomendaciones sindicales en la lucha colectiva contra la pandemia de la COVID-19.
El 18 de mayo, los centros CDC y el Ministerio de Educación de Taiwán anunciaron el cierre total de las escuelas en todo el país para evitar nuevas infecciones en la comunidad. Este cierre se prorrogó dos veces. Desde la educación de la primera infancia hasta la enseñanza superior, tanto en el sector público como en el privado, se ordenó el cierre de todas las escuelas formales e informales, todas las clases didácticas o prácticas y se pasó a la enseñanza en línea.
Además, casi todas las actividades extracurriculares del alumnado, tales como torneos deportivos y espectáculos artísticos, se pospusieron hasta nuevo aviso o simplemente se cancelaron.
Las ceremonias de graduación, así como otros eventos en el recinto universitario se llevaron a cabo en línea. Los exámenes nacionales se retrasaron dos veces, hasta finales de julio. Solo los exámenes nacionales de ingreso a la escuela secundaria superior se mantuvieron programados según lo previsto, con medidas preventivas extremadamente estrictas.
Docentes, estudiantes y familias se vieron obligados a adaptarse a los nuevos formatos educativos de la noche a la mañana. El profesorado experimentó un enorme aumento de carga de trabajo y nivel de estrés en un esfuerzo por cumplir las altas expectativas en tiempos tan difíciles y sin precedentes.
Aunque ya se había recurrido al sistema de enseñanza en línea durante el anterior brote pandémico en 2020, fueron necesarios tiempo y denodados esfuerzos para que todo el personal educativo asegurara el correcto funcionamiento de la enseñanza y el aprendizaje a distancia y solucionara numerosos problemas técnicos. El profesorado de primera línea también tuvo que asegurarse que cada estudiante/familia contara con el equipo suficiente para poder seguir los cursos en línea. Surgieron grandes dificultades en relación con la efectividad y el resultado del aprendizaje de los estudiantes en el hogar y con la comunicación con los padres con el fin de asegurar que los estudiantes permanecieran seguros en casa.
Garantizar los derechos del personal docente
Los dirigentes de la NTA, los sindicalistas y el personal respondieron con prontitud a los cambios provocados por la pandemia. Asimismo, exigieron al Gobierno medidas para garantizar los derechos del profesorado y del alumnado durante la crisis de salud pública.
Algunas de estas medidas:
- Priorizar la vacunación del profesorado, incluyendo el personal docente de escuelas específicas, tales como escuelas especiales o escuelas de enseñanza secundaria adscritas a la universidad, así como las personas que ayudaron en los programas de los gobiernos locales para la vacunación de personas mayores que se llevaron a cabo en sus escuelas.
- Garantizar que el personal de apoyo a la educación pueda acogerse al programa gubernamental de ayuda en el marco de la COVID.
- Garantizar que el personal educativo de la primera infancia reciba el mismo estatus compensatorio que el personal docente en general.
- Garantizare el pago íntegro de la remuneración del profesorado que optó por enseñar a distancia desde casa.
Defensa de los derechos de aprendizaje del alumnado
La NTA también defendió los derechos de aprendizaje del alumnado e instó a las autoridades públicas a:
- Proporcionar los recursos adecuados y las disposiciones apropiadas para el aprendizaje continuo de las/los estudiantes con necesidades especiales.
- Facilitar medidas de recuperación para los estudiantes COVID-19 positivos que estaban presentando un examen nacional de asignaturas avanzadas para acceder a universidades y escuelas superiores.
- Reconocer la cualificación para los programas gubernamentales de ayuda a la COVID de los estudiantes de educación y formación profesional que trabajan a tiempo parcial y son remunerados como practicantes en pequeñas fábricas o grandes empresas.
- Proporcionar cualquier tipo de apoyo necesario para garantizar el bienestar mental y físico de las/los estudiantes, especialmente los de familias de alto riesgo y desfavorecidas, así como las víctimas de acoso escolar.
- Respetar la autonomía de la administración escolar para mejorar las medidas de prevención de la infección en la comunidad, tales como ajustar los planes de estudio o los horarios, a todos los niveles de la educación.