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Siete claves sobre la COP 26: guía rápida para sindicatos de la educación

publicado 25 octubre 2021 actualizado 20 junio 2024
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Con un año de retraso por culpa de la pandemia de coronavirus, líderes mundiales, negociadores, representantes de la sociedad civil y otros perfiles clave se reunirán con motivo de las charlas sobre el cambio climático de la ONU en Glasgow (Escocia) del 31 de octubre al 12 de noviembre. Esta conferencia de dos semanas busca fomentar una acción climática que se necesita con urgencia para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

Esto implica aumentar los compromisos en cuanto a reducción de emisiones, organizar mecanismos de adaptación más eficientes ante los impactos del cambio climático y movilizar apoyo económico para los países en desarrollo con el fin de facilitar su transición hacia economías con bajas emisiones de carbono. La COP de este año se perfila como la más crucial desde la aprobación del Acuerdo de París en 2015.

1. La Conferencia de las Partes es el órgano superior en cuanto a toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC).

El tratado original sobre medioambiente fue aprobado en 1992 y su objetivo principal es “prevenir una interferencia humana peligrosa con el sistema climático”. La COP es donde las Partes revisan y negocian la puesta en práctica de la Convención. En la COP 25, por ejemplo, no se tomaron decisiones sobre un gran número de asuntos importantes, como los polémicos debates sobre los mercados de carbono.

Muchas voces anticipan que el veredicto sobre estos asuntos, al igual que los pobres resultados de la COP anterior, siembran dudas sobre el compromiso de los líderes mundiales a la hora de actuar frente al cambio climático.

2. Muchos esperan que la COP 26 genere un mayor compromiso mundial para mantener vivo el objetivo más exigente del Acuerdo de París: limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C.

El Acuerdo de París, el tratado multilateral actual más importante sobre cambio climático, tiene por objetivo limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C en comparación con los niveles preindustriales para el año 2100. Sin embargo, debido al incremento en el impacto del cambio climático, se estableció la cifra de 1,5°C como un objetivo más ambicioso para el acuerdo.

Un informe reciente de la ONU obra de expertos y expertas en cambio climático alerta de que es probable que el aumento de la temperatura global supere los 1,5°C en el año 2030 si no se llevan a cabo recortes significativos en las emisiones. Aún está por ver si la COP 26 cumplirá su promesa de catalizar una acción climática más amplia, sobre todo en cuanto al objetivo de temperatura de 1,5°C.

3. El mundo estará pendiente de las Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC).

Las NDC, un resumen de los planes de acción climática voluntarios de un país, se consideran uno de los logros más destacados del Acuerdo de París. Rompieron con los enfoques en políticas anticuadas y concedieron a los países autonomía para decidir el ritmo de sus procesos de descarbonización. En teoría, el carácter voluntario de las NDC debería inspirar a los países para mostrar más ambición a través de la cooperación mutua y la diplomacia.

Sin embargo, los compromisos climáticos actuales no cumplen con los objetivos del Acuerdo de París. De hecho, si el mundo mantiene los compromisos climáticos actuales, nuestro planeta será 2,4°C más cálido a finales de siglo . Aumentar la ambición de las NDC, sobre todo en los países con tasas de emisión más elevadas, es clave para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

4. Organizaciones de la sociedad civil, negociadores y negociadoras de los países más excluídos, estudiantes y los sindicatos, presionarán en su lucha por la justicia climática.

El Reino Unido, a través de su primer ministro Boris Johnson, ha destacado cuatro áreas prioritarias fundamentales: carbón, inversión, coches y árboles . En su discurso, Johnson resumió los compromisos con el clima de su mandato, que se propone, principalmente, poner fin al consumo de carbón, destinar 100.000 millones de dólares al año a países en desarrollo, acelerar la transición hacia los coches eléctricos y acabar con la deforestación.

No obstante, los países que ya están sufriendo las consecuencias destructivas de un cambio climático desbocado piden un paquete de solidaridad para tratar diversas problemáticas que no se incluyen en la propuesta del gobierno de Reino Unido. Por tanto, podemos esperar que representantes de la sociedad civil, sindicatos y varios negociadores y negociadoras de países vulnerables al cambio climático presionen para que se tenga en cuenta la justicia climática en las negociaciones.

5. La educación sobre el cambio climático debe estar más presente en la COP 26.

Aunque Acción para el Empoderamiento Climático (ACE) ha estado dialogando activamente con las Partes y agentes clave sobre cómo reforzar y conseguir que el programa sea operativo, aún queda mucho por hacer. En primer lugar, resulta fundamental aumentar la concienciación sobre la necesidad que la educación en materia de cambio climático sea una estrategia de acción climática real. Dado que la mayoría de los países está incumpliendo sus compromisos en materia de educación climática, ya va siendo hora que la ambición de los gobiernos se incremente, ya que el Acuerdo de París reconoce la importancia de la educación para hacer frente a la crisis climática.

6. Los sindicatos exigirán un nuevo contrato social en la COP.

Los sindicatos, que cuentan con una larga historia de participación activa en las COP, exigirán a través de la Confederación Sindical Internacional centrar la justicia social en la transición hacia economías con bajas emisiones de carbono. En concreto, la CSI ha detallado sus cinco demandas para un nuevo contrato social. Son las siguientes: 1) creación de puestos de trabajo respetuosos con el clima; 2) derechos para todos los trabajadores y trabajadoras; 3) protección social universal; 4) equidad; 5) inclusión y participación democrática.

Por tanto, la educación en materia climática será un componente vital en esta transición. A medida que el mundo empieza a descarbonizarse, el papel de la educación a la hora de preparar a la mano de obra para la economía verde y el cambio de mentalidad hacia formas de vida más sostenibles nunca ha sido más importantes.

7. ¡Las voces del profesorado tienen que estar presentes en la COP!

Le pedimos al profesorado que se una a la IE en la COP participando por internet y, si fuera posible, participar en el Día de Acción Global el 6 de noviembre. Comparte y firma el Manifiesto sobre la educación de calidad para todos/as en materia de cambio climático. Escribe cartas a los ministros de educación y medioambiente de tu país para pedirles que reconozcan la necesidad de contar con una educación climática de calidad para todos y todas.

Además, te animamos a ti y a tu sindicato a participar en la formulación de políticas climáticas nacionales e internacionales, y a exigir que la educación climática se incluya entre las NDC de tu país.

Hemos preparado una guía para la promoción de la educación climática como introducción a esta labor.