Debemos poner fin a la escolarización con fines de lucro
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Por Fred van Leeuwen,
Secretario General, Internacional de la Educación
Con ocasión del Día Mundial del Docente, este año la comunidad educativa conmemora el 50º Aniversario de la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la situación del personal docente. Este documento histórico identifica “el papel esencial del personal docente en el progreso de la educación, y la importancia de su contribución para el desarrollo de los individuos y de la sociedad moderna”. Este constituye uno de los muchos principios fundamentales, así como de las numerosas prácticas específicas que quedaron consagradas en 1966. Lamentablemente, muchos de esos principios que definen la profesión docente y establecen los cimientos de la educación de calidad han sido menoscabados por Bridge International Academies, una multinacional educativa que se dedica a establecer y operar las denominadas escuelas “de bajo costo” con fines lucrativos en los países del Sur.
“Cuando tenemos dinero la mandamos a la escuela. Pero cuando no tenemos tiene que quedarse en casa porque no podemos pagar las tasas escolares. Ahora no hay dinero, así que no ha ido a la escuela desde hace semanas”.
Son las palabras de un padre ugandés, que nos recuerda que el pago de cualquier tipo de tasa para recibir educación representa un obstáculo para los más desfavorecidos, un puente a ningún sitio, negando a algunos niños y niñas el derecho fundamental a la educación. Desgraciadamente, este es el modelo comercial de Bridge, una compañía que promueve con orgullo su lema de “conocimiento para todos” al tiempo que explota a los más pobres del planeta y utiliza el dinero de los contribuyentes a través del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DfID) para lograr que su 'modelo de negocio' funcione.
Con ocasión del Día Mundial del Docente, la IE ha publicado un estudio donde se expone cómo los niños ugandeses están siendo privados de su derecho fundamental a una educación de calidad, donde tabletas electrónicas han reemplazado a docentes cualificados, y donde infraestructuras precarias hacen la vez de escuelas. El estudio, titulado “LA LUCRATIVA ESCOLARIZACIÓN DE LOS POBRES: Innovaciones y privaciones de Bridge International Academies en Uganda”, elaborado conjuntamente por Curtis Riep y Mark Machacek, separa la realidad de la ficción. Expone la desconexión existente entre las prácticas educativas de Bridge y la realidad del Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que establece que “todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad”.
El estudio revela cómo funcionan las escuelas de Bridge en Uganda, donde vende su versión de ‘educación’, o lo que es lo mismo su ‘ Academy-in-a-Box’ estandarizada a alrededor de 12.000 estudiantes de pago en 63 escuelas. Sus “docentes”, no cualificados, han sido reducidos a agentes de transmisión de contenido y supervisores de exámenes, más que educadores y educadoras. Lo que bautizan como ‘enseñanza personalizada’ no es más que la lectura de un guión. Resulta preocupante que la corporación educativa mundial Pearson, el Banco Mundial, el DfID del Reino Unido, así como los multimillonarios Zuckerberg y Bill Gates, estén apoyando esta operación con cerca de 100 millones USD.
A menudo he hablado de los ‘buitres de la privatización’ que vuelan en círculos esperando el momento oportuno para caer en picado y abalanzarse sobre una víctima vulnerable. En el caso de Uganda, los buitres ya han bajado a tierra. Llevando los colores de Bridge, están poco a poco picoteando el indefenso sistema de educación pública. Pero no es demasiado tarde para pararlos y revertir la situación.
El enfoque de la compañía de vender una educación de mala calidad a los más pobres de manera lucrativa implica ignorar las normas legales y los estándares educativos establecidos por el Gobierno de Uganda, que incluyen el requisito de emplear docentes cualificados, seguir el plan de estudios nacional y cumplir determinadas normas relativas a las instalaciones escolares. Es por ello que este estudio tiene lugar en un momento particularmente urgente para los compañeros y compañeras ugandeses afiliados a la Internacional de la Educación, y para el sector educativo del país en su conjunto.
En agosto, tras el anuncio por parte de la Ministra de Educación del cierre de varias escuelas de Bridge International Academies debido a “malas condiciones de higiene y sanitarias que ponen en peligro la vida y la seguridad de los alumnos”, Bridge remitió una solicitud de amparo al Tribunal Supremo de Uganda, para intentar apelar y anular la decisión ministerial.
Independientemente del resultado de dicha acción, el Gobierno de Uganda ha de mantenerse firme exigiendo que Bridge opere en consonancia con los requisitos legislativos y regulatorios ugandeses. La cadena de “bajo costo” con fines lucrativos debe emplear docentes cualificados y cumplir un plan de estudios conforme y aprobado por las autoridades educativas ugandesas. Además, el Gobierno debe insistir en que sus instalaciones sean seguras y adecuadas para el fin al que se destinan.
La enseñanza es una actividad humana. Es personal. Es cercana. Nada de esto puede conseguirse cuando es una tableta electrónica la que instruye cuando las y los estudiantes deben sentarse, levantarse o ir a almorzar.
El 50º Aniversario de la Recomendación relativa a la situación del personal docente, que la comunidad educativa está celebrando hoy, representa de hecho una recomendación sobre el futuro de nuestros hijos.
Debemos estar con las niñas y los niños ugandeses, que se merecen recibir enseñanza de un docente cualificado que respete un plan de estudio interesante en escuelas seguras y que conduzcan a una buena enseñanza y un buen aprendizaje. Y debemos continuar exponiendo a aquellos empresarios occidentales que exportan modelos educativos comerciales que nunca utilizarían en sus países, para la educación de sus propios hijos.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.