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En la escuela Naim Frasheri de Korça, el proyecto llevado a cabo por el sindicato de dicentes devolvió a la escuela a 15 de los 34 alumnos y alumnas que habían abandonado los estudios y habían empezado a trabajar de 2019 a 2021. La mayoría de ellos eran de familias gitanas.
En la escuela Naim Frasheri de Korça, el proyecto llevado a cabo por el sindicato de dicentes devolvió a la escuela a 15 de los 34 alumnos y alumnas que habían abandonado los estudios y habían empezado a trabajar de 2019 a 2021. La mayoría de ellos eran de familias gitanas.

Albania: éxitos de los sindicatos de la educación en la lucha contra el trabajo infantil

publicado 4 febrero 2022 actualizado 17 junio 2024

Los sindicatos albaneses FSASH y SPASH (1) participan desde 2002 en proyectos de lucha contra el trabajo infantil con el apoyo de socios internacionales (2). Más de 500 dirigentes sindicales y 6.000 docentes han recibido una formación dirigida a la prevención de la deserción escolar y la reintegración escolar de niños y niñas víctimas del trabajo infantil. Los sindicatos estiman que estos esfuerzos han hecho posible la vuelta a las aulas de más de 2.800 menores y han salvado a otros 6.600 de la deserción escolar.

La formación sindical se basa en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la legislación nacional sobre el trabajo infantil. También son formaciones muy prácticas: fortalecen las competencias del profesorado para identificar y apoyar a niños y niñas vulnerables, así como a quienes presentan un mayor riesgo de abandonar la escolarización. Asimismo, abordan técnicas de educación inclusiva, por ejemplo, a través del arte, la cultura y el deporte.

Cuando una escuela se incorpora a un proyecto de FSASH y SPASH, se establece un grupo de seguimiento de los niños y niñas en el seno de la escuela. Este grupo está formado por el director o la directora del establecimiento, un/una representante sindical, docentes, representantes del alumnado y familias. Identifica a los niños/as no escolarizados que viven en la localidad, así como a los alumnos/as que están en situación de riesgo de deserción escolar.

“A continuación, visitamos a las familias de estos niños/as para identificar con ellas las dificultades que ponen en peligro la escolarización y convencerlas de los beneficios que representa la escuela para sus hijos/as. Tratamos de ayudarlas, por ejemplo, proporcionando material escolar básico”, explica Ermelinda Hoxhalli, coordinadora del proyecto sindical en la escuela Sotir Gurra, situada en Korça, de 2019 a 2021. “Tratamos de identificar los centros de interés de cada estudiante. Si un alumno o alumna se apasiona por la música o el deporte, intentamos valorizar este interés en las actividades escolares. Asimismo, agrupamos a los niños y niñas para facilitar el aprendizaje entre pares". En algunas escuelas, el alumnado se moviliza para organizar colectas de ropa y alimentos y ofrecerlos a los integrantes de las familias más pobres.

Ermelinda Hoxhalli, coordinadora del proyecto sindical en la escuela Sotir Gurra de Korça: "Visitamos a las familias de los niños y niñas que abandonaron los estudios para entender sus dificultades y convencerles de los beneficios de la escuela".

La vuelta de los niños y niñas romaníes a la escuela

Se presta especial atención a los niños y niñas de familias romaníes, que a menudo temen que sus hijos e hijas sean discriminados o humillados si asisten a la escuela. El matrimonio precoz también es más frecuente entre esta minoría, con consecuencias negativas para la escolarización de las niñas. En Levan (prefectura de Fier), un tercio de la población de la escuela “Dino Ismaili” procede de la comunidad romaní. Allí, los sindicatos FSASH y SPASH llevaron a cabo un proyecto en 2010 con el apoyo de Mondiaal FNV.

Irena Jano, profesora en esta escuela, explica que este proyecto sigue redundando positivamente hasta el día de hoy: “Desde 2010, el personal docente ha hecho todo lo posible para que los niños y niñas romaníes asistan a la escuela sin ser víctimas de prejuicios con respecto a su forma de vestir o la falta de equipo. Hemos visitado a los padres o abuelos de estos niños varias veces y les demostramos nuestro interés en que niños y niñas asistan a la escuela. Les mostramos que cuando su hijo o hija llegue a la escuela, tendrá su propia mesa, sus útiles escolares, amigos y amigas con quien jugar, docentes que le brindará su apoyo. Estas conversaciones francas y directas han generado la confianza de sus familias, quienes han entendido que la escuela puede aportar algo positivo a sus hijos e hijas. Algunos alumnos y alumnas romaníes que fueron recuperados en 2010 terminaron por hacer estudios superiores, se han convertido en funcionarios públicos y ahora han vuelto para agradecernos nuestro apoyo. A la fecha, continuamos aplicando los métodos de lucha contra el trabajo infantil adquiridos en los seminarios sindicales de 2010”.

Irena Jano, profesora de Levan: "Algunos de los alumnos y alumnas gitanos/as que trajimos de vuelta a la escuela en 2010 han seguido estudios superiores y se han convertido en funcionarios. Han vuelto para agradecernos nuestro apoyo."

“La deserción escolar de un solo alumno se ha convertido en el problema de todos y todas”

El profesorado participante en los proyectos de los sindicatos FSASH y SPASH explica que antes de la formación sindical ya aplicaban algunas de estas medidas, pero que la participación en un proyecto les ayudó a organizarlas de forma sistemática con el objetivo de luchar contra el trabajo infantil. En palabras de Romeo Prado, director de la escuela “Pandeli Cale”, en Korça: “Antes de este proyecto, cuando había estudiantes que abandonaban la escuela, ya íbamos a visitar a las familias en tanto que docentes, pero sin una estrategia coordinada. Ahora, cuando un alumno o alumna abandona la escuela, es un problema que incumbe a toda la comunidad escolar: todo el cuerpo docente se moviliza. También buscamos apoyo externo, como el de organizaciones de la comunidad romaní”.

Un impuesto municipal para la escolarización de los más pobres

FSASH y SPASH comparten en sus redes las buenas prácticas desarrolladas dentro de las escuelas. En mayo de 2021, durante una formación de formadores y formadoras, Enriketa Zeqo, presidenta de la sección sindical de FSASH en la ciudad de Berati, explicó que había obtenido un pequeño impuesto municipal para apoyar financieramente a 150 niños y niñas en riesgo de deserción escolar. Sus familias reciben 60 euros al mes con la condición de que envíen al niño/niña a la escuela. “Al comienzo del curso escolar, el profesorado y la dirección escolar seleccionan a los niños y niñas que gozarán de esta ayuda porque están familiarizados con la situación socioeconómica de las familias. El municipio también ha ayudado a los familiares de estos niños y niñas a conseguir empleo, para que a su vez puedan solventar los gastos escolares”, explica esta sindicalista que también es miembro del ayuntamiento.

Importantes beneficios para los sindicatos

Además de la lucha contra el trabajo infantil, los sindicatos que participan en estos proyectos reciben muchos beneficios, tales como una mejor imagen en la sociedad, la revigorización de la actividad de sus militantes y un aumento en el número de sus miembros. Entre 2015 y 2018, en las escuelas que participaron en proyectos de SPASH y FSASH, ambos sindicatos de la educación registraron un aumento medio del 41,5% en su número de afiliados, cuando este número estaba en disminución a nivel nacional (3). Los sindicatos albaneses también hacen hincapié en que mantener a los niños y las niñas escolarizados y traer de vuelta a las aulas a los niños y niñas que trabajan es una forma de salvaguardar el empleo del profesorado, un problema importante en un país duramente golpeado por la emigración de su población.

El período 2019-2021 del proyecto de FSASH y SPASH pudo llevarse a cabo gracias al apoyo financiero de AOb/Países Bajos y la Fondation Fair Childhood de GEW/Alemania, así como la coordinación internacional (seguimiento de los informes financieros y de actividades) asegurada por la Internacional de la Educación. A pesar del cierre de los establecimientos escolares en relación con la pandemia, 32 de los 61 niños y niñas identificados como víctimas del trabajo infantil pudieron ser escolarizados de nuevo en las dos escuelas participantes en el proyecto durante 2019-2021. Asimismo, 84 de los 104 estudiantes identificados/as en situación de riesgo de deserción escolar ahora asisten a clases muy asiduamente. En todo el país, 25 nuevos formadores y formadoras sindicales recibieron formación sobre el tema del trabajo infantil, y FSASH y SPASH pudieron imprimir a gran escala materiales de sensibilización sobre el trabajo infantil. Los dos sindicatos miembros de la Internacional de la Educación extenderán sus proyectos a diez nuevos establecimientos escolares en el curso de 2022.

1) T rade Union Federation of Education and Science of Albania (Federación Sindical de la Educación y la Ciencia de Albania, FSASH); Independent Education Trade Union of Albania (Sindicato Independiente de Educación de Albania, SPASH).

(2) Internacional de la Educación, AOb/Países Bajos, Mondiaal FNV/Países Bajos, Confederación Sindical Internacional, Fondation Fair Childhood de la GEW/Alemania, Oficina Internacional del Trabajo.

(3) Léase sobre este tema: Los proyectos de la IE y la AOb relacionados con el trabajo infantil. Buenas prácticas transnacionales y consecuencias sindicales.