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Afganistán: reafirmamos nuestro decidido apoyo a los y las sindicalistas en el exilio y nuestro compromiso con la democracia, las libertades y la igualdad

publicado 3 mayo 2022 actualizado 17 junio 2024

La Internacional de la Educación, junto con las y los afiliados franceses y el conjunto de dirigentes de las confederaciones sindicales francesas e internacionales, reconoce la catastrófica situación en la que se encuentran la democracia y la educación en Afganistán bajo el régimen de los talibanes. También reitera su compromiso y solidaridad con las y los sindicalistas afganos que, a pesar de estar en el exilio en Francia, siguen luchando para lograr un futuro mejor en su país.

Por todo ello, la Internacional de la Educación ha estado presente con dos de sus afiliados franceses —el Sindicato General de la Educación Nacional-CFDT Trabajo (SGEN-CFDT) y la Federación de la Formación y la Enseñanza Privadas-CFDT (FEP-CFDT)— en la «Conferencia sindical internacional sobre los derechos humanos en Afganistán» organizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y las tres confederaciones sindicales francesas —la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO)—.

La solidaridad, un valor sindical fundamental

Florian Lascroux, en nombre de la Secretaría General de la Internacional de la Educación, subrayó que la Internacional de la Educación se enorgullece del intenso trabajo conjunto realizado hasta el momento con la CSI sobre este el tema de Afganistán, además de agradecer la formidable labor desempeñada desde hace unos meses por las confederaciones francesas ante el Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores para evacuar a los y las militantes sindicales y a sus seres queridos.

Continuó apuntando que «en un contexto internacional en el que da la impresión de que las crisis se multiplican, es fundamental que los sindicatos demuestren de forma tangible que la solidaridad es la esencia de sus valores».

Las medidas de la Internacional de la Educación en favor de las y los sindicalistas en Afganistán

También recordó las acciones emprendidas con las entidades afiliadas desde que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán:

  • Apoyo a la organización miembro afgana, el National Teachers’ Education Council (NTEC), para que pueda seguir trabajando sobre el terreno en esa región;
  • Aprobación por parte del Consejo Ejecutivo de la IE en diciembre de 2021 de una resolución en apoyo de la educación, la paz y los derechos humanos en Afganistán; y
  • Llamamiento urgente a las 400 organizaciones miembro para recaudar fondos con los que ayudar a la entidad afiliada afgana y colaborar con la evacuación de militantes.

El Observatorio de los Derechos del Personal Docente en Afganistán

Lascroux explicó a continuación que la Internacional de la Educación va a crear el Observatorio de los Derechos del Personal Docente. Este órgano se apoyará en el NTEC, que se encargará de recopilar datos sobre cuatro cuestiones básicas:

  1. Los salarios del profesorado;
  2. Las violaciones de los derechos humanos o sindicales, prestando especial atención a la igualdad de género;
  3. Las condiciones laborales y de vida del profesorado; y
  4. La escolarización, en especial de las niñas, en relación con el objetivo de desarrollo sostenible 4 de las Naciones Unidas.

Este Observatorio permitirá:

  • Que se oiga la voz del profesorado afgano mediante la difusión de sus testimonios; y
  • Crear un alegato basado en los hechos.

Por otra parte, Lascroux transmitió la propuesta de la Secretaría General de la Internacional de la Educación de continuar durante los próximos meses con el trabajo emprendido en colaboración con la CSI sobre el tema afgano.

Garantizar una acogida decente a las y los sindicalistas afganos que lleguen a Francia

En su intervención, Laurent Berger, secretario general de la CFDT, indicó que esta conferencia se organizó con el objetivo de destacar las medidas solidarias adoptadas y estudiar otras a largo plazo. «Respaldaremos las gestiones para conseguir que las personas afganas que lleguen a Francia reciban una acogida y un alojamiento adecuados», aseguró.

Según Philippe Martinez, secretario general de la CGT, «como colectivo, debemos alzar la voz, hacer declaraciones y organizar actividades periódicas para denunciar los atentados a los derechos fundamentales en Afganistán. Debemos estar atentos a las condiciones de acogida de las y los refugiados afganos en Francia».

Las tres confederaciones sindicales francesas llevan mucho tiempo comprometidas con la solidaridad internacional y deben seguir actuando para que se restablezcan los derechos fundamentales en Afganistán, así como para que las personas refugiadas afganas puedan vivir con dignidad en Francia, como ha señalado Yves Veyrier, secretario general de FO.

La voz de las y los sindicalistas afganos

Quienes asistieron a la conferencia también pudieron escuchar las intervenciones de sindicalistas afganos y afganas que hablaron sobre la situación de los derechos laborales y la de los derechos de las mujeres en Afganistán.

Maroof Qaderi, presidente en el exilio de la Unión Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de Afganistán (NUAWE, por sus siglas en inglés), describió las vulneraciones de los derechos humanos cometidas en Afganistán. Explicó que la llegada al poder de los talibanes ha supuesto un importante aumento del paro y que 800 000 personas han perdido su empleo, sobre todo mujeres. También lamentó la ausencia de libertad de expresión y las amenazas a las que se enfrentan los y las periodistas. Además, denunció que los talibanes han suspendido o modificado las leyes sobre derechos laborales y derechos humanos, lo que ha llevado a numerosas personas a huir de Afganistán.

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, hay 2,6 millones de personas afganas refugiadas en el mundo, 2,2 millones de ellas en Irán y Pakistán. Además, hay 3,5 millones de personas desplazadas en el interior del país que han tenido que huir de su hogar en busca de refugio en otras zonas de Afganistán.

Por su parte, Habiba Fakhri, vicepresidenta de la NUAWE, explicó que «Afganistán es un país rico con una población pobre». Denunció que, desde el cambio de régimen, la economía se ha hundido, hay una gran cantidad de corrupción y la ayuda internacional ya no llega. Además, hay grupos violentos que lucha por el poder regional. También lamentó el aumento del hambre en todo el país.

Una manifestación de solidaridad sindical internacional

«Todavía queda mucho por hacer en Afganistán. Sin embargo, ya hemos dado los primeros pasos; podemos enorgullecernos del movimiento sindical», afirmó Sharan Burrow, secretaria general de la CSI.

También felicitó a los sindicatos franceses, que han hecho una extraordinaria labor para lograr que las y los sindicalistas de Afganistán lleguen a Francia y ha asegurado que «haremos todo lo posible para que nuestros y nuestras camaradas tengan una vida decente en Francia».

La CSI, añadió, continuará con su trabajo de concienciación sobre Afganistán y seguirá hablando de este tema más allá del círculo sindical. Recordó que el derecho a la democracia y a la libertad son la esencia de nuestros valores sindicales.

Anthony Bellanger, secretario general de la Federación Internacional de Periodistas, relató que su organización también está presente sobre el terreno y «es una auténtica pesadilla hecha realidad. Más de 300 medios han sido prohibidos. En 2021, fueron asesinados 21 periodistas. La situación es tan dramática que nuestra actividad allí se ha convertido en una labor humanitaria. Esperamos que la luz de la información no se apague en Afganistán».

Ariel Castro, especialista en actividades para los trabajadores y trabajadoras y responsable de la región Asia-Pacífico de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denunció que son muchas las personas que han perdido su trabajo en Afganistán. Ha destacado que «hemos tenido la responsabilidad de defender a los trabajadores y a las trabajadoras y sus derechos. Seguiremos trabajando, con nuestra oficina de Kabul, para ayudar a los sindicatos afganos y organizar actividades en Afganistán».

En sus conclusiones finales, Burrow insistió en «acabar esta conferencia con la esperanza que aporta la solidaridad. Podéis ver aquí de lo que es capaz el movimiento sindical cuando queremos hacer respetar la justicia».

Por último, Burrow garantizó a las y los sindicalistas afganos que «trabajaremos partiendo del derecho a la democracia. Lucharemos a vuestro lado. Vuestra valentía y determinación son una inspiración para todos y todas».