Cooperación al desarrollo y solidaridad en el Caribe en tiempos de la COVID-19 y después
En una reunión de Bruselas (Bélgica) de la Red de Cooperación al Desarrollo de la Internacional de la Educación (IE), Don Howell, secretario general de la Caribbean Union of Teachers (CUT) —el principal órgano de la Internacional de la Educación para los docentes y las docentes del Caribe— y presidente de la Saint Lucia Teachers' Union (SLTU), explicó cómo los sindicatos educativos de su región tomaron la pandemia de la COVID-19 como una oportunidad para replantearse su forma de actuar, especialmente en lo que respecta a las actividades relacionadas con la cooperación al desarrollo. Howell también se mostró agradecido por la solidaridad que los sindicatos educativos de todo el mundo han profesado hacia sus homólogos y homólogas caribeños.
Actividades sindicales severamente afectadas por la pandemia
"El periodo de la COVID-19 fue muy difícil para los sindicatos del Caribe, ya que nuestras reuniones sindicales suelen ser muy dinámicas y estamos acostumbrados a reunirnos presencialmente en un mismo lugar para debatir", subrayaba Howell.
Él mismo reconoció que, con la COVID-19, los sindicatos educativos del Caribe tuvieron que replantearse su forma de actuar como región.
"En primer lugar, no entendíamos lo que estaba ocurriendo, adónde nos llevaría la pandemia y cuánto tiempo estaríamos en ella. En segundo lugar, al no poder reunirnos físicamente con nuestros socios y socias, la pandemia nos apartó de nuestra cultura, de nuestra forma normal de funcionar como sindicatos", añadió.
Howell insistió en que "no poder entender realmente lo que ocurre a tu afiliación es difícil para cualquier dirigente sindical. Cuando se conducen encuestas en línea, por ejemplo, se perciben estados de ánimo de forma estadística, pero nunca se obtiene una valoración de las cuestiones que realmente afectan a las personas afiliadas como si se hiciera en persona. Si bien muchos sindicatos sí recurrieron a celebrar sus conferencias y reuniones, incluso talleres, en línea, nunca podías analizar realmente el impacto causado por la pandemia, ni saber si la gente te estaba escuchando realmente al otro lado. ¿Hay alguien escuchando? ¿O estoy hablando solo a un dispositivo conectado a la reunión y nadie me está escuchando?".
Los plazos de las reuniones también se vieron afectados, comentó Howell. "Antes de la COVID-19, podíamos tener una reunión que durara un día, sin embargo, en línea, es extremadamente difícil mantener a los participantes concentrados durante largos períodos de tiempo".
Para Howell, durante la pandemia también surgieron otros problemas, como la cuestión de los horarios y la carga de trabajo, "porque prepararse para una clase en línea o para una clase presencial son dos dinámicas diferentes".
La formación del profesorado y la falta de recursos fueron otros problemas importantes.
Howell denunció el hecho de que "los sindicatos tuvieran que luchar contra gobiernos que querían erosionar algunos de los beneficios que se habían obtenido a través de procesos de negociación colectiva. Muchos sindicatos se enfrentaron también a gobiernos que intentaban recortar los salarios de un personal educativo que estaba haciendo más trabajo que antes. Tampoco vimos ni tenemos pruebas de que los gobiernos hicieran algo para mostrar su agradecimiento por el trabajo que hacía el profesorado. En todo caso, hubo más críticas que aprecio".
En colaboración con la Federación Canadiense de Profesores (CTF), la SLTU siguió recopilando datos empíricos para elaborar un estudio sobre el impacto que la COVID-19 había ejercido entre sus afiliados y afiliadas, explicó Howell.
Según él, los resultados del estudio revelaron que estas personas necesitaban mucho apoyo psicosocial y que estaban decepcionadas con el apoyo recibido por parte de sus empresarios y empresarias. También añadió que estos resultados han servido para diseñar un plan de acción que la organización está elaborando.
"Estos resultados también dieron una idea de lo que está ocurriendo en el Caribe y mostraron que otros sindicatos de la región siguen implicando a su membrecía de distintas formas para intentar volver a un estado de normalidad tras la pandemia y poder gestionar los cierres de escuelas derivados de ella, ya que todavía se encuentran haciendo frente a la COVID-19 y a otras enfermedades emergentes", subrayó Howell.
El trabajo sindical se ve afectado por catástrofes naturales y el debilitamiento del proceso de negociación colectiva
Howell también fue claro al afirmar que "podemos decir que la cooperación al desarrollo nos ayudó durante la pandemia, contribuyó a nuestra recuperación y todavía nos apoya de varias maneras y es fundamental para nuestra supervivencia".
"Además, aparte de la COVID-19, también tuvimos que hacer frente a catástrofes naturales en Haití (un terremoto), en San Vicente y las Granadinas (erupciones volcánicas) y en Belice (inundaciones)", añadía.
Howell señaló que otra cuestión para los sindicatos caribeños es garantizar la continuación y el mantenimiento de los procesos de negociación colectiva para evitar la erosión de algunos de sus beneficios.
"La cooperación al desarrollo nos ayudó a conseguir los recursos que necesitamos para reemprender los trabajos en nuestra región y a hacernos fuertes ante nuestros respectivos gobiernos regionales. Ahora podemos demostrar que la negociación colectiva no es una cuestión por la que luchemos solos, sino que tenemos socios y socias que nos apoyan", afirmaba Howell.
"Estamos teniendo cambios en la dirección sindical, así que también debemos centrarnos en el desarrollo de sus capacidades. Tenemos que asegurarnos de que la filosofía sindical dentro de la profesión docente se mantiene y la cooperación al desarrollo nos puede ayudar a lograrlo", destacaba.