La lucha por los derechos y la dignidad del personal de apoyo educativo en las escuelas privadas de Nepal
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Nuestro sindicato, el Institutional Schools Teachers' Union (ISTU), agrupa al profesorado y al personal de apoyo a la educación que trabajan en escuelas de financiación privada en Nepal. Nuestra misión consiste en mejorar las condiciones de trabajo de nuestra afiliación, garantizar el respeto de sus derechos y el reconocimiento del importante papel que desempeñan. Nuestro trabajo es esencial pero no es nunca fácil. Cada día, nuestra afiliación enfrenta un trato inequitativo y la injusticia en un sistema que se resiste al cambio.
El devastador impacto de la pandemia
El brote de COVID-19 tuvo un profundo impacto en el personal de apoyo educativo (PAE) que trabaja en las escuelas privadas de Nepal. Desde el inicio de la pandemia gran número de miembros de este personal luchan para llegar a fin de mes.
A pesar del gran esfuerzo y dedicación, un importante porcentaje del personal de apoyo a la educación aún no han recibido los salarios correspondientes al periodo de pandemia, lo que les ha colocado en una situación financiera difícil, despojándoles de la posibilidad de pagar sus facturas o de mantener a sus familias.
Además, muchas personas trabajadoras del sector de apoyo educativo han perdido su empleo a causa de la pandemia, dejándoles sin una fuente de ingresos y luchando por sobrevivir. La situación es especialmente grave para quienes estaban empleados a tiempo parcial o trabajaban en funciones no docentes. Estas personas fueron las primeras en ser despedidas por las escuelas.
Ni siquiera quienes consiguieron conservar su empleo se han librado de las dificultades. La retribución de los conductores de autobuses escolares se ha reducido en un 75%. Por su parte, el profesorado ha experimentado un recorte del 50% en su sueldo. Llegar a fin de mes se ha vuelto cada día más difícil.
Para agravar la situación, asociación de propietarios de las escuelas intentó imponer que los trabajadores y trabajadoras permanecieran en casa sin remuneración, pero nuestro sindicato rechazó esta medida y se movilizó para luchar por los derechos del personal de apoyo a la educación y del profesorado. Persistimos y tuvimos éxito.
La punta del iceberg
La pandemia ha exacerbado muchos de los problemas de siempre a los que suele enfrentarse el personal de apoyo a la educación en las escuelas privadas. Sin embargo, ya antes de la COVID la situación era con mucho insostenible.
Mucho del personal de apoyo educativo de las escuelas privadas sufre terribles condiciones de trabajo. Suelen cobrar salarios bajos, lo que provoca la desmotivación y la falta de satisfacción laboral. Las oportunidades de promoción profesional son escasas, lo que mina aún más la motivación. Como muchas de estas personas cuentan con contratos temporales, la falta de seguridad laboral es una fuente de preocupación y ansiedad constante. Más grave aún, a menudo se exige al personal de apoyo educativo de las escuelas privadas que realice múltiples tareas, tales como trabajo administrativo, limpieza y mantenimiento, lo que conduce al agotamiento y la extenuación.
Otro problema que tiene que enfrentar el personal de apoyo a la educación es la falta de formación adecuada, lo que dificulta el desempeño eficaz de sus funciones y les provoca frustración y falta de confianza.
El personal de apoyo educativo de las escuelas privadas se siente infravalorado y poco apreciado, ya que su contribución a la institución escolar no siempre es reconocida ni valorada.
Discriminación de género sumamente extendida
Las mujeres del personal de apoyo educativo de las escuelas privadas de Nepal soportan condiciones considerablemente peores en comparación con sus compañeros masculinos. A menudo reciben salarios inferiores a los de sus compañeros masculinos por el mismo trabajo, lo que es un claro ejemplo de discriminación de género en el lugar de trabajo. Muchas veces, tampoco reciben las prestaciones que se conceden a otros trabajadores, tales como permisos de larga duración, baja por maternidad o baja por enfermedad.
El acoso y la discriminación en el lugar de trabajo son habituales. Muchas mujeres trabajadoras del personal de apoyo educativo sufren abusos verbales y físicos, violencia de género y acoso sexual.
Es difícil acceder a la igualdad de oportunidades para el avance y el ascenso profesionales, principalmente porque a las trabajadoras del personal de apoyo educativo no se les ofrecen oportunidades adecuadas de formación y desarrollo. Asimismo, las trabajadoras que desempeñan funciones de apoyo a la educación tienen una participación extremadamente limitada en la toma de decisiones, sus voces permanecen silenciosas durante las reuniones escolares.
Nuestro sindicato cree firmemente que todo el personal de apoyo a la educación debe gozar de las mismas oportunidades, salario y prestaciones, independientemente de su sexo o de otros factores que lo diferencien. Debemos reconocer el trabajo y la contribución de las mujeres que integran el personal de apoyo a la educación en las escuelas privadas y trabajar para crear un entorno educativo más inclusivo y equitativo. Este es uno de los objetivos centrales de nuestro sindicato.
La lucha por los derechos y el trato justo de todo el personal de apoyo a la educación en las escuelas privadas de Nepal continúa. Por difícil que sea, la resistencia y la dedicación de nuestros compañeros y compañeras que desempeñan funciones de apoyo a la educación infunden esperanza y determinación para seguir luchando por un futuro mejor.
Shyam Chhatkuli comenzó su carrera docente en una escuela secundaria privada en Makawanpur, Nepal, y ahora es profesor en el Campus Múltiple de Makawanpur de la Universidad Tribhuvan. Durante sus estudios de doctorado, se centró en los derechos del profesorado en escuelas privadas en Nepal.
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.