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Mundos de la Educación

UNHCR / Charity Nzomo
UNHCR / Charity Nzomo

Abordar la difícil (e ignorada) situación de los y las docentes refugiados/as

publicado 6 octubre 2023 actualizado 21 marzo 2024
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Con motivo del Día mundial de los y las docentes 2023, resulta esencial alzar el telón para abordar una cuestión que sigue siendo en gran medida ignorada: la difícil situación de los y las docentes refugiados/as. Desde 1994 nos hemos reunido cada año para celebrar las notables contribuciones del profesorado de todo el mundo. Pero ¿con qué frecuencia nos detenemos a recapacitar sobre los retos específicos a los que se enfrentan los y las docentes que se han visto obligados a abandonar sus hogares? El tema de este año, "Los docentes que necesitamos para la educación que queremos: el imperativo mundial de acabar con la escasez de docentes," marca un momento crítico para arrojar luz sobre estos/as héroes y heroínas anónimos/as.

“Se puede enseñar sin aula, pero no se puede enseñar sin docente. Esas son las áreas que más olvidamos. Nos centramos en el alumnado (…) en un aula, pero la mayoría de las veces nos olvidamos del profesorado”.

– Participante de Malawi, Docentes en campos de refugiados/as y desplazados/as: políticas, prácticas y vías para mejorar la calidad del profesorado y la sostenibilidad del personal (ACNUR, próxima publicación)

Retos persistentes “extramuros del aula” para los y las docentes refugiados/as

Imagine por un momento que de repente no tiene más remedio que dejar atrás su país y todo lo que conoce. Imagínese ahora que llega a un nuevo país y descubre que no le reconocen el título de docente por el que tanto ha trabajado. Se ha vuelto invisible en su capacidad profesional. Incluso si tiene la suerte de conseguir un puesto de docente, conlleva un estatus profesional sumamente mermado, un apoyo mínimo para obtener cualificaciones y acceder al sistema nacional, y un salario reducido, ya que la lucha para garantizar una financiación plurianual predecible para los y las docentes o refugiados/as sigue siendo uno de los mayores retos a los que se enfrentan los sistemas educativos de los países de acogida. En muchas situaciones, los y las docentes refugiados/as simplemente no son tenidos/as en cuenta para nada en la planificación nacional relativa al aumento de personal docente, la presupuestación o las reformas de la remuneración, la retención o el desarrollo profesional.

El estudio de ACNUR, de próxima publicación, titulado Docentes en campos de refugiados/as y desplazados/as: políticas, prácticas y vías para mejorar la calidad del profesorado y la sostenibilidad del personal, revela que el profesorado en entornos de desplazamiento forzoso se desenvuelve a menudo en entornos de aula complejos, con cualificaciones, apoyo y remuneración limitados [1]. En particular, las oportunidades para aquellos/as docentes que además son refugiados/as son aún más limitadas debido a que su trabajo en la docencia no suele estar protegido por las normas laborales de los países de acogida. Esta falta de reconocimiento y de apoyo institucionalizado a los y las docentes en las zonas de acogida de refugiados/as repercute negativamente en la escolarización, el rendimiento y el bienestar de los niños y las niñas refugiados/as y de sus comunidades de acogida.

Para los y las docentes que viven y trabajan en campos de refugiados de todo el mundo, estos retos no son hipotéticos sino que constituyen su realidad cotidiana.

A menudo alabamos la resiliencia de los refugiados y las refugiadas por su valentía y determinación. Pero, ¿qué pasa con quienes, pese a encontrarse en circunstancias tan difíciles, se esfuerzan para educar a la próxima generación? No son solo educadores y educadoras: son faros de esperanza, pilares de estabilidad y símbolos de normalidad para niños y niñas traumatizados/as por la guerra y el desplazamiento. Sus historias, originarias de lugares como el Chad y Uganda, hablan de retos sistémicos, ya sea una remuneración inadecuada que provoca el desgaste del personal docente, recursos didácticos insuficientes u oportunidades de formación limitadas. Y no hay que olvidar a las docentes refugiadas, que se enfrentan a obstáculos específicos adicionales, pero que son esenciales para aumentar las posibilidades de acceso a la educación de las niñas, así como para proporcionar inmensos beneficios académicos y de protección.

El papel crucial de los sindicatos de docentes

En este contexto, el estudio subraya que los sindicatos de docentes pueden resultar decisivos a la hora de reforzar el reconocimiento y el apoyo a los y las docentes refugiados/as. Los resultados de la encuesta han revelado los encomiables esfuerzos de los sindicatos de docentes en países como Camerún, Chad, Malawi, Pakistán, Uganda y Siria a la hora de salvaguardar los derechos del personal docente, garantizar una remuneración adecuada y dar prioridad al bienestar del profesorado. El contexto europeo nos ofrece ejemplos tangibles de las repercusiones que tienen las intervenciones de los sindicatos. Durante los tumultuosos tiempos de la crisis siria y, más recientemente, de la crisis ucraniana, los sindicatos apoyaron activamente al personal docente sirio y ucraniano, facilitándoles información sobre el acceso a formación, servicios sociales y oportunidades de enseñanza.

Pero todavía queda mucho por hacer. El Pacto Mundial sobre los Refugiados hace hincapié en la importancia de compartir la carga y la responsabilidad, e insta a apoyar a los países de acogida de personas refugiadas para garantizar su inclusión en los sistemas educativos nacionales. Esta es una oportunidad para que los sindicatos de docentes aboguen por la integración de los y las docentes refugiados/as en los sistemas nacionales, apoyando la mejora de sus condiciones de trabajo y sus oportunidades de desarrollo profesional. De este modo, no solo refuerzan el cuerpo docente, sino que también mejoran las experiencias educativas de los y las estudiantes refugiados/as, ofreciéndoles modelos que reflejen sus propias vivencias.

El Foro Mundial sobre los Refugiados (FMR) 2023 ofrece una magnífica oportunidad. Necesitamos colaboración internacional, unificación de recursos e intercambio de conocimientos. El Equipo de Trabajo de Docentes del FMR, encabezado por la Internacional de la Educación (IE), ofrece un plan de medidas proactivas: desde el establecimiento de mecanismos financieros que garanticen una financiación continua de los salarios del profesorado, hasta la promoción de un diálogo que involucre a los educadores y las educadoras en los procesos de toma de decisiones. Y aquí es donde los sindicatos de docentes pueden comprometerse activamente con los y las docentes refugiados/as, escuchar sus experiencias y retos, y defender sus derechos y su inclusión a todos los niveles políticos y garantizar que no solo se les vea, sino que se les escuche, valore y empodere.

Al tiempo que reconocemos y aplaudimos las inmensas contribuciones del profesorado de todo el mundo, es hora de garantizar que los y las docentes refugiados/as, con el apoyo del sólido marco de los sindicatos, estén en primera línea, defendiendo una educación de calidad para todos y todas.

1. ^

ACNUR encargó este estudio con objeto de examinar y comprender mejor los diferentes perfiles de docentes que trabajan en campos de refugiados/as y desplazados/as –en las dimensiones de gestión docente, desarrollo profesional y bienestar– para que el propio ACNUR, sus socios y los actores estatales puedan proporcionar al personal docente en dichos contextos un apoyo más específico y eficaz, recursos y desarrollo de capacidades.

Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.