Un llamado a la acción: Implementando las Recomendaciones de la ONU para revalorizar la profesión docente
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El 26 de febrero, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente dio a conocer a los gobiernos sus 59 recomendaciones para fortalecer la profesión y garantizar la valorización y respeto de las personas docentes. El Grupo y sus recomendaciones son el resultado de una persistente labor sindical. Ahora, corresponde a los Gobiernos implementar estas recomendaciones para garantizar que cada niña y niño tenga acceso a docentes cualificados, cada día, en cada rincón del mundo.
El Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente fue convocado por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en respuesta a la creciente y alarmante escasez mundial de docentes. Aun cuando el mundo necesita 44 millones de docentes más para poder garantizar una educación de calidad, un número cada vez mayor de docentes se ven obligados a abandonar la profesión que tanto aman, y cada vez hay menos personas que desean incorporarse a la profesión que el mundo necesita. Los docentes se agotan y se pierden estudiantes.
La escasez propiamente dicha no es una novedad. En muchos países, los sindicatos llevan años dando la voz de alarma. Fue necesaria una pandemia mundial que causó una perturbación sin precedentes en la educación en todo el mundo para que se comprendiera la gravedad de la situación y se tomaran medidas reales. También fue necesaria la incansable labor de la Internacional de la Educación y de nuestras organizaciones miembros para que las Naciones Unidas finalmente escucharan.
Expertos de todo el mundo se reunieron para formar parte del Grupo de las Naciones Unidas: ministros de educación, expresidentes, académicos, representantes de la sociedad civil y, lo que es más importante, docentes, estudiantes y sus sindicatos. La Internacional de la Educación estuvo en el Grupo, representada por nuestra Presidenta Susan Hopgood y por nuestros compañeros Manal Hdaife, Presidenta del Comité de la Estructura Interregional para los Países Árabes de la Internacional de la Educación, y Mike Thiruman, Secretario General del Sindicato de Docentes de Singapur. Nuestra voz se escuchó alto y claro a lo largo de las deliberaciones, algo que resulta palpable en las recomendaciones.
Recomendaciones audaces para la transformación de la educación
Los miembros que lean las 59 recomendaciones del Grupo reconocerán nuestras reivindicaciones históricas sobre una amplia variedad de cuestiones, desde las cualificaciones, la remuneración y las condiciones de trabajo del profesorado hasta el respeto profesional.
El Grupo afirma que invertir en el profesorado es la estrategia más eficaz para construir sistemas educativos de calidad y resilientes. La recomendación 8 se hace eco de lo que los sindicatos llevan años diciendo: “La financiación a largo plazo de docentes bien cualificados y respaldados es una inversión en la calidad y la sostenibilidad de los sistemas educativos”.
Esto significa garantizar unos salarios competitivos, justos y profesionales, comparables con los de otras profesiones con una formación similares. También significa buenas condiciones de trabajo para todo el personal de la educación, particularmente el de apoyo educativo. El profesorado necesita cargas de trabajo manejables y una ratio que haga posible una enseñanza y un aprendizaje de calidad. Es preciso poner fin a la precariedad laboral que aleja a tantas personas de la profesión, así como a adoptar medidas fáciles a corto plazo, tales como el recurso a la contratación precaria de docentes interinos y a personal no cualificado.
Las recomendaciones también hacen un claro llamamiento a garantizar que los entornos educativos sean inclusivos, seguros y no discriminatorios para el personal docente. El profesorado debe estar protegido contra toda forma de violencia, discriminación y acoso, en particular la violencia basada en el género. Asimismo, es preciso garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres y fomentar el liderazgo femenino en cargos de dirección.
En todas las recomendaciones se reconoce y fomenta nuestra profesionalidad. El Grupo recomienda que los países garanticen que todo docente tenga un título universitario y acceso a una formación inicial docente de calidad, y a un desarrollo profesional continuo de calidad que sea equitativo, gratuito, parte de las obligaciones oficiales y codiseñado con nuestra profesión.
Respetar y valorar al profesorado también significa implicarlo en la elaboración de las políticas. El Grupo es claro a este respecto: nuestra experiencia y conocimientos deben servir de base y configurar las políticas que nos afectan. El profesorado y sus organizaciones deben participar en la toma de decisiones. El diálogo social y el relativo a las políticas, en particular la negociación colectiva, ocupa un lugar destacado en las recomendaciones como principal mecanismo para negociar las condiciones de trabajo y formular las políticas educativas, tales como el uso de la tecnología en nuestras escuelas y aulas. Asimismo, se reafirma nuestro derecho de huelga.
El entusiasmo en torno a las recomendaciones está justificado. Sin embargo, sabemos que no se harán realidad sin la financiación necesaria. Las recomendaciones del Grupo sobre la financiación de la educación están a la altura del reto. La educación pública debe protegerse de las medidas de austeridad. El Grupo hace un llamamiento en particular a las Instituciones Financieras Internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para que pongan fin a todas las medidas que limitan el gasto destinado a la educación y a los salarios del profesorado y que, desde hace mucho tiempo, socavan el derecho de cada estudiante a contar con docentes cualificados.
Tampoco se olvida al profesorado que trabaja en contextos de emergencia. El Grupo hace un llamamiento a la comunidad internacional para que cree un Fondo Mundial para los salarios del personal docente. El Fondo garantizaría que las personas docentes que trabajan en situaciones de crisis reciban salarios justos con regularidad y puntualidad, porque su labor de enseñar y apoyar a los niños y niñas más vulnerables, en las circunstancias más difíciles, es de vital importancia.
De las recomendaciones a la acción
Es nuestra incansable labor de promoción lo que nos ha permitido llegar hasta aquí. Con las recomendaciones del Grupo, disponemos ahora de un nuevo conjunto de herramientas para transformar verdaderamente la educación y lograr un cambio real para millones de docentes y millones de estudiantes de todo el mundo. Ahora debemos dar los siguientes pasos y asegurarnos de que nuestros gobiernos respondan al llamamiento.
Las recomendaciones piden la creación de comisiones nacionales que reúnan a los sindicatos de la educación y a los gobiernos para abordar la escasez de docentes y supervisar la aplicación de las recomendaciones. Tenemos que asegurarnos de que estas comisiones sean creadas y de que aborden los difíciles problemas a los que se enfrentan en cada uno de sus países.
Es el momento de organizarnos, movilizarnos y unir fuerzas para la campaña: ¡Por la pública! Creamos escuela y asegurarnos de que nuestros gobiernos financian plenamente la educación e invierten en nuestra profesión. Este es nuestro momento. Nuestro poder sindical puede transformar la educación en todo
Las opiniones expresadas en este blog pertenecen al autor y no reflejan necesariamente ninguna política o posición oficial de la Internacional de la Educación.