Reunión de socios de cooperación para el desarrollo con motivo de las recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente
Después de que el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente desvelara 59 recomendaciones pioneras, surge una pregunta crucial: ¿cómo pueden utilizar las organizaciones miembros de la Internacional de la Educación (IE) estas directrices con eficacia en sus iniciativas de desarrollo de capacidades y promoción? Esta pregunta protagonizó una reunión en línea de la serie “Café de cooperación para el desarrollo” convocada por la unidad de desarrollo de capacidades y solidaridad de la IE.
“La Organización de las Naciones Unidas acaba de publicar otra serie de recomendaciones. ¿Pero qué tienen de especial?”, pregunta el secretario general de la IE, David Edwards, para establecer las pautas del debate que tuvo lugar el 18 de abril.
Edwards enfatiza que las nuevas recomendaciones reflejan reivindicaciones fundamentales que la Internacional de la Educación lleva haciendo desde su constitución. En el centro de la labor de la IE se encuentran la defensa de mejores condiciones de trabajo para el personal educativo, el apoyo a la educación pública y al derecho a la educación y la mejora de la profesión docente.
Revisar el papel del personal docente en tiempos de crisis
Durante los años previos a la adopción de las recomendaciones, la pandemia de COVID-19 expuso la dura realidad a la que se enfrenta el personal educativo en todo el mundo. Pese a las promesas de que la destreza tecnológica transformaría la educación, la realidad es que la brecha digital persiste, por lo que buena parte del profesorado y del alumnado permanece abandonada sin acceso a recursos en línea, apunta Edwards. En medio de la crisis, se evidenció manifiestamente el rol indispensable del personal docente para abordar las complejidades pedagógicas y fomentar la colaboración, lo cual refutó la idea de que la tecnología fuera la panacea, señala.
Defender el valor del profesorado
Edwards pone de relieve que, contraviniendo los argumentos que sostienen que las inversiones en innovaciones tecnológicas reemplazan a la necesidad de realizar gastos recurrentes en el personal docente, el Grupo de las Naciones Unidas ratifica inequívocamente la función indispensable que desempeñan el profesorado y sus sindicatos. La defensa de sus derechos, incluido el de negociar unas condiciones de trabajo óptimas, se considera crucial en las recomendaciones del Grupo.
Elaborar un plan de acción
Las recomendaciones del Grupo ofrecen además un marco holístico para abordar los retos sistémicos del ámbito educativo, que comprenden desde asegurar unas compensaciones equitativas para el profesorado en tiempos de crisis hasta fomentar inversiones sustanciales en la educación pública. Estas recomendaciones, que sirven como llamamiento a la acción, empoderan a los sindicatos de la educación para interactuar con los Gobiernos y los organismos internacionales y exigir reformas tangibles.
Ajustarse a las agendas mundiales
Las recomendaciones del Grupo de las Naciones Unidas, integradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), resuenan con aspiraciones más amplias de lograr un mundo más equitativo e inclusivo. Para el dirigente de la IE, a medida que evolucionan los debates en torno al futuro de la educación, estas recomendaciones representan una intervención oportuna, que acentúa el papel esencial del profesorado en la configuración del progreso social.
Las direcciones regionales de la IE participan activamente en conversaciones relativas a la materialización de las recomendaciones de las Naciones Unidas y buscan vías para brindar apoyo a los programas existentes o revitalizar los que necesiten refuerzo, añade.
Materializar las recomendaciones
Mientras las partes interesadas contemplan la aplicación de estas recomendaciones, la guía de comunicación desarrollada recientemente por la IE, " Implementando las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente", sirve como recurso para sus organizaciones miembros. Este manual, que proporciona orientación estratégica sobre la promoción, empodera a los socios de cooperación para el desarrollo con el fin de amplificar la voz del profesorado y sus sindicatos a escala internacional.
La directora de Campañas y Comunicaciones de la IE, Rebeca Logan, recordó durante la presentación de la guía que las recomendaciones de las Naciones Unidas están estrechamente relacionadas con la campaña de la IE ¡Por la pública! Creamos escuela.
Con la ayuda de estas recomendaciones, la atención se centra ahora en poner en marcha iniciativas estratégicas que tengan por objeto fomentar la alineación entre las partes interesadas y los organismos gubernamentales. Algunos socios indicaron que ya habían comenzado a utilizar las recomendaciones en sus labores para promover una educación pública inclusiva y de calidad y una profesión docente fuerte y respetada.
Quienes participaron coinciden en que, mientras la comunidad internacional se prepara para los próximos encuentros y diálogos sobre políticas, las recomendaciones del Grupo de las Naciones Unidas ofrecen una visión convincente del futuro de la educación. Mediante medidas como defender la causa del personal educativo y movilizar el apoyo a su función tan esencial, los socios de cooperación para el desarrollo pueden garantizar que la educación sigue siendo la piedra angular de las iniciativas internacionales en materia de desarrollo.